Alexander
Observo la ventanilla del avión rumbo a México, mientras las últimas horas de la noche vienen a mi memoria.
—Cierto— susurra ella mientas una leve sonrisa se dibuja en su rostro ¿Qué estará maquinado esa alocada cabeza? — casi olvido las presentaciones, chicas les presento a Alexander, un mafioso que acabo de adoptar, soltero hasta el día de hoy y con plata un montón.
¡Mierda! ¿Cómo...? ¿Cómo se le ocurre hacer una broma como esa?
¡Por dios! De todas las mujeres del planeta, venirme a enamorar de la más chiflada con la que me he tropezado es la mayor locura que he cometido en toda mi vida.
—Era broma, chicas—aclara alivianando oportunamente el ambiente—, Alexander es un magnate petrolero.
Al momento de escucharla sus amigas se relajan y comienzan a beber y hablar entre ellas, una broma, eso fue lo que significó para todas lo que Lia acaba de decirles tan campante como el clima en una mañana de verano.
No me cabe la menor duda que ya están acostumbradas a la forma de ser de la pelirroja.
Anoche, apenas llego al apartamento, cayó en un sueño tan profundo que fue imposible despertarla para llevarla conmigo. Desde que Vladímir me señalo que Lia está en la mira de mis enemigos, dejarla en Rusia no era una opción, como tampoco lo era seguir siendo consecuente con Rodrigo.
Ya me imagino la cara de sorpresa que pondrá cuando se dé cuenta qué paso de dormir en una habitación a despertar en un avión.
—Mi pequeña revoltosa— susurro dejando un beso en sus labios— ¿Qué voy a hacer contigo?
Cierro la puerta del cuarto y por unos minutos trato de concentrarme en todo el trabajo que tengo delante.
Rodrigo Mendoza, el jefe de uno de los carteles de drogas más grandes en todo México, pero si grande es su negocio más lo es su ambición. Hace varios meses Shadow me informó sobre cierto cambio en nuestro socio, así que decidí observarlo más de cerca y resultó ser que el muy cabrón estaba jugando a los dos bandos.
Recientemente, me comunicó que había decidido cambiar de proveedor, lo cual se resume a incumplimiento del contrato, y eso es algo que no suelo tolerar y menos cuando de negocios se trata.
La primera advertencia se la envié con la cabeza de uno de sus hombres sin lengua y desmembrado, la segunda planeo ejecutarla hoy personalmente.
Terminando de revisar el plan de distribución para los próximos meses y luego de hacer par de anotaciones en el contrato, unas hábiles manos me impiden continuar con mi agenda.
— ¿Qué haces bebé? — dice agachándose justo delante de mí.
—Manteniéndonos a los dos, hermosa— acaricio su mejilla y ella apoya su cabeza en mi muslo— tienes una forma muy peculiar de sorprender a la gente.
—A la gente no, solo a ti.
Mi visión queda fija en ella que aún sigue entre mis piernas. La de cosas que me pasan por la cabeza me provocan una erección en cuestión de segundos. Ella sonríe y lentamente comienza con el pausado y tortuoso recorrido de sus dedos por mi torso. Sus manos chocan con la pretina del pantalón y poco a poco desabrocha cada botón con una calma que va transformando la espera en algo realmente doloroso.
—Relájate amor— besa mi vientre y sigue su camino, dónde sus dientes rozan el elástico de mi bóxer.
No sé cómo puede pedirme esto, y nada más y nada menos que en este tipo de situación.
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¿En que lio me he metido? #PGP2024
AksiMi nombre es Liana Watson, pero todos me dicen Lia, Lia de liar y no en el sentido más caliente de la palabra, sino del liar que es sinónimo de pescar problemas de gratis. Gracias a esa fama, me convertí en toda una maestra a la hora de encontrar c...