La charla

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Por favor, denle un gran aplauso por su increíble actuación a la dueña, Manapat Siridawong.  Fuertes vítores y aplausos surgieron de la multitud.

¡Gracias! Espero que disfruten el resto de su velada aquí en Salesforce. Pidan también algo de comida. Viene del mejor restaurante mexicano de Bangkok, Sunrise Tacos. Manaow hizo una reverencia y bajó del escenario siguiendo el camino que habían tomado Gyo y sus amigas.

Gyo se miraba al espejo en el baño de Salesforce. De fondo se escuchaba la voz de Kai.

¿Les está gustando el espectáculo? Se oyeron más gritos de emoción que fueron amortiguados por las paredes del baño. Eso no es todo por hoy. Recuerden que son varios espectáculos en la noche de Magic Mike. Por ahora disfruten de la música. La música continuó como antes.

Gyo? ¿Estás bien? Sus amigas estaban justo al lado de ella mirándola a través del espejo. ¿Tan intenso fue? preguntó Suay. Gyo cerró los ojos recordando cada toque que Manaow dejó en su piel. Su mirada nunca dejó la de ella.


Chicas? La voz de Manaow hizo eco en el baño haciendo que los ojos de Gyo se abrieran. Puedo hablar con ella? 

No lo sé. Yo creo que mejor nos vamos a casa, sugirió Suay. Lada miró a Gyo que parecía estar en otro mundo. 

Estoy bien, chicas. La voz de Gyo sonaba un poco ronca por el tiempo que llevaba sin hablar. Suay y Lada asintieron. Manaow agarró la mano de Gyo sacándola de allí. Esta simplemente se dejó llevar como si estuviera en un trance y no pudiera decir nada. 

Pasaron entre la multitud que felicitaba a la primera artista de esa noche hasta llegar a la barra. Kai! Angie! Voy a estar en mi oficina. Gyo los miró momentáneamente. Ambos asintieron y continuaron con su trabajo. Manaow la llevó por el oscuro pasillo que llevaba a la entrada y abrió una puerta que Gyo ni siquiera había visto cuando entraron.


Al entrar a la oficina privada de Manaow, Gyo notó que era similar a la de su padre. Había dos fotos en la pared y ninguna era de ella o de su familia, sino de Rocío 1 y Rocio 2. Pilas de documentos y libros decoraban una esquina de la oficina mientras que en la otra parte había un escritorio de madera que encima tenía una computadora y algunos materiales para escribir. Entre medio del escritorio y de las pilas de documentos se encontraba un sofá azul claro con una sábana doblada y una almohada en uno de sus brazos y frente a él un televisor.

Disculpa el desorden que tengo. No esperaba visitas. Gyo asintió. Manaow la guió hasta el sofá sentándose a su lado. Pasaron unos segundos incómodos sin que ninguna de las dos dijera nada. ¿Q-quieres agua o algo de tomar?

A-agua, por favor. Manaow palmeó la mano de su prometida antes de salir de la oficina a buscar su bebida. En ese momento Gyo logró respirar y relajarse. Desde que entraron en la oficina había un aire de tensión que no sabían cómo quitar.


Manaow tomó una botella de agua del refrigerador cerca de la barra. Respiró profundamente y contó hasta 10. Cálmate, Naow. Esperemos que ella no lo haya notado, dijo para sí misma antes de abrir la puerta de su oficina. Aquí tienes. Manaow le entregó el agua. Gyo rápidamente tomó un sorbo. 

Gracias...

La incomodidad y la tensión todavía se podían sentir dentro de esa oficina, por lo que Naow decidió hablar. ¿Me exedi verdad? Gyo continuó tomando agua sin mirar a Manaow. No encontraba como mirarla a los ojos otra vez después de lo que pasó.

Puede que el público no lo haya visto, pero Gyo ciertamente lo sintió y fue muy consciente de lo que sucedió. Durante la coreografía, Manaow se sentó en el regazo de Gyo mientras bailaba y le dio un suave beso en el cuello. Fue breve, pero suficiente para hacer que Gyo perdiera la cabeza.

Gyo colocó la botella en el suelo y se acomodó en el sofá algo incómoda. H-haces eso con otras personas?

¡No! Te lo prometo que no. Manaow agarró sus manos y suavemente giró la cara de Gyo hacia ella para poder mirarla a los ojos. No es muy común que yo haga este tipo de espectáculos, pero como te dije el chico que le tocaba participar hoy no pudo venir así que tuve que reemplazarlo, eso es todo.

¿El beso también fue parte de la rutina? preguntó Gyo tragándose los nervios que la invaden.

No... Honestamente, me nació hacerlo. Manaow se levantó del sofá y se recostó en el escritorio poniendo algo de distancia entre ellas. Perdoname. Gyo la miro confundida. No quería incomodarte, de verdad. Admito que me haces sentir cosas que nunca pensé que sentiría por alguien después de lo que he vivido, pero eso no es excusa para aprovecharme de una situación así.


Las palabras "después de lo que he vivido" resonaron en la cabeza de Gyo. Manaow, ¿por qué te están siguiendo? El agarre que Manaow tenía sobre el escritorio se hizo más fuerte. Lo que pasó en el escenario lo puedo ignorar o tal vez podamos hablarlo en otra ocasión, pero esto no. Pure me comentó que nos siguió del centro de terapia al restaurante, pero que había alguien más siguiéndonos.

Manaow se acercó a ella agarrándola por los brazos. ¿Te dijo si era un hombre o una mujer? ¿En qué tipo de auto iban? ¿Vio las placas?

Entonces es cierto? ¿Alguien te está siguiendo? Manaow se alejó otra vez murmurando para sí misma de espaldas a Gyo. 

No tienes que preocuparte por eso. Yo lo estoy resolviendo. Gyo negó con la cabeza y se paró frente a Manaow.

Si estás en peligro, eso significa que yo y mi familia también lo estamos. Estamos comprometidas. Nos vamos a casar en 3 meses. Manaow estaba muy consciente de la situación y quería mantener a Gyo a raya tanto como fuera posible. ¿Por qué no vas a la policía?

¡No! Gyo se asustó al ver el miedo que llenaba los ojos de Manaow. Y-ya te dije que yo lo estoy resolviendo. Tu familia no está en peligro ni la mía. No puedo contarte porque no me siento preparada para hablar de ello, pero solo quiero que sepas que no estoy en peligro, pero alguien muy importante para mi si lo está y haré lo que esté a mi alcance para evitar que lo encuentren.

¿Será la mujer con la que habló por teléfono aquella vez? Warang sabrá algo acerca de esto? Cientos de preguntas se formaban en la cabeza de Gyo.

Gyo? Sus ojos se encontraron. Prométeme que no le dirás a nadie. Ni tu ni Pure. Si alguien se entera podrían ponerse en peligro. Por favor. Manaow pegó su frente contra la de Gyo cerrando los ojos. Gyo estuvo a punto de alejarse, pero las palabras de Manaow la detuvieron. No puedo permitir que te pase nada. No me lo perdonaría. 

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