Capítulo 5 Porque para él también fue una noche interesante...
Alexander
Jadeo con el corazón acelerado, mi visión se aclara y veo un montón de cadáveres tirados en el suelo, los detallo, me falta uno, el más importante de todos.
A un extremo de la habitación está él, Lucas Montenegro, se echa a reír con autentico triunfo y huye.
Le persigo, atravieso la puerta y me encuentro sentado en una mesa de apuestas.
Trío contra escalera real.
He perdido.
Al lado de Montenegro aparece Pedro, quien también ríe como un demente, Natasha me besa y susurra a mi oído
—Tan débil como tu madre, eres una auténtica vergüenza.
Dos balas impactan contra mi pecho.
Despierto sudoroso, desorientado y agarrando la mano de la enfermera.
—Señor me está lastimando— solloza.
Carraspeó y la suelto, ella se masajea la mano lastimada, viendo como le he dejado una marca nada agradable.
¿Dónde carajos estoy?
Paso la vista por todo el lugar y parece un hospital.
—Señor, le avisaré al médico que despertó, su guardián debe estar en la recepción.
—No le diga a mi guardián que he despertado, solo deseo irme de aquí— explico con un tono más autoritario del que pretendía.
—Sus vitales son constantes y todo parece estar en orden, hablaré con el médico para que le den el alta.
Asiento y vuelvo a dormirme.
Abren la cortinilla corrediza y por unos minutos me siento observado.
Vuelven a cerrarla.
— ¿Liana Watson? – preguntan y así comienza a desarrollarse una conversación de la cual me pierdo gran parte.
La sala es un caos y a duras penas logro escuchar lo que dicen al otro lado de la cortina.
Al parecer mi guardián se llama Liana Watson, es una chica y...
—Soy su novia doctor.
Incrédulo, abro los ojos ante lo que acabo de escuchar.
— ¿Perdón? – increpa el médico y yo le sigo atrás en la fila del asombro.
—Pues como escucha, este papucho es mío— inocente niña que no sabe lo que dice.
—Cuando le pregunté me dijo que no tenía ningún tipo de relación con el paciente.
Lógicamente no la tenemos.
—El tema es que él y yo andamos como la canción doctor, felices los 4, de vez en cuando lo dejamos y luego lo retomamos en donde nos quedamos.
Resulta ser que ahora tengo novia, andamos felices los 4 y si la dejan seguir estoy seguro que salgo del hospital con un anillo en la mano, directo a la luna de miel.
—Muy bien, vaya a admisión y firme el papeleo, en cuanto esté listo podrá llevárselo— claudica el médico.
La buena noticia es que la tenacidad de mi ''novia'' ha servido de algo.
— ¿Ya despertó? — pregunta el pobre hombre.
—Sí doctor, solo que volvió a quedarse dormido.
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¿En que lio me he metido? #PGP2024
AçãoMi nombre es Liana Watson, pero todos me dicen Lia, Lia de liar y no en el sentido más caliente de la palabra, sino del liar que es sinónimo de pescar problemas de gratis. Gracias a esa fama, me convertí en toda una maestra a la hora de encontrar c...