Capítulo 1

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Jules Shalom:

El modelaje siempre fue algo que amé desde que era niña. Recuerdo que jugaba a posar con vestuarios que yo misma inventaba mientras mi padre me sacaba fotos con su cámara imaginaría y mi madre me alagaba todo el tiempo.

A medida que fui creciendo esa gracia ante las cámaras se desarrollaba aún más y también portaba con una figura realmente perfecta para la profesión sin ni siquiera forzarlo con dietas y ejercicios.

Realmente creo que nací para ser modelo.

— ¡Eso es Jules! — Me anima Philips, el fotógrafo de la compañía mientras doy mis mejores poses sintiéndome una diosa con este bikini puesto — Voltea hacia la derecha... perfecto. Ahora regalame tu mejor sonrisa.

Continuo con la sesión de fotos mientras el estudio está repleto de cámaras, luces, maquillistas, vestuaristas y Eduard, el hijo del dueño de la compañía.
Típico hijo consentido de papá, guapo además, millonario y con un gran arte para conquistar chicas.

¿Su pasatiempo favorito?

Tirarse a cada modelo que pise este edificio.

¿Blanco nuevo?

Yo.

Soy la única modelo que no ha caído rendida a sus encantos y la envidia de todas las otras, ya que tengo a Eduard como perro realengo detrás de un chorizo.

—¡Bien hecho hermosa! Descansa. Hemos terminado.

Automáticamente los trabajadores recogen todo el equipo para marcharse mientras me coloco un albornoz y me dirijo a una especie de habitación donde las modelos dejan sus pertenencias, pueden comer y hasta ducharse después de sesiones largas como la que tuve hoy.

—¡Preciosa! — Ruedo los ojos ante el llamado de Eduard. No soporto los apodos estúpidos que me pone.

— ¿Qué pasa?— Pregunto moderando un poco mi tono ya que es el hijo del jefe. No quiero causarme el despido por causa de un niño mimado, más bien hombre inmaduro.

Eduard se acerca hacia mí con esa postura de príncipe azul y sonrisa de ángel. Debo admitir que no está para nada mal. Es de estatura media , aunque un poco más alto que las modelos de aquí, delgado, buena figura física, ojos color zafiro redondos, pestañas y cejas rubias pobladas, cabello ondulado bien peinado hacia atrás, pómulos y labios rellenos, mirada sexy de depredador carnal.

Lástima que sea un completo idiota.

— Quería invitarte a salir. Está noche asistiremos a una gala con compañías de modelaje muy reconocidas y famosas. La misma Elle Smith estará allí.

¡Elle Smith!

¡Joder está vez sí se las ingenio bien para hacerme dudar!...

— Muchas gracias señor Eduard...pero no me encuentro bien . Estoy cansada.

Me regala una de esas sonrisas moja bragas que lleva y ruedo los ojos internamente.

— ¿Cuándo vas a dejar de hacerte rogar? ¿No ves que me tienes loco y babeando por tí?.

Finjo una sonrisa para quedar que lo rechazo amablemente, estoy a punto de mandarlo a la mierda.

— De verdad. Hoy no. Además, mi novio me espera abajo, así que si me permites debo irme.

Me despido con un apretón de manos y gracias a dios logro llegar a la habitación. Tomo una ducha rápida y me arreglo rápidamente para esperar a Andy abajo, el cual insiste en pasar por mi cada vez que tengo que venir a trabajar.

Sirena de Playa.[En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora