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LUCIFER
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Sábado por la noche y la gente sale a divertirse a los bares de la ciudad, aquí hay cientos de ellos y todo al que entres tiene un buen ambiente lleno de gente cantando y bebiendo, hay muchos estudiantes de fuera, lo único que quieren es distraerse y divertirse un rato.
Conduzco por las grandes avenidas a toda velocidad en mi Lamborghini dorado con Abel a mi lado, como lo dije es sábado por la noche y hay que divertirnos y distraernos de estos días de mierda.
Vamos a las catacumbas, hoy peleo con el sobrino de Bonanne y prometo hacerlo mierda.
—Ya están los adornos navideños por todos lados ¿Pasaras navidad en casa? —me pregunta mi amigo viendo la ventana del auto y creo que será la fecha donde más falta aran ellos.
—No lo sé, será la primera navidad sin los abuelos, no me da por festejar nada —hace apenas un par de semanas de su partida y cada día me cuesta más llegar a casa y no verlos, me la vivo en la central o en mi pent-house, no me nace ir al castillo aun, tengo que hacerlo, el abuelo siempre dijo que su despacho seria mío cuando el no estuviera y ahora está cerrado con llave para que nadie entre, solo yo y no he querido hacerlo.
Ayer hablo el abogado conmigo y me dijo que tenemos que leer el testamento en estos días, el cual está en ese despacho pero no me interesa repartir lo que era de ellos y lo que tanto les costó.
—Te entiendo hermano, desde que murió el abuelo también es difícil entrar a su casa y no echarlo de menos —el abuelo de Abel era falco, mi abuelo y el suyo se hicieron muy amigos desde que Ramsés ingreso a él comando de Irlanda, él era el secretario de defensa que murió en el operativo de los submarinos.
—Pero recuerda el evento de inicio de año, ahí si no podrás esconderte.
Cada año desde que los abuelos eran novios, adoptaron una tradición, cada inicio de año realizan una cena en la mansión con solo ciertos invitados, es una tradición de más de 50 años y supongo que ahora Fiona se hará cargo de eso.
— ¿Vas a pelear hoy? —le pregunto para cambiar el tema, no se me da ponerme sentimental.
—No creo, solo te echare ánimos amigo, solo no pierdas el enfoque Lucifer, no queremos cargos de conciencia —eso es algo que definitivamente no tengo, conciencia — ¿No tienes el número de Júpiter de casualidad?
Giro inmediatamente mi cabeza hacia el con las cejas juntas.
—Es que quiero invitarla a salir, pero no me diste chance de pedírselo el día de las carreras, recuerdo que se lo dio a Ebba pero sentí que me vería muy abusón si yo también lo anotaba y nuestra amiga dice que no lo tiene, que más bien creo que no me lo quiere dar y Eider también dice que no lo tiene y que sonara extraño pedírselo a Roisin, que no quiere que su chica lo mal interprete y a ella no la he visto, tampoco me quieren decir donde vive.
— ¿Para qué quieres saber eso?
—Ya te dije, quiero invitarla a salir.
—Tiene novio.
—Ya lo sé y es algo que no me interesa, Eider dice que es un incompetente así que podre con el fácil.
—No creo que ella quiera traicionarlo para salir contigo.
—¿Tu que sabes?, puedo ser muy convincente, me gusta Lucifer, y me gusta mucho —Sigo conduciendo con las cejas juntas, es obvio que le gusta, la niña es preciosa, por donde la mires, pero que busque en otro lado porque con ella no.
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Corazones Rotos
RandomQuien diría, que abecés el amor llega a nosotras desde el mismo infierno para acerté arder en él, y quien diría, que abecés somos tan masoquistas, que lo único que queremos es vernos envueltas en esas llamas con los brazos de un demonio acunándonos...