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Devi chilló entusiasmada una vez que se estacionaron frente a Sunrise Tacos. Eso fue muy divertido y excitante. Siento que me voy a desmayar!

¡¿QUÉ?! Gyo corrió hacia su hermana. ¿Qué quieres decir? ¿Te encuentras bien? Inmediatamente miró a Manaow y empezó a golpearle el brazo con cada palabra que decía. Te dije que no era buena idea!

Ow! Por que me pegas a mi, enana? Devi fue la que se antojo. Manaow intentaba evitar los golpes que cada vez eran más fuertes.

Devi tiró del brazo de su hermana hasta que cayó al suelo junto a ella. ¿Puedes relajarte? Estoy perfectamente bien. Estoy muy contenta de haber hecho esto. Cuando vuelva a caminar, me compraré una moto y Naow podrá enseñarme a guiarla.

Gyo tropezó con sus palabras. E-espera un minuto. ¿Puedes repetir lo que dijiste? La sonrisa más genuina que Manaow había visto nunca apareció en los labios de Gyo.

Ya me has oído, hermanita. Tengo mucho trabajo que hacer, así que no aceptaré un sustituto para Lin. Gyo hizo un puchero. Además, no creo que Naow encuentre tiempo para asistir a todas las sesiones de terapia, así que no te preocupes.

La pareja recién comprometida ayudó a Devi a sentarse en su silla de ruedas y se dirigieron al restaurante.


¡No puede ser! Un joven de altura media, tez morena y una sonrisa de oreja a oreja caminó hacia Manaow abrazándola fuerte. Pensé que nunca vendrías a visitarnos.

Hola, Marcos! Disculpame, he estado un poco ocupada. Las hermanas Wiwatkul se sorprendieron al escuchar a Manaow hablando español con tanta fluidez. Luego del abrazo se estrecharon la mano rápidamente. Te presento, ella es...

Tu prometida! El chico habló en tailandes para dirigirse a las chicas. Gyoza, cierto? Gyo asintió y dejó que el chico dejara un beso en su mejilla. Y esta hermosura que está aquí debe ser tu hermana. Un placer, linda. Yo soy Marcos Rivera.

Hola, me llamo Devi. Devi se sonrojó un poco por el apodo.

Es un placer tener a las 3 en mi humilde restaurante. Vengan conmigo, las llevaré a su mesa. Marcos agarró 3 menús de la barra y las guió a una de las mesas. Aquí probarán la mejor comida mexicana en toda Tailandia, se los prometo. Devi lo siguió feliz y hambrienta casi saboreando el olor que invadía sus fosas nasales. Naow y Gyo caminaban detrás de ellos.

No sabia que hablas español, Gyo menciono antes de sentarse en la silla que Manaow acomodo para ella.

Hay mucho que no sabes de mi. Tal vez algún día pueda contarte. Manaow se sentó a su lado. Devi ya estaba perdida viendo el menú y deseando pedir cada uno de los platos. Marcos, tu mamá no está hoy?

Vendrá más tarde. Fue hacer la compra para rellenar el inventario. Marcos palmeó su hombro. Sabes que aun insiste en que...

No. Ya lo hemos hablado varias veces. Este restaurante es de ustedes y no me deben nada.

Naow... Esta negó con la cabeza al escucharlo.

Que paso? preguntó Gyo con curiosidad.

Aquí la señorita humildad nos compró este local y nos dio un bono "semi anónimamente" para que pudiéramos comenzar el negocio, pero se niega a que le digamos a las personas o que le paguemos ese dinero de vuelta, Marcos explicó.

Ya te he dicho que no es necesario que me paguen. Me alegra haberlos ayudado y que el restaurante sea tan exitoso. Gyo miró a su hermana mayor que bajo el menú lo suficiente para que se vieran sus ojos y movió sus cejas insinuantemente. Pronunció las palabras "Es perfecta para ti" antes de volver a mirar el menú. Gyo aclaró su garganta y miró su propio menú.

Marcos suspira. Gracias por promocionar el restaurante en tu bar.

No me tienes que seguir agradeciendo. Me están ayudando a alimentar a esos borrachos que salen de la barra. Manaow se rio.

Bueno las dejo para que escojan lo que van a pedir. Los platos del día están en la segunda página ilustrados. Vuelvo en unos minutos. Las 3 asintieron. Devi hizo un gesto con su mano para que Gyo se acercara y le susurró al oído.

Si no te casas tú, me caso yo, pero esa mujer no sale de esta familia sin una Wiwatkul amarrada al cuello. Gyo golpeó su rodilla con la esquina de la mesa tratando de patear a su hermana sin éxito.


Si esto es comida mexicana, me mudo a México! Devi hablaba con la boca llena de los diferentes platillos que pidió.

Realmente cocinan delicioso, Naow. Gyo admitió. ¿Cómo conoces a Marcos?

Manaow limpio su boca con una servilleta antes de hablar. Él y su mamá tenían un pequeño carrito donde vendían algunos de estos platillos frente a la universidad. Probé el pozole y las enchiladas y quedé encantada. Cuando empecé a visitar el carrito más frecuente me hice amiga de Marcos. Me contó que él y su mamá usaban las ganancias del carrito para sobrevivir y pagar sus estudios. Vi mucho potencial en el negocio así que compré este local y les di un pequeño bono para que comenzaran.

Pequeño bono dices? Nos diste 500 mil bahts (aprox. $13, 500), dijo una mujer que estaba recostada en la barra. Manaow se levantó y la abrazo.

Hola, mamá Hilda. Manaow agarro su mano y la llevó a sus labios. Bendición.

Que Diosito te cuide siempre, mi niña. Y ese milagro que estas por aca?

Devi quiso comer tacos y obviamente la tenía que traer al mejor local. Devi la saludo con la boca aun llena y la cara toda manchada de diferentes salsas. Ella es su hermana, Gyoza. Mi prometida. Hilda golpeó la parte de atrás de la cabeza de Manaow. AY!

Hasta que por fin sentaste cabeza. Hilda se acercó a Gyo. Gracias. Esta casi se ahoga tragando.

Gracias por que?

Por aceptarla. Me tenia preocupada su estilito de vida. Hilda miró mal a Manaow que bajó la cabeza apenada.


Gyo?

Mm. Se agachó junto a su hermana mayor.

Si caigo en coma, esta vez no dejes que me levante. No puedo ni respirar de tanto comer. Manaow se echó a reír.

Les dije que esas porciones engañan. Se ven pequeñas así que sigues comiendo sin parar y de repente se infla todo en el estómago, comentó Manaow sobando su panza también. 

Reviso sus mensajes de texto luego de subir a Devi al auto de Gyo. "Estamos bien. Ya en el aeropuerto." También había una foto atachada de una mujer de piel bronceada, cabello y ojos marrones y una sonrisa dulce junto a un niño de tez blanca, cabello y ojos claros haciendo muecas a la cámara.

Todo bien? Gyo preguntó. Manaow guardó el celular en su bolsillo.

Todo perfecto. Gracias por hoy. Me alegra haber compartido con ustedes.

A nosotras también. Gyo miró casualmente al auto. Ya Devi había entrado en un coma de comida. Jajaja no se como mamá y yo la bajaremos del auto.

Si quieres voy a tu casa y las ayudo, sugirió Manaow.

No, no te preocupes. Nosotras podemos. Cualquier cosa la dejamos dormir en el auto. Ambas se rieron a carcajadas.

Vale. Pues vayan con cuidado. Manaow besó suavemente la mejilla de Gyo causando que se sonrojara.

Me avisas cuando llegues a tu casa. Digo, si quieres. Manaow asintió y se sentó en su moto. Gyo encendió su auto y esperó a que Manaow se fuera para entonces irse también. Nadie se percato que un auto negro las llevaba siguiendo desde el centro de terapia y que la persona dentro las vigilaba enfurecida. 

El AcuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora