—Chicas yo voy a la sección de caballeros, ustedes vayan por sus vestidos y nos vemos aquí en media hora, vayan chu.—nos corrió Lucas, Aarón se había ido por su auto una cuadra antes del centro comercial donde vinimos por los vestidos.
—Ok mandon. —le saco la lengua Charlotte a Lucas.
—Me siento extraña al venir aquí. — Charlotte tomo mi mano y nos dirigimos a la sección de vestidos.
—¿Extrañas la ciudad ?.— me preguntó y en mi cabeza un si se reprodujo de inmediato. Era cierto extrañaba algunas cosas de aquí, cómo salir con las chicas, ir de compras, ir al cine o simplemente caminar por allí.
—Si un poco. —me sonrió de lado.
—Bueno se que el pueblo no es lo mejor, pero al menos me tienes a mi. —sonrió y yo igual. —Y a Aarón. —me guiño un ojo y yo negué con la cabeza.
—No inventes, Aarón es tan estresante que a veces solo quiero pegarle un puñetazo. — comencé a mirar los vestidos y Charlotte igual.
—Si el es raro, yo lo conozco desde niño, pero nunca lo veo relacionarse con una chica desde suly. —yo me gire en seco y la mire con las cejas alzadas, me estaba soltando esa bomba a estas alturas.
—¿Suly?. —me miró y luego miro a nuestro alrededor.
—Si, ella era su novia, bueno eso fue lo que se supo, algunas veces los vimos juntos y eso. —hizo una pausa. —Pero nunca lo confirmaron, Aarón siempre ha sido extraño, y en el tiempo que ellos supuestamente andaban pasaron muchas cosas extrañas. — Charlotte estaba soltando la lengua, y mi cerebro comenzó a trabajar.
—Y hasta ahora me cuentas todo, que mal amiga. —me hizo un especie de puchero.
—Bueno es que no me gusta hablar de esos tiempos, ya pasó dos años de eso, antes de que el padre de Derek fuera alcalde y todo se calmara.— la intriga por saber que pasó me estaba matando.
—Quiero saber todo y ya. —ella asistió y tomo dos vestidos y me hizo seguirla a los probadores.
—Tienes que prometerme que no dirás nada a nadien, ni a tu mama. —me hizo prometer.
—tan grave es, pero lo prometo. —levanté mi mano en señal de juramentó.
—Bueno lo cierto es que hace muchos años cuando yo era una pequeña aún ocurrieron varias desapariciones, en especial de niños, el pueblo era un caos, pero nadien fuera de los límites podía saber. —yo no podía creer lo que estaba escuchando. —Y bueno eso paso por varios años, las mujeres temían por sus hijos, incluso mis padres nos tenían vigilados a mi y a Lucas. —me hizo entrar con ella al vestidor.— los años pasaron y el pueblo se volvió un lugar vacío y triste, ya todos tenían miedo de lo que llegara a pasar, pero un día la familia Michel se mudo y se el señor mayor se volvio alcalde del pueblo el señor Benjamin que es el abuelo de Derek que en paz descanse su alma, ya que falleció hace dos años. Lo cierto es que de la noche a la mañana todo mejoro, ya no hubo más desapariciones y la gente se olvidó de todo lo malo que pasó, fue como si les hubieran lavado el cerebro. —mientras me contaba la historia se cambió por el vestido que había traído, era color rosa palo, con escote de corazón y falta hasta los tobillos, muy lindo y coqueto.
—Lo que me dices hasta ahora es tan loco, que yo no creería que cosas malas pasaron aquí, el pueblo se ve tan tranquilo. —se miró ella en el espejo y me tendió el otro vestido.
—Hay cosas que no están a la vista Vanessa, pero a lo que iba con Aarón, bueno lo cierto fue que se llegó a correr el rumor que Aarón le hizo algo a suly porque una noche de fiestas ella estaba con el y después más nunca la vimos. —me miró y me hizo señas que me colocará el vestido que tenía en mis manos, era de color rojo sangre, y tenía un escote en V adelante y la espalda era toda descubierta y su largo llegaba a los tobillos.
—Y Aarón, no dijo nada, la policía no investigo el caso, sus padres que pasó con ellos. —le lance todas las preguntas a Charlotte, quería saber más, definitivamente este pueblo tenía mucho que decir.
—Si claro, la policía busco todas las pruebas y lo único que encontraron fue una carta de ella, donde decía que ella se fugó, a Aarón lo declararon inocente por falta de pruebas y aunque todo era un caos, el alcalde logró hacer que cerrarán el caso y que todos siguieran con sus vidas como si nada. —yo estaba que no cabía en mi con toda esa información, ahora resulta que en el pueblo desaparecieron niños, el nuevo alcalde solucionó todo así de fácil, y Aarón, fue acusado de asesinato, pero no hubo pruebas suficientes así que quedó impune. En mi cabeza todo fue como una película, Aarón en su patio enterrando algo, Aarón y Lucas sacando a aquella chica de su sótano, la fábrica, los encapuchados y el que me estaba acechando. Mi cabeza quería explotar ante tantas cosas, pero ahora sí estaba segura de lo que pasaba, Aarón era un asesino y con el estaban más unidos, pero ¿Por qué lo hacían?, ¿ A caso eran mafiosos?, ¿para quien trabajaban?. Un mareo me tomo por sorpresa y me tambalee un poco así que Charlotte me tomo de la mano.
—¿Está bien?, te veo pálida Vanessa. —tenia tantas emociones juntas que no sabia que haría con ellas.
—Seguro fue el cambio de clima, aquí está haciendo un poco más de frio. —me excuse y aunque en realidad el clima estaba más frío que en el pueblo, no podía decir que eso fue lo que me afectó.
—Terminemos con esto y vamos a comer y luego al cine, no quiero llegar tarde a la casa. —me ayudó a colocarme el vestido y me gire al espejo.
—¿Esta segura que no es mucho?. — me mire y me sorprendió lo bien que me quedaba, marcada mi cuerpo a la perfección, no mostraba tanto, pero tampoco era conservador, en realidad me gustó mucho.
—Estas hermosa en el, es perfecto, vamos a pagar y buscar a Lucas. —ambas salimos del vestidor y pagamos los vestidos para luego salir de la tienda.
—Pense que no saldrían nunca, porque tardaron tanto. —hablo lucas pero mi vista se quedó en Aarón, ¿Que hacía allí?, no se había ido por su auto, ahora estaba segura que era peligroso y debia irme con cuidado.
ESTÁS LEYENDO
Múltiples
Mystery / ThrillerHay secretos que siempre deben estar guardados. Verdades que no pueden ser reveladas. Cosas que se deben dejar quietas. Dicen que, "la curiosidad mató al gato". Pero, hay tentaciones que pueden más. Y eso!, es lo que me condujo a mi propia perdición...