Sirena de Playa.[En Edición]

Capitulo 26

Rayan Slogan

   — ¿Por qué no me dijiste que era tu cumpleaños? — Dice la pelirroja de brazos cruzados. Me acarició la cabellera en una maña nerviosa mientras mis padres ocultan una risa burlona.

   — Ni siquiera recordaba que era nuestro cumpleaños — Digo rodeando su cintura con mis brazos y frunce los labios en una mueca...

  — No he podido ni hacerte la sorpresa que pretendía hacerte— dice haciendo un puchero y pasando sus brazos delegados al rededor de mi cuello — ¡Feliz cumpleaños insoportable! .

    Me abraza e inhalo el aroma a rosas que siempre desprende. Luego se acerca a Ray y lo estrecha en un abrazo y Lisseth a mí rodando los ojos, no nos llevamos muy bien debido a que siempre la ando fastidiando con su aspecto y su mal carácter.

   — ¿Alguien quiere pastel?— Dice mi madre eufórica...

  — ¡Yo de chocolate!— dicen Lisseth, Ray y Jules al mismo tiempo mientras que mi padre y yo somos los únicos que preferimos la vainilla.

  — Jules cuéntanos — Mi padre me observa con mirada lobuna junto con mi madre y mis nervios comienzan a dispararse — ¿Como fue que lograste que este imbécil se enamorara como un loco de tí?

    Me atraganto con el pedazo de pastel y mi hermano suelta una carcajada mientras que Jules me observa curiosa...

  — Bueno... supuestamente no está enamorado de mi y no tenemos nada serio— Dice gesticulando comillas en el aíre con sus dedos.

    Mi madre ríe a carcajadas ignotizando a todos ante su hermosa risa. Mi pecho se calienta al verla llena de ánimos...

  — ¿Tú te crees eso? Porque eso nadie se lo creería — Dice suspirando y aguantando su estómago, mi padre la observa con cara de enamorado y frunzo el ceño...

  — Yo ella me lo creería...El gemelo idiota no tiene sentimientos — Dice Lisseth en un susurro bastante alto y todos ríen...

  — Se le nota que está loco por ella...como yo por ti— Le dice Raymond y de repente me he repugnado...no sé si por el dulce o por el romanticismo de ellos.

   — Dejen de hablar como si yo no estuviera— concluyo el tema de conversación respondiendo una llamada de un número desconocido— ¿Sí? ...

   — ¡Hermanos Felicidades!— Dice Michael a través de una videollamada acompañado de una rubia muy hermosa — Ya estoy en los Ángeles. Los espero en la playa para celebrarlo como debe ser..

   — ¡Michi!— Dice Jules apareciéndose en la videollamada y mi amigo hace una mueca ...

   — ¿Jules ...y ese milagro que estás junto a los gemelos?

    Jules me observa....

  — ¿Como te fue en Italia?— Dice mi hermano quitándome el teléfono. Michael aún no sabe de la relación entre  dos de sus  mejores amigos. Estoy seguro que cuando se entere no le va hacer mucha gracia que me haya metido con la niña de sus ojos.

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    Mi hermano y yo estacionamos el Jeep en la playa, la música a todo volumen, muchas chicas en bikini dejando ver sus curvas de infarto y chicos disfrutando de la vista. En otro momento de seguro fuera yo uno de ellos, pero ahora solamente tengo ojos para la sirena que viste un bikini rojo vino que hace juego con su cabello, dejando ver sus hermosas piernas y escultural figura envidiada por las chicas y deseada por cada hombre que deleita su vista al verla .