𝒜 𝐿𝒶 𝒬𝓊𝑒 𝐿𝓁𝒶𝓂𝒶𝓇á𝓃 '𝒜𝓃𝒸𝒾𝒶𝓃𝒶'
En las noches de Konoha, reina la quietud forzada por la ignorancia y alimentada por el miedo. Las noches en Konoha eran un privilegio reservado para aquellos civiles ajenos al fragor de la batalla, una oportunidad para sumergirse en el sueño reparador.
Quizás para algunos eran noches hermosas, donde hombres y mujeres podían cerrar los ojos y dejarse llevar por los sueños nocturnos. Pero para otros, la paz era solo una ilusión efímera, y cerrar los ojos suponía enfrentarse a sus propios demonios.
Esta noche, tan fría como la anterior, estaba envuelta en un silencio casi palpable, que resultaba inquietante. Las miradas acusadoras, cargadas de terror, se clavaban en la mente como flechas lanzadas desde un arco destructivo.
Niños, mujeres y animales observaban con la esperanza de encontrar consuelo. Los escombros podrían haber caído sobre ellos, aplastando sus cuerpos y reduciéndolos a la nada; las costillas podrían haber quedado al descubierto mientras los pilares de concreto se desmoronaban sobre lo que antes eran seres inocentes. Esas miradas siempre se quedarían grabadas en la memoria de quienes sobrevivieron a la tragedia de Konoha.
Sobrevivir era un logro, hacerlo junto a amigos era una bendición, pero abandonar a aquellos que no podían moverse solo servía para aumentar el peso de la culpa y el horror.
En los rincones más oscuros de los pequeños departamentos y las calles más olvidadas de Konoha, el aire frío se mezclaba con el temor, envolviendo a las criaturas que habitaban allí en una atmósfera de desesperanza.
Entre las paredes de aquel modesto hogar, que no solo actuaban como defensa contra intrusos, sino también como testigos silenciosos de las historias que se contaban en susurros apenas audibles, tres figuras se encontraban reunidas alrededor de una única vela sobre la mesa de madera.
En la tenue luz, las miradas de los presentes se cruzaban, revelando una complicidad que había sido forjada en discusiones mantenidas en susurros durante las horas en que los niños dormían.
Pero más allá de todo lo que pasaba por las mentes de los dos ANBU y la genin, una figura permanecía en las sombras, apenas visible más allá de la tenue luz que proyectaba la vela.
Desde su posición, solo podía distinguir la espalda de la más joven del grupo, a quien conocía lo suficiente como para llamarla "amiga". Las sombras apenas le permitían vislumbrar la figura de Sumire, cuya espalda se erguía como un muro que obstaculizaba su intento de observar.
Himawari, con su pequeño cuerpo casi fusionado con la pared que le servía de escudo, apenas se atrevía a asomar la cabeza, consciente de que cualquier movimiento en falso podría delatar su presencia. Sabía, gracias a las enseñanzas de sus padres, que ningún ninja debía ser subestimado, incluso si parecía no prestar atención.
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- BORUTO & NARUTO: 𝐋𝐨 𝐐𝐮𝐞 𝐀𝐥𝐠ú𝐧 𝐃í𝐚 𝐒𝐞𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 | Viaje Al Pasado
Fanfic||¿ᴇʟ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ ʀᴇᴀʟᴍᴇɴᴛᴇ ᴇꜱ ʟɪɴᴇᴀʟ? ꜱᴇ ʜᴀʙʟᴀ ᴍᴜᴄʜᴏ ᴅᴇ ʟᴀꜱ ᴄᴏɴꜱᴇᴄᴜᴇɴᴄɪᴀꜱ ᴅᴇ ᴄᴀᴍʙɪᴀʀ ᴇʟ ᴘᴀꜱᴀᴅᴏ, ꜱɪɴ ᴇᴍʙᴀʀɢᴏ, ¿ᴇꜱᴛᴀʀÍᴀꜱ ᴅɪꜱᴘᴜᴇꜱᴛᴏ ᴀ ᴄᴀᴍʙɪᴀʀʟᴏ, ꜱÍ ᴇꜱᴏ ꜱɪɢɴɪꜰɪᴄᴀ ꜱᴀʟᴠᴀʀ ᴀ ʟᴏꜱ Qᴜᴇ ᴀᴍᴀꜱ? En un futuro Distópico, Un Pergamino ha devastado la aldea de la Hoja y...