III

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N/A: He añadido un nuevo recuerdo en el capítulo 12, importante de checar para entender mejor sucesos posteriores :> gracias por su atención.

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—Muy bien, vamos de nuevo. Debes tomar aire, tensar bien tus brazos, poner tu vista en el blanco —Su voz era como una guía, su postura erguida, rígida, pulcra—. Recuerda que los pies deben ir alineados con tus hombros, así no pierdes el equilibrio. —lllyria observó las botas de Link, curiosamente boleadas. Debían ser los privilegios de la vida en el palacio—. Inhalas... y sueltas.

La flecha que Link sostenía en el arco salió disparada con un silbido pulcro. Trazó una trayectoria recta, derecho al blanco al que era apuntada, sin fallar, incluso estando a más de 10 metros de distancia de la diana. La chica pasó saliva, especialmente cuando el rubio bajó el arco y se giró para verla. Su semblante era sereno, natural. Como si no acabara de hacer lo que ella consideraba una hazaña.

—Vamos, intenta otra vez. —invitó él, cediéndole el pesado arco de metal revestido en sus brazos de fideo. Illyria no protestó, se limitó a suspirar apenas por lo bajo. Después de todo, había sido ella quien le había pedido ayuda.

Siguió los pasos de Link; se irguió, alineó los hombros y los pies. Extendió los brazos para sostener el arco, ladeando su torso, acomodando una flecha con una sola mano, tan diestra cómo pudo. Tensó el proyectil. Inhaló...

—Alza más el arco —indicó él, pasándole las manos por los brazos, indicando la altura adecuada. Un chispazo le recorrió las yemas de los dedos. Ahora fue el turno de él pasar saliva, pero se mantuvo con calmado.

—Dijiste que apuntara al blanco...

—Mientras más lejos el blanco, más arriba tienes que apuntar. Lo dije durante la teoría del tiro distante —Illyria hizo una mueca. La voz monótona y pasiva del joven, más que ayudarle, la ponía de los nervios. Volvió la vista al frente, manteniendo el arco un poco más alto.

Miró la diana que residía hasta el final del campo de entrenamiento en el bastión de Hyrule. Le devolvía la mirada a motivos rojos y azules. Inhaló de nuevo, se concentró, pero cuando disparó finalmente, cerró los ojos un momento. La flecha salió disparada con un ruido sibilante y aunque llegó más lejos que las otras veinte primeras, apenas alcanzó a clavarse en la parte azul de la diana.

Illyria abrió los ojos, notando su decepcionante resultado. Suspiró y bajó el arco de vuelta, tratando de desentumecer sus brazos, que de tanto entrenar comenzaban a acalambrársele. Al final, bufó y simplemente se dejó caer en la banca más cercana que encontró.

—No puede ser, es inútil. —resolló, dejando el arco tirado a un costado suyo—. El tiro con arco es lo peor, es lo más difícil...

—Cerraste los ojos. —indicó Link. La pelirroja resopló.

—Y aunque no lo hubiera hecho, habría fallado. Como todas las demás veces.

Link se sentó al lado de ella, viéndola hacer mohines. El campo de entrenamiento que se extendía ante ellos estaba desolado. Era su día de descanso, así como el de algunos otros soldados novatos, razón por la que debía ser que no había nadie. Se le escapó una pequeña sonrisa, que se evidenció apenas en sus comisuras. Puso una mano sobre el hombro de Illyria, murmuró algo que se le escapó de los labios:

—Lo has estado haciendo muy bien.

—Yo me pregunto si realmente sirvo para ser soldado —resopló, enderezando su cuerpo solo para recargarlo bien contra la pared de la banca.

Pertenecientes || BotW LinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora