— Deberíamos vender comida. — Dijo Osuka, sosteniendo la canasta llena de flores entre sus dedos mientras caminaba. Su tono condescendiente y formal volvía a dominar su voz. — Ya saben, esas galletas de pescado rellenas de chocolate.
Las otras dos niñas que la acompañaban, Sumire y Himawari, la miraron al escuchar la mención de ese alimento. Se trataba de un postre del futuro, actualmente en fase experimental. No podían estar seguras de si el chocolate era una opción viable para añadirlo en el interior de las galletas.
Hinata Hyuga, la madre de Himawari, provenía de una buena familia, con conexiones con otras familias prominentes. Himawari solía llevar esas galletas a casa desde la Academia, y su madre le contaba cómo antes eran simples galletas saladas sin forma. El creador de las galletas había optado por la peculiar forma de pescado y la variedad de sabores después de tener sus primeros nietos. La galleta se llamaba 'Taiyaki'.
— ¿No sería eso robar? — Preguntó Himawari, compartiendo la anécdota con sus amigas mientras caminaban por las concurridas calles de la nocturna Konoha. Himawari balanceaba sus brazos y miraba con tristeza a Osuka, quien se le unía más, asegurándose de no elevar demasiado la voz. — No me parece correcto quitarle el éxito a alguien. Esas galletas podrían haber sido su gran invento, su sustento.
Sumire asintió en silencio desde el otro lado, y Osuka simplemente sostuvo la canasta con una mano mientras con la otra hacía un gesto a Himawari.
— ¿Quieres seguir durmiendo en el suelo y comiendo ramen todos los días? — Cuestionó Osuka a Himawari de manera retórica, hablándole de cerca. — Estamos trabajando honestamente para ganar dinero, pero debes recordar que nuestro trabajo también tiene sus desventajas.
Agitando la canasta casi a la altura de su cabeza, Osuka detuvo el paso de las otras dos niñas. Sumire era una simple espectadora, pero parecía igual de interesada y metida que Himawari, y quería conocer más la opinión de Osuka.
Las personas a su alrededor seguían su rutina sin sospechar nada, lo cual era bueno. Aunque Sumire se mantenía erguida, no dejaba de mirar a su alrededor, alerta ante cualquier ojo curioso.
— Desear vender más flores implicaría desearle la muerte a alguien, ¿no es así? — Comentó Himawari, sintiendo cómo la temperatura bajaba de repente. Su expresión mostraba una clara sorpresa ante esa palabra inesperada. — Muchas de las personas que compran los collares y coronas son aquellas que van a enterrar o visitar a alguien en el cementerio. Tú misma lo sabes.
Osuka frunció una ceja, y uno de sus ojos pareció fulminar directamente a Himawari. Aunque ella no lo sabía, Himawari pensaba que la manera en que Osuka apretaba los labios, formando una especie de puchero desviado hacia un lado, y su notorio cabello rosa esponjado asemejaba a un pez rosa.
Bueno, tenía que admitir que la niña tenía un punto. La idea de vender flores no llevaba mucho tiempo, pero ya habían vendido una gran variedad de coronas florales. Sin embargo, la mayoría de ellas eran compradas por personas de los alrededores del departamento que iban a visitar a algún familiar fallecido, o por la misma cazadora, que también se dedicaba a venderlas en las zonas menos concurridas de la aldea.
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- BORUTO & NARUTO: 𝐋𝐨 𝐐𝐮𝐞 𝐀𝐥𝐠ú𝐧 𝐃í𝐚 𝐒𝐞𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 | Viaje Al Pasado
Fanfic||¿ᴇʟ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ ʀᴇᴀʟᴍᴇɴᴛᴇ ᴇꜱ ʟɪɴᴇᴀʟ? ꜱᴇ ʜᴀʙʟᴀ ᴍᴜᴄʜᴏ ᴅᴇ ʟᴀꜱ ᴄᴏɴꜱᴇᴄᴜᴇɴᴄɪᴀꜱ ᴅᴇ ᴄᴀᴍʙɪᴀʀ ᴇʟ ᴘᴀꜱᴀᴅᴏ, ꜱɪɴ ᴇᴍʙᴀʀɢᴏ, ¿ᴇꜱᴛᴀʀÍᴀꜱ ᴅɪꜱᴘᴜᴇꜱᴛᴏ ᴀ ᴄᴀᴍʙɪᴀʀʟᴏ, ꜱÍ ᴇꜱᴏ ꜱɪɢɴɪꜰɪᴄᴀ ꜱᴀʟᴠᴀʀ ᴀ ʟᴏꜱ Qᴜᴇ ᴀᴍᴀꜱ? En un futuro Distópico, Un Pergamino ha devastado la aldea de la Hoja y...