𝒞𝓊𝒶𝓃𝒹𝑜 𝒮𝑒 𝒞𝑜𝓃𝓈𝒾𝒹𝑒𝓇𝒶 𝒬𝓊𝑒 𝐻𝒶𝓎 𝒰𝓃 𝐸𝓃𝑒𝓂𝒾𝑔𝑜 𝒬𝓊é 𝒮𝒶𝓁𝓋𝒶𝓇
Sumire deslizó sus delicadas manos por su cabello, acariciándolo con suaves movimientos. Cada hebra áspera y enmarañada le recordaba la escasez de agua que había experimentado en los últimos días, dejando un rastro de suciedad y sequedad en su melena.
La estrechez de su pequeño departamento era palpable en cada rincón. No había espejo que reflejara su imagen, ni siquiera en el diminuto baño que carecía de agua corriente. La casera apenas proporcionaba el servicio cuando la antigua tubería se permitía funcionar, y cuando eso ocurría, el privilegio de utilizarla no le correspondía a Sumire.
Eran los jóvenes estudiantes de la academia quienes necesitaban desesperadamente ese recurso vital. Por turnos, debían hacer uso del baño, siguiendo un orden dictado por la urgencia. Sin embargo, aún no se habían acostumbrado a esta rutina forzada.
La pelirosa del grupo de niños de la Academia, acostumbrada a un hogar donde contaba con un baño propio que abarcaba el tamaño de todo su actual departamento, sentía aún más la falta de su hogar.
Durante su crianza, había sido mayormente atendida por las empleadas del hogar, disfrutando siempre de las mejores comodidades, incluso en comparación con su compañera Himawari, quien era la menor de los tres hijos del Hokage y la princesa del Byakugan.
Sumire había dado por terminado su vago retoque. En realidad, no se había cambiado nada como para considerarse extremadamente "preparada" para salir. Sólo se limpió el pelo pasando con sus dedos la poca agua que caía del lavamanos, y limpiándose la suciedad de la cara y la ropa con algunos trucos engañosos.
Incluso si se hacía pasar por una genin del lugar, y se explicaban los moretones, nada le prometía que no sería vista con ojos perspicaces al salir por aquella puerta.
— Sumire-san...
Una vocecita detuvo sus movimientos, como si la congelase por completo.
Neon Asakusa, una niña de cabellos castaños y anteojos rosas, todavía llevaba puesto el overol con el que había escapado de la Academia. La pequeña de ojos color ladrillo era la más carente de iniciativa de los compañeros restantes, incluso antes de que todo esto ocurriera.
Por eso, cuando hizo mención de su nombre, Sumire no pudo evitar quedarse estática ante aquella anormalidad. Que Neon, quien se había abstenido de hablar durante todo este tiempo, incluso en las comidas enlatadas que Ro-san traía, llamara a Sumire por su nombre, era motivo de preocupación.
A un ritmo lento, como si Sumire estuviera hecha de tuercas y metal oxidado, miró a la que algún día sería un genio en la mecánica si el mundo no se hubiese destruido. Neon apretaba el pecho de su overol sucio y rasguñado, mientras su rostro no expresaba más que miedo y tristeza. Los nervios de su cara parecían no responderle en consecuencia al shock de los últimos tres días exactos, y aún daba ese rostro tan espeluznante de miedo.
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- BORUTO & NARUTO: 𝐋𝐨 𝐐𝐮𝐞 𝐀𝐥𝐠ú𝐧 𝐃í𝐚 𝐒𝐞𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 | Viaje Al Pasado
أدب الهواة||¿ᴇʟ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ ʀᴇᴀʟᴍᴇɴᴛᴇ ᴇꜱ ʟɪɴᴇᴀʟ? ꜱᴇ ʜᴀʙʟᴀ ᴍᴜᴄʜᴏ ᴅᴇ ʟᴀꜱ ᴄᴏɴꜱᴇᴄᴜᴇɴᴄɪᴀꜱ ᴅᴇ ᴄᴀᴍʙɪᴀʀ ᴇʟ ᴘᴀꜱᴀᴅᴏ, ꜱɪɴ ᴇᴍʙᴀʀɢᴏ, ¿ᴇꜱᴛᴀʀÍᴀꜱ ᴅɪꜱᴘᴜᴇꜱᴛᴏ ᴀ ᴄᴀᴍʙɪᴀʀʟᴏ, ꜱÍ ᴇꜱᴏ ꜱɪɢɴɪꜰɪᴄᴀ ꜱᴀʟᴠᴀʀ ᴀ ʟᴏꜱ Qᴜᴇ ᴀᴍᴀꜱ? En un futuro Distópico, Un Pergamino ha devastado la aldea de la Hoja y...