Slytherin Queen - Regulus Black © ✔

|39| Capítulo

⁓ La pureza del corazón ⁓

12 de diciembre de 1991:

Me encontraba caminando por los vacíos pasillos de Hogwarts, había llegado a ver a mis hermanos y Aslan antes de Navidad. Por tonto que pareciera, solía llevar delicias turcas ya que a mis hermanos les encantaban, que no se los pueden comer, pues claro está, pero era una forma de que recordarán el pasado.

Al acercarme a la biblioteca, divisé a Hermione Granger, absorta en un libro. Con pasos suaves, me aproximé y aguardé a que levantara la vista.

— Hola, Hermione. — La saludé con una sonrisa cálida.

Hermione levantó la mirada, sorprendida al verme.

— ¡Diana! ¿Qué te trae por aquí? — Preguntó curiosa.

— He venido a ver a mis hermanos y a Aslan. — Expliqué, tomando asiento frente a ella. — Pero pensé que podríamos disfrutar de un poco de compañía mutua. ¿Te importa?

Hermione cerró el libro y asintió con una sonrisa tímida. — No, para nada. Será agradable tener compañía.

Me recosté en la silla, sintiéndome más relajada con la presencia de Hermione. — ¿Cómo has estado, Hermione? ¿Te ha estado yendo bien en tus clases?

Hermione asintió, pero había un atisbo de tristeza en sus ojos. — Sí, las clases van bien, pero... a veces me siento un poco sola aquí. Mis padres fueron muggles y... bueno, no tengo a nadie más en el mundo mágico... Ni en el no mágico. 

Hermione se tomó un momento para recoger sus pensamientos antes de responder. Sus ojos mostraban una mezcla de melancolía y determinación mientras recordaba su tiempo en el orfanato.

— Ha sido difícil, Diana. Vivir en un orfanato no es fácil, especialmente cuando eres diferente, cuando sientes que no encajas del todo. — Comenzó, su voz cargada de emociones. — La soledad puede ser abrumadora a veces, y las expectativas de los demás pueden pesar mucho. Pero, aprendí a ser fuerte, a valerme por mí misma. A veces, la vida te obliga a madurar más rápido de lo que deberías.

Su mirada se desvió hacia algún punto lejano mientras continuaba.

— Pero también he encontrado refugio en los libros, en el conocimiento. La biblioteca era mi escape, mi santuario. Aprendí tanto allí, y eso me dio esperanza, me ayudó a creer que podría hacer algo significativo con mi vida, a pesar de mis circunstancias.

Hermione respiró profundamente, como si estuviera reviviendo esos momentos difíciles.

— Pero no puedo negar que anhelaba una familia, un lugar al que realmente pertenecer. Hogwarts ha sido ese lugar para mí, donde encontré amigos verdaderos, donde pude ser yo misma sin miedo al rechazo... O al menos no por completo. 

Una punzada de empatía atravesó mi corazón al escuchar las palabras de Hermione. — Lo siento mucho, Hermione. Debe ser difícil sentirse así.

Hermione asintió, agradecida por mi comprensión. — Gracias, Diana. Aprecio mucho tu amabilidad.

— Quiero que sepas que no estás sola. Siempre puedes contar conmigo para apoyarte y estar aquí para ti.

Hermione me miró con gratitud, y su sonrisa fue un bálsamo para mi alma. — Gracias, Diana. Significa mucho para mí tener a alguien como tú.

— Hermione, ¿te gustaría venir conmigo a la Cámara de los Recuerdos? — sugirió Diana con entusiasmo. — Estoy segura de que disfrutarías de ver algunos de los recuerdos que guardamos allí. Además, sería una buena oportunidad para que te distraigas un poco de los estudios y te relajes antes de que las vacaciones terminen.

Hermione me mira con sus grandes ojos,asintió con una sonrisa, intrigada por la idea de explorar la Cámara de los Recuerdos.

— ¡Me encantaría, Diana! — respondió Hermione con emoción. — Siempre he sentido curiosidad por esa parte de Hogwarts, y sería genial compartir ese momento contigo.

Sentí un nudo en la garganta, pero esta vez era de gratitud. Durante el resto de la tarde, compartimos historias y risas, fortaleciendo nuestra amistad en la biblioteca de Hogwarts. 

Después de un rato, caminamos a la cámara de los recuerdos... Al llegar creí que Salazar querría mi cabeza en la pared por haber traído a Hermione.

Pero eso no paso, al contrario... Lo cual es muy raro. Me alejo un rato para darle chance a Salazar de acercarse.

— ¿Qué pasa? — Le preguntó.
— Nada... Tu estás rara.
— ¿Cambiaste tus ideales? — Le pregunto y él me hace una cara de asco.
— No... ¿Porque?
— Convives con Hermione perfectamente, es hija de muggles. — Le informo.
— En realidad no, Hermione es hija de unos magos sangre pura que fueron asesinados por Tom.