Capitulo 10

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Rayan Slogan

    Llegamos a casa. Gracias a dios mi padre está en el hospital y Ray está abriendo el café. Le expliqué la situación y me apoyo en que me tomara el día libre... mientras que Jules llamo a su jefe y mintió con que estaba enferma así que le corrieron la sesión para mañana. Justo ahora está en el baño de mi cuarto tomando una ducha.

    Mientras lo hace he preparado unos sandwiches y jugo de naranja para desayunar . Un rato después de llegar vomitó todo así que supongo que quiera algo de comer. Su móvil vuelve a sonar anunciando la llamada número once de su exnovio. Fastidiado silencio el móvil.

— Tienes un baño muy bonito — la escucho decir mientras baja las escaleras con una de mis sudaderas puesta, me muerdo intencionalmente causando un sonrojo y risa coqueta en ella.

— ¿Que me ves?— Pregunta tomando asiento en uno de los taburetes de la barra americana que hay en la cocina. Le ofrezco dos sandwiches y un vaso de jugo. Observa todo con asombro y luego a mí..

— ¿Qué?— Pregunto con el ceño fruncido.

— Sabía que eras imbécil pero no que fueses capas de limpiar mi vómito y prepararme un desayuno.

Ruedo los ojos en respuesta.

El móvil vuelve a sonar y está vez lo apaga  mientras yo le doy gracias a dios por no tener que oír esa fastidiosa melodía.

O tal vez por no tener que leer el nombre "Andy Amor" otra vez .

— Solo come.

Digo tomando asiento frente a ella y comiendo mi desayuno. La verdad me esmeré en preparar un buen sándwich y un buen juego...soy pésimo en la cocina.

— Está delicioso — Comenta mientras traga prácticamente el bocado entero— Gracias por todo otra vez.

— Yo no sabía que las modelos de bikinis podían comer tanto — Rueda los ojos a mí comentario...

— Y no se puede ...pero yo no tengo que seguir dieta ya que no engordo con nada.

Tan perfecta en todos los sentidos...

Termina de comer, se coloca de pie mientras recoje ambos recipientes y los lava. Luego de eso hace el intento de salir de la cocina escusandose de que necesita ir al baño , pero la tomo de la cintura desde atrás volteándola hacia mi bruscamente sus pechos duros y erectos rozando el mío.

— ¿Qué haces?— Pregunta observándo mis ojos de manera nerviosa sin dejar de verse sexy.

— Me debes una disculpa.

— ¿Por?— Pregunta haciéndose la inocente...

— Por pegarme dos veces, decirle loca a mí abuela y enseñarme tu dedo corazón.

Una sonrisa burlona amenaza con presentarse en ese rostro angelical...pero logra dominar el impulso...

— ¿Y si no lo hago?— Dice mientras me observa con mirada desafiante, lo cual me hace hervir en llamas y despierta mi impulso de tomar su cuello...pero al igual  ella soy alguien muy impulsivo así que lo hago.

Me dan ganas de besar esos labios los cuales muerde en deseo.

— Suéltame.

Me acerco a su boca, luego a sus mejillas inhalando el olor de lavanda que destila debido a mí jabón...

— Discúlpate — murmuro sobre la piel de su cuello...con mi mano libre aprieto mas su cintura y lentamente bajo a una de sus caderas y obtengo un bajo y corto gemido de su parte.

— No quiero— Dice, sus ojos verdes observándome sin perder el desafío y reto de ellos.

— Me estás haciendo perder el autocontrol, me muero por besar esos hermosos labios tuyos y te advierto que es lo más inocente que muero por hacerte.

— ¿Pues que pasa que no lo has hecho?...¿Miedo Slogan?.

Sonrió mientras la pegó más a mí, jadea al sentir el bulto en mi pantalón, beso intensamente su hermoso y largo cuello antes de tomar ferozmente su boca en un beso violento y ardiente que grita impotencia y deseo desenfrenado, al cual responde con las mismas ansias.

Me separo de ella para respirar y soltar su cabellera ondulada de esa liga haciéndola ver más salvaje y provocativa, luego se abalanza sobre mi pasando sus piernas al rededor de mi cintura y sus brazos al rededor de mi nuca, me levanto aún con ella encima para guiarnos hacia el sofá que está en la sala. Me acuesto sobre ella mientras continuo besando su boca, su cuello, su clavícula al notar que responde a cada unas de mis caricias...

— Te he deseado tanto...

Susurro en la piel quemante de su cuerpo a lo que ella responde con jadeos y caricias. Justo cuando tomo el borde de la sudadera para deshacerme de ella se separa de golpe tomando asiento y acomodando su ropa como puede.

— Lo siento...pero no puedo— Dice con las mejillas teñidas de rojo sin poder observar mis ojos.

¡Maldición no me hagas esto!

— ¿He hecho algo fuera de lugar?.¿Te hecho sentir incómoda?— Pregunto con tono suave y comprensivo a lo que niega repetidas veces.

— No es tu culpa...es solo que no puedo. Perdón— dice mirando a sus pies desnudos.

— ¿Aún sientes algo por el ... cierto?— Pregunto con un tono reprochador sin poder evitarlo.

No obtengo respuesta alguna de su parte....solo silencio y todos hemos oído el refrán "El silencio otorga".

Me coloco de pie alejándome de ella...

— Está bien...puedes dormir en mi habitación si te apetece — le informo mientras subo escaleras arriba — Voy a tomar un baño.

Entro a la habitación de mi hermano pegándole un tirón a la puerta .¿Como es posible que aún sienta algo por ese imbécil después de lo que le ha hecho? No logro entenderlo por más que trato. Se que nunca me he enamorado de nadie pero a mí alguien me hace lo que le ha hecho ese imbécil y mas nunca le miro a la cara.

Abro la ducha y me sumerjo bajo el agua caliente relajando mis músculos. El cabello mojado se me pega a los lados del rostro. El sonido del agua cayendo automáticamente me hace olvidar de mi enojo o de cualquier cosa.

  Después de todo... puedo llegar a entender, es su relación de años a mi ne conoció ayer como quien dice y que yo le guste no significa que tenga algo conmigo de la noche a la mañana.

  Envuelvo mi cuerpo en la toalla una vez que salgo. Busco en los cajones de mi hermano cualquier short y camiseta que colocarme , luego peino mi cabello gris con las manos y bajo al salón a revisar un par de cuentas del café.

La encuentro vestida sentada en el sofá colocando sus zapatos...

—¿Qué haces?— Pregunto una vez frente a ella con notable enojo..

Joder.. no tiene que irse..

— Me voy a mí casa ya has hecho suficiente por mí y me encuentro bien— Responde sin mirar a mis ojos.

Tomo asiento frente a ella...

— No tienes que irte por lo que ha pasado.

  Se coloca de pie y toma su pequeño bolso con sus pertenencias...

— Muchas gracias por todo de verdad.

Dice caminando hacia la salida. En verdad no quiero que se marche y controlo el impulso de pedirle que se quede. Pero creo que ya he violado su espacio demasiado y tampoco acostumbro a rogarle a nadie por qué no se valla.

— De nada.

  Sale de la casa con pasos seguros dejando una especie de vacío cada vez que la veo alejarse más de mi...

Qué carajos pasa conmigo últimamente...

Bufo y con el mismo impulso que baje las escaleras vuelvo a subirlas dejándome caer en la cama y olvidándome de la existencia de ella en mi vida.

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Sirena de Playa.[En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora