— ¿Cuál es la diferencia entre nosotros, Spreen? — preguntó el castaño, golpeando con sus manos el escritorio, frunciendo las cejas con molestia. — Ambos somos igual de idiotas, tu por meterte conmigo, y yo por haberte permitido entrar a mi vida como cualquier otro hombre.
El pelinegro no estaba enojado, aunque claramente se podía notar que estaba a punto de explotar de nervios si Juan seguía con esas 'estúpidas' preguntas de niño, desde un principio nunca deseo estar con él.
Pero. . . Entonces, ¿Por qué lo había perseguido como un perrito todo este tiempo? ¿Sentía algo por el, de verdad?
Muchos creerían que si, aunque son solo simples rumores que se crean entre sus fanáticos, por más de que Spreen ande o casado o en un noviazgo con alguien, siempre las personas dirían que no duraría mucho ya que a este empresario se lo conoce por engañar mucho a sus sentimientos, un día podía amarlo, otro día quizás nisiquiera recuerde el nombre de la persona con la que había estado.
— ¿Que conseguís con esas preguntas? — hablo, por fin, mirando a el castaño con las cejas fruncidas, ya un poco molesto por sus palabras y las acciones que hacía.
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// Adelanto-; 5 días \\Juan se estaba mirando al espejo, pasando sus manos desde el inicio de sus costillas hasta el inicio de sus caderas estrechas, estaba orgulloso de si mismo. Aunque, no tanto, después de saber que se había pasado todo un año acostándose con un maldito idiota como aquel argentino que solo trajo puras desgracias a su vida, por más que aún siga deseándolo, solo podía pensar en que hubiera pasado si nunca hubiera aceptado el trabajo que Carreraaa le había dado solo para que el y Buhaje se conozcan. La pregunta que más se hacía era. . . ¿Por qué Carreraaa le había mentido sobre una falsa gripe solo para que el y el pelinegro se conozcan? Y más encima, ahora Carreraaa empezaba a sospechar no solo de él, si no también de Spreen y varios de sus agentes 'secretos' los cuales no tuvieron nada que ver con la muerte y supuesta 'desaparicion' de Roier, el ex-esposo de Spreen y probablemente el nuevo tormento en la vida de Juan.
Desde que el castaño tenía recuerdos, Roier nunca tuvo motivos para seguir con aquella relación tan dura que había tenido con Spreen, para su sorpresa en el contrato, en la parte menos visible, tenían letras que describían lo poco que había ganado el fallecido con estar casado con Spreen, por mas que piense en el porqué, no tenía una respuesta clara de ninguna de las personas encontradas en el trabajo de narcotráfico de él pelinegro. Solamente tenía falsas miradas de juzgamiento, desconfianza y dureza que sabía que todo aquello sucedía porque Spreen así lo quiso, si ese hombre lo dice, así se tiene que hacer.Porque el es el dueño de cualquier cosa que toque y haga, después de todo.
Por ese motivo, nada se escapa de sus manos. Nisiquiera los más inocentes a su alrededor, los más peligrosos eran los que buscaban refugio al ver a aquel empresario ocultando su identidad en millones de papeles legales, dejando pisadas en la tierra donde nadie se atrevía a pisar, hablando cosas que nadie se atrevía a hablar. Y así, con millones de dólares, logro hacer su propio lugar donde lo único en lo que se enfocaba era en la mercancía legal de Brasil a México, y de México a Argentina. Juan no temía a Spreen, Juan temía morir en sus manos.
Temía tener que comprometerse con aquel horrible ser que solo lo había despreciado durante todo este tiempo, utilizándolo como un juguete sexual.
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- ˗ˋ୨LA OFICINA୧ˊ˗ -
Fanfiction" I think... " _______________________________________________________ • Masoquismo, Sexo, Homosexuales • No ambientado en Tortillaland, pero si híbridos y hechiceros. • Actualizaciones lentas , paciencia , por favor • Cualquier duda, consultar co...