|44| Capítulo

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⁓ El renacer de la esperanza ⁓

El que tiene el poder para vencer al Señor Tenebroso se acerca... Nacido de los que lo han desafiado tres veces, nacido en el último mes del año... y el Señor Tenebroso lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce... y uno de los dos deberá morir a manos del otro pues ninguno de los dos podrá vivir mientras el otro siga con vida... El que tiene el poder de vencer al Señor Tenebroso nacerá cuando el último mes del año muera...

Las palabras resonaban en mi mente mientras cerraba el libro de golpe y miraba a Dumbledore con ojos llenos de furia y confusión. La profecía era clara, y no podía creer lo que acababa de descubrir.

—Le mentiste a Regulus... —repetí, mi voz temblando con la mezcla de emociones—. Sabías perfectamente que el elegido no era Harry, sino Tom.

Dumbledore mantuvo su mirada calmada, pero sus ojos azules reflejaban la profundidad de los secretos que había guardado durante tantos años.

—Diana, las profecías son complicadas. No siempre revelan toda la verdad o pueden interpretarse de múltiples maneras. En su momento, creí que Harry era la clave para derrotar a Voldemort.

Apreté los puños, intentando controlar mi enojo.

—¿Y ahora qué? ¿Simplemente esperaremos a que todo se desmorone? ¿Qué pasa con los sacrificios de aquellos que hemos perdido?

Dumbledore suspiró, levantándose de su silla y acercándose a la ventana del despacho, donde las luces del castillo titilaban en la noche.

—A veces, incluso los mejores de nosotros cometemos errores. Pero no todo está perdido, Diana. Aún hay esperanza.

Fruncí el ceño, sin comprender.

— ¿Esperanza? ¿Cómo podemos tener esperanza cuando tantos han caído?

Dumbledore se giró para mirarme directamente.

— Las Reliquias de la Muerte. Tú las tienes, y en ellas reside un poder más allá de lo imaginable. Un poder que puede devolver lo que hemos perdido... Eso fue lo que te dijo Salazar.

Me quedé sin aliento, entendiendo finalmente el peso de las palabras del anciano mago. Tenía la Capa de Invisibilidad, la Piedra de la Resurrección y la Varita de Saúco.

— ¿Quieres que use las Reliquias para traerlos de vuelta? — susurré, sintiendo un nudo en la garganta.

— No es tan sencillo — dijo Dumbledore — Las Reliquias deben usarse con gran sabiduría. Pero si alguien puede hacerlo, eres tú.

Salgo de su despacho enojada, pero al salir me topo con mi esposo y cuñado.

— ¿Qué te dijo? — Pregunta Regulus, acercándose a mi.
— Que te mintio, a ti y a todos... Harry no era el elegido, si no Tom. — Le digo. — Necesito las reliquias de la muerte.

— La piedra de la resurrección y la varita de sauco están en la cámara de los recuerdos pero ¿Y la capa de la invisibilidad? — Me pregunta.

— La tengo yo. — Dice Sirius. — Era de James.
— Ve por ella y llévala al castillo, voy a traer a todos de vuelta. — Ambos hermanos me miran.
— ¿A todos? — Me pregunta Sirius.
— Desde Lily hasta Walburga... Todos. — Ambos hermanos se van corriendo.

— Mamá. — Escucho a alguien hablarme, volteo y veo a Tom.
— ¿Sí, cariño? — Me acerco a él y acomodo su cabello.
— ¿Ellos nos aceptarán? — Me pregunta.
— ¿Quienes? 
— Tus hermanos y los padres de papá. 
— Pues claro, son nuestros hijos, aunque probablemente Harry vuelva a su casa... Pero nos seguirá visitando. — Le explico.

Slytherin Queen - Regulus Black © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora