|28| Capítulo

385 33 0
                                    

⁓ LA PIEDRA DE LA RESURRECCIÓN ⁓

Sinceramente, tanto Reggie como yo sabíamos que no era tiempo para luna de miel, necesitábamos plan B, C, D y hasta la Z. París vendría después, cuando el señor tenebroso ya no existiera.

La boda había sido el 20, estábamos en 26... Mi boda fue simplemente perfecta, como se esperaría de una boda real.

Estábamos en el antiguo castillo, organizando un baile en honor a Regulus... El protocolo no lo indicaba pero creo que Reg siempre se sintió la sombra de su hermano, al ser príncipe por nuestro matrimonio, qué mejor que hacer una pequeña reunión.

Nos enfrentábamos en un combate de espadas, habíamos creado campos de fuerza que se mostrarían de color rojo si el ataque fuera mortal. 

— ¿Cómo crees que esté madre? — Me pregunta.
— Walburga es fuerte... — Digo, bajo mi espada. — Creo que necesitas saber algo.

Regulus imitó mi acción.

— ¿Qué cosa? —  Pregunta.
— Walburga... ella aceptó nuestro matrimonio y té apresuró porque te quiere lejos del Lord. Por eso también hecho a Sirius. Thomas había puesto sus ojos sobre ustedes y con sus palabras-

— ¿Cómo así? — Pregunta Regulus. — Cuéntamelo todo. 

— El día de la llegada del Lord... Ella me llevó aparte para regañarme, yo le dije que te estaba protegiendo, a diferencia de ella con Sirius... El día de nuestro compromiso, tomamos el té y ella me dijo que yo si te lograría proteger ya que ella no pudo con Sirius. — Empiezo a explicar. — Ella siempre creyó que estarían a salvo en la mansión, bajo el manto negro de la familia... Que serían invisibles a él. Pero Sirius se volvió un blanco por su amistad con James... Lo orillo a irse porque no tuvo el valor para echarlo, el Lord fue a buscarlo a tu casa... Así que una parte de su plan salió bien... Pero tú no seguiste a tu hermano.

— ¿Qué más? — Pregunta Regulus con los ojos llorosos.

— Ella cree que hizo lo correcto, alejo a Sirius del Lord y que esperaba que a mi lado tu estuvieras a salvo.  Yo le pregunte por Orion y ella, pero me contestó que ellos no importaban, ellos tomaron esas decisiones, pero ninguno de sus hijos tenían que sufrir por ellas. — Terminó de decir.

— Tu... ¿quisiste quedarte por el Lord o por mamá? — Me pregunta.
— Por ambos... Te lo dije una vez y lo repito, creo que tu mamá tiene salvación... Mis padres también tomaron decisiones, papá fue un soldado y mamá se quedó con él, porque esa fue su decisión, a mis hermanos y a mí nos mandaron lejos de la guerra... Creo que tus padres querían lo mismo. — Termino de explicar.

— Pero... Yo no soy Sirius. — Dice.
— Eres Regulus Black... Y eso hizo que él pusiera sus ojos sobre tí. Thomas Riddle tiene un  plan para tí y es de lo que tu madre quiere alejarte. — Digo.

— Estamos a días de acabar con él... — Dice. — Seremos felices después. 

Dice mientras me abraza.

Las puertas del salón se abren de par en par y Dumbledore entra.

— Mis disculpas sus majestades... — Dice Dumbledore, Regulus y yo nos separamos.
— Dumbledore, que te trae a nuestra humilde morada. — Digo caminando hacía él.
— Me temo que el castillo es de todo menos humilde, Reina. — Habla Dumbledore con un tono algo burlón.

Regulus y yo reímos.

— Me recuerdas tanto a Aslan... — Le digo.
— Les he traído un regalo de boda. — Dice mientras saca una snitch.
— Uy... Reg, trata de decirte que nunca atrapaste ninguna. — Digo y Dumbledore ríe conmigo.
— Gracias por recordármelo, cariño. —Dice ofendido.

— ¡Silencius! — Dumbledore silencia la habitación. — ¡Antiapertura!

La habitación silenciada, las puertas cerradas... Camino hacía Regulus.

— Tranquilos, jóvenes...  Sé que se ve mal, pero creo que necesitará mi ayuda para su plan. — Dice Dumbledore, Regulus y yo nos miramos.

— No sabemos de lo que hablas, Dumbledore. — Dice Regulus.
— Claro que saben... Tomen, esto les ayudará, en una parte. — Dice dándome la snitch. 
— Ábrela. — Le hago caso y en su interior había un anillo.

— ¿Un anillo? — Pregunta Regulus viendo el anillo.
— Tiene el símbolo de la muerte... La piedra de la resurrección. — Digo entendiendo.
— Una de las reliquias de la muerte. — Dice Regulus.

— Así es... Confío en que estará a salvo con ustedes y que... Si las necesitan podrán contar con James Potter. — Dice Dumbledore.

— ¿James? — Preguntó.
— Él es el propietario de la capa de invisibilidad. —  Nos aclara la duda.
— ¿Qué hay de la varita de saúco? — Pregunta Regulus.
— Es de mi propiedad... Les pido jóvenes que confíen en mí,  todo tiene un porqué. — Habla Dumbledore. — Con su permiso, majestades. 

Se empieza a ir.

— ¿Me la prestarías? — Me voltea a ver. — Quiero traer a mis hermanos de vuelta.
— Hablaremos de eso en el futuro, Reina. — Dice y yo asiento. — Con permiso.

Regulus y yo nos miramos entre sí, para después bajar la vista hacia la snitch. 

— Bueno... Ya llevamos una, faltan dos. — Dice Regulus.


Slytherin Queen - Regulus Black © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora