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La cena de aquella noche había sido un exquisito arroz frito con cangrejo, cortesía del experimentado cocinero Link. Aunque seguramente pasaba demasiado tiempo ocupado, tras haber sido elegido, además, el quinto campeón de Hyrule, era notorio que aún debía darse algunos momentos para repasar libros de recetas. Illyria sentía aún el regusto exquisito del puré de calabaza en la lengua, era verdaderamente una cena real; estaba clara la influencia de vivir en el castillo de Hyrule.

Durante la cena, se compartieron todos apenas palabras cordiales, mientras Link relataba algunas de sus experiencias en sus viajes a los distintos poblados del reino, junto a la princesa. Se notaba algo taciturno e Illyria lo adjudicaba al cansancio, pero no podía esperar para quedarse solos y poder bombardearle de preguntas, como hacía cada vez que tenía la oportunidad de verlo. Oportunidades que eran cada vez más escasas, como para desperdiciarlas.

Le tomó de la mano cuando lavaron los trastes y le llevó afuera, al jardín, dado que la habitación estaba ya ocupada por la madre de Link. Aspiró el aire fresco de la noche, se sentó en el pastizal del desván de la casa de Link y él hizo lo propio, perdiendo la mirada en el cielo.

-Hacía ya demasiado que no venías a visitarnos -suspiró ella, casi sin creer que le veía de nuevo.

-Fue sólo un mes y medio -sonrió él.

-Eso es mucho. -hizo un mohín-. ¿Cómo te va ahora? ¿Cómo son tus compañeros? ¿Han cambiado mucho tus labores?

-Bueno, mis compañeros ahora son los campeones. La mayoría son agradables, aunque hay uno que... -se pausó un momento, estrechando los párpados con desdén, Illyria le miró con interés, pero al final Link concluyó con simpleza-: sólo no le agrado.

-Es el Orni, ¿no es así? ¿Cómo se llamaba? ¿Relavi?

-Revali. Es ese. -suspiró de manera apenas perceptible, dejando caer su espalda contra el pasto-. El resto son admirables. Y mi trabajo ha cambiado mucho desde que soy la escolta personal de la princesa... A quien tampoco parece que le agrade mucho.

-¿Qué? Pero si la gente dice que van de acá, para allá, juntos siempre a todos lados. Que se ven muy cercanos -rememoró ella, sacando de su costado un libro que había traído desde la habitación, con la intención de mostrárselo a Link, quien en antaño solía ser muy curioso de sus ediciones, especialmente en la sección de lugares de interés y leyendas de Hyrule; los chismes de Mirene-. Mira, en los chismes de Mirene se habla mucho de ustedes

El rubio levantó la mirada de inmediato, su entrecejo a medio fruncir.

-¿Qué? ¿Qué dice?

Illyria hojeó un poco el libro, hasta encontrar la sección de chismes. Con una sonrisa divertida, le respondió:

-Dice que la princesa y su escolta personal parecen tan cercanos que huele a amor siempre que pasan por algún lado. Que el héroe cuida de ella, la protege y la sigue sin apartar apenas la mirada de ella; y su mirada sugiere que puede que la vea como algo más que la princesa de Hyrule. Dice que estás siempre pendiente de ella... y que con su seriedad, ella podría disimular que están enamorados. -citó, ampliando a cada renglón su sonrisa entretenida. Pero cuando volvió la vista al rostro de Link, esta flaqueó.

Tenía la cara seria, sepulcral. El entrecejo fruncido, los párpados y los labios tensos. Sus ojos azules, que solían ser lo más expresivo de su semblante, iban de un lado a otro, como analizando algo.

-¿Esa es la impresión que doy...?

-Eso es lo que la gente ve. -alzó los hombros ella, aunque luego se le encaramó-, ¿pero es verdad? ¿Link, estás enamorado de ella? ¿Hay algo entre ustedes?

Pertenecientes || BotW LinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora