Capitulo 33

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Aarón.

Tenía que decírselo, ya no podía con estos sentimientos que albergaban mi mente, ella se metió dentro de cada poro de mi piel, mi yo la deseaba como mujer, la quería junto a mi, Pero ese destino oscuro que estaba sobre ella me tenía frustrado, yo debía asesinarla, cobrar el error de su madre.

Sentí que me estaba pasando lo mismo otra vez. Debía acabar con la vida de la chica que me gustaba, esto era una maldición que llevaba en mi, de eso ya estaba seguro.

El plan era envolverla, llenarla de intriga sobre nosotros, hacerle una trampa y que ella solita viniera a nosotros, esa noche de luna llena, debía tomar su vida, cobrar el error. Pero como hacerlo si la deseaba de otra manera, una que no estaba permitida.

La sentí temblar frente a mí, estaba tan asustada que su cuerpo no dejó de temblar en ningún momento y tenerla así acorralada en la pared y con la respiración acelerada, solo me instaba a devorar sus labios, a saciarme de ella.

Se veía tan frágil, tan rompible, era una tentación hecha para mí, la hicieron para romper cada muro de mi cuerpo, cada fibra de acero que cubria mi corazon y mente. Ella me hacía romper cada regla.

—Me gustas Vanessa y no se cómo evitarlo, se que está mal. —mire sus labios y está los entre abrió dejando que su aliento me diera en la cara. —Pero no puedo resistir, tienes que huir, irte lejos. —lleve mi mano a su mejilla y la sentí tensarse ante mis roces.

—Busquemos ayuda con la policía. —le negué con la cabeza.

—Recuerda que hay Múltiple en todos lados, cualquiera puede ser uno y hay gente peligrosa implicada en esto.

—Asi que solo huyó y ya, ¿Qué pasará contigo?.

—Eso no importa. —retire mi mano y busque alejarme de ella Pero su mano me freno en ese momento, yo mire su mano sobre la mia y mi corazon dio un brinco, ella podia tener ese efecto en mi.

—A mi me importa, aunque esto me asusta. —me soltó cada palabra que se grabó en lo mas profundo de mi ser, cómo podía destruir cada muro que hice, cada juramento que me hice de no repetir lo de Sully, porque tuvo que ser ella.

—¿Te pondrás en riesgo por mi?. —Me volví a colocar frente a ella.

—Tu lo estás haciendo por mi, ¿No es asi?.

—Si, no deberías estar aquí, no debo decirte nada de esto hasta el baile

—¿El baile?.

—Si ese día es el sacrificio, es cuando hay luna llena después de tu mayoria de edad. Cada Múltiple escoge una doncella que sacrifica ese día, la chica que saque de mi sótano aquella vez. —yo sabía que ella había visto eso. —es la doncella de Lucas, estaba aquí, junto en la silla donde tú estabas.—se que ella estaba todavia confundia en algunas cosas, pero lo más importante ya lo sabía.

—Hay tantos secretos aquí, que siento que no podré con tanto. —cerro los ojos por unos instantes y no pude evitar ver cómo enalaba aire por la nariz y botaba por la boca. Sin darme cuenta ya tenía un dedo sobre su labio y está abrió los ojos y me miró.

—hay muchas cosas que todavía no sabes, Pero te las diré todas. —mi dedo trazó todos sus labios y está los entre abrió y eso me envio descargar eléctricas en mi cuerpo, quería besarla volver a sentir su boca con la mía. A pesar de que todo estaba tan mal, de que un peligro nos envolvía a los dos y de que un secreto oscuro estaba cada día más cerca. Quería besarla y eso haría hasta el fin de nuestros último aliento.

Junte sus labios con los míos en una presión de labios primero, dejando que si ella queria me alejara, que pusiera entre ambos distancia. Pero no lo hizo.

Me devolvió el besos con pasión, con deseo y desesperó, ambos sabíamos lo mal que estaba todo, pero no importo nada más que nuestras bocas y ganas de besarnos, de devorar cada rincón del otro y dejarnos sin aliento, sin sentido común.

Mi mano la lleve a su cintura para pegarla más a mi, me encantaba sentir su cuerpo junto al mío, era una sensación deliciosa. Sus manos rodearon mi cuello y se apretó todo lo que pudo a mi.

Nuestras lenguas danzaron juntas, se conectaron, se dieron esa sacudida deliciosa que nos llevó a suspirar a ambos, a buscar más del otro y dejarnos sin respiración, pegando nuestras frentes, buscando normalizarla un poco.

—Huye conmigo. —sus palabras me dejaron quieto sin mover ni un solo músculo. ¿Me estaba pidiendo que me fuera con ella?, y aunque era una tentación, también sabía que era peligroso, yo no podía huir de mi destino, pero si podía ayudarla a cambiar el de ella. Aunque eso me condenará a mi.

—No puedo, yo debo quedarme aquí, terminar con todo, debemos hacer un plan y sacarte del pueblo antes de que pasado mañana por la noche llegue el baile.—ya solo quedaban dos dias.

—No me iré sin ti. —su terquedad fue lo que la llevo a meterse hasta el fondo en esto.

—Yo debo detenerlos a no buscarte, ellos te podrían asesinar si no lo hago yo, y no los dejaré está vez. —uni su frente con la mía.

—Huye conmigo, vamos a otro país, cambiemos nuestros nombres, no quiero estar sola por allí. —aferro sus manos a mi camisa y pego su cabeza en mi pecho, yo aspire el olor a chocolate de su perfume y me gustó.

—Chocolate, mi favorito. —la escuché reírse bajito.

—¿Tu sabía que ese día en tu patio era yo cierto?, el perfume me delato.

—Yo se todo de ti Vanessa. —le coloque un mechón de cabello detrás de la oreja y pegue su pelvis de la mía con la mano en la cintura de ella. —Hasta de que sueñas conmigo. —le susurré eso último en el oído y la escuché suspirar por lo bajo. Vanessa era un libro abierto para mí, uno que leería con tanto gusto.

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