Capitulo 25

10 4 0
                                    

Rayan Slogan

  — ¿Como está la madre más linda?— Pregunto asomando mi cabeza a través de la puerta . Mi corazón da un brinco cuando hallo la cama vacía.

      Entro a su habitación observando todo y ni rastro de ella.

  — Señor Slogan — Se escucha la voz de la enfermera desde atrás.

  — ¿Donde está?— Pregunto girándome hacia ella y baja la vista hacia el suelo. Inmediatamente mis ojos comienzan a picar...

    Yo la dejé bien ayer en la mañana...tiene que estar bien...

— Hoy en la madrugada ... murió.

    Caigo de rodillas al suelo y gritos comienzan a salir de mi cuerpo. La habitación de mi madre se torna de color oscuro hasta que la luz que hay se vuelve oscuridad...de esa oscuridad que te consumen el alma hasta ocasionar la autodestrucción.

— ¡Rayan! — Siento la voz de Jules como un eco en mi cabeza— ¡Despierta! ¡Rayan!...

— ¡Madre!— Grito sentándome de un tirón al abrir los ojos. Me encuentro con la mirada preocupante de Jules , la cual está en ropa interior arrodillada a mí lado. Miro hacia mi alrededor dándome cuenta que estamos en mi casa y mi habitación.

    Doy un suspiro de alivio y Jules separa mi cabello sudado de la frente acariciando mi cabeza...

  — ¿Soñaste con tu madre.... cierto?— Pregunta y ni siquiera me atrevo a contestar. Temo romper a llorar frente a ella. Así que solo asiento— Ey...solo fue un sueño... ella está bien.

    Al escuchar sus palabras una lágrima rebelde cae y me apresuro en limpiarla. Me coloco de pie dirigiéndome al baño sin decir ni una maldita palabra. Llevo días con miedo a dormir, porque cada vez que lo hago, viene esa estúpida pesadilla.

    Miro mi reflejo en el espejo... Estoy delgado , con ojeras y demacrado. Mi hermano está igual o peor que yo, el único que se mantiene fuerte y con esperanzas es mi padre porque Irene no deja de darnos un abrazo y despedirse cada vez que vamos a verla.

    Jules insistió en pasarse este fin de semana conmigo, cuando notó mi estado se asustó tanto que no tuve más opción que contarle lo que sucede, a pesar de mis malos tratos y humor se ha quedado cerca dandome todo su apoyo y cariño. Insisto con alejarla de mi y mi miserable vida. No quiero que pase por esto.

    Abro el grifo y me meto en la ducha de agua fría para calmar el maldito dolor de cabeza que tengo. Desde que el doctor de mi madre dijo que está parte del tratamiento era decisiva para su vida y que el cáncer podría desaparecer o agravarse no he tenido vida . Está delgada, sus ojos, piel y cabello no tienen brillo , está pálida y perezosa, siempre está cansada y sin apetito y no puedo evitar preocuparme ante su aspecto.

    Su alma nos está dejando y no podemos hacer nada...

    — Deja de preocuparte...te estás haciendo daño— Jules me abraza desde atrás, adentrándose en la ducha — ¡Joder... está helada! — Pega un salto y no puedo evitar sonreír...

   — Eso te pasa por metiche — Digo volteándome hacia ella y me fulmina con la mirada. Su cabello corto se pega a los lados de su cara al mojarse y le acaricio el rostro ubicándolo detrás de sus pequeñas orejas— ¿Quieres conocer a mí madre?— Le pregunto y su rostro se ilumina de alegría.

  — ¡De verdad me vas a llevar a verla!— Dice con una sonrisa de lado a lado ...

  — Si.

   Se abalanza sobre mi y me abraza luego de besar mis labios en un beso casto. La abrazo y la pegó contra mi cuerpo sintiendo su corazón latir junto al mío.

  — Me encantaría — Susurra en mi oído.

    _________________________________________

 
— ¡Buenos días Irene Mitchell!— Grito adentrándome en la habitación con Jules detrás.

    Los ojos de mi madre se iluminan al verla . La observa con fascinación y luego me observa a mí ..

  — Ella debe de ser la Sirena de playa — Dice y Jules frunce el ceño en una mueca de confusión mientras que yo le hago una mueca de advertencia a mi madre.

  —¿Sirena de playa?— Pregunta y mi madre oculta una sonrisa burlona...

  — Madre ella es Jules , mi...

       Mi madre levanta una ceja divertida mientras Jules hace una mueca de desagrado rodando sus ojos...

  — Una amiga — Dice brindándole su mano. Mi madre la toma y la chequea antes de tirar de ella en un abrazo.

     Susurra algo en su oído lo cual activa todas mis alarmas de advertencia. Conociendo a mí madre podría haberle dicho cualquier cosa que le dije de ella.

  — Eres muy hermosa. Me alegro mucho de que finalmente mi hijo decidió presentarme a su novia.

    Ambas sonríen y no puedo evitar unirme, frente a mí está una imagen hermosa de las dos mujeres que más he querido en mi vida. Hace tiempo ya admiti que estoy completamente enamorado de las dos... aunque aún no me atrevo a formalizarme con Jules, tenemos esa especie de conexión de ser novios sin serlo. Ya conocí a su familia y ella conoció a la mía, en malos momentos de ambos pero lo hicimos. Se ha quedado en mi casa ,hemos ido a lo que se dicen citas de parejas...solo me falta hacerle la maldita pregunta que para mí opinión es ridícula e innecesaria.

   — Yo también me alegro mucho de conocerla...

   —¡ Buenos días!— Entra Raymond seguido de Lisseth. Esos dos si son novios oficiales hace unas semanas. Nadie se sorprendió ante eso...ni siquiera la madre de Lisseth que es toda una dramática.

      Por muy discretos que se creían se les notaba a leguas que tenían algo.

  — ¡Liss!— Se alegra mi madre y la estrecha en un abrazo. Se enamoró de ella en cuanto la conoció. A pesar del carácter de ogro de Lisseth siempre se ha llevado genial con mi madre.

    Jules y ella se abrazan y luego le da una mirada cómplice a su amiga después de mirarme.

   — Se pusieron de acuerdo para venir todos hoy — Entra mi padre a la habitación con un pastel de chocolate en la mano y otro de vainilla.

    Mi hermano y yo nos miramos y sonreímos estrechandonos en un abrazo...

  — Feliz cumpleaños hermano — Nos decimos al unísono.

  — ¡¿Qué?!— Gritan Lisseth y Jules al unísono colocándose de pie...

  — Es el cumpleaños de los gemelos — Dice mi madre limpiando una lágrima y envolviéndonos en un abrazo que dura más de lo normal. Mi corazón se aflige ante estas acciones de ella— Feliz cumpleaños a ti....

   Comienza a cantar con esa voz dulce y melodiosa y ni mi hermano y yo podemos evitar llorar...

  — Feliz cumpleaños a ti...

   Se une nuestro padre y mi madre nos une a los cuatro en un abrazo....

  — Les deseamos todos... Feliz cumpleaños a tí — terminan de cantar al unísono, luego mi hermano sopla las velas del pastel de chocolate y yo del de vainilla como cuando éramos pequeños, ambos tienen un veintidós en el centro.

    Nos abrazamos los cuatro y al separarnos encontramos la cara afligida de Lisseth y la cara de enojo de Jules...

    Maldigo mentalmente ante mi error de no acordarme de mi propio cumpleaños y no decírselo a ella.

  

  Autora: Hola chiquitxs , he estado un poco ocupada con la universidad y por eso no había actualizado. Mil perdones.

    Aquí les dejo un hermoso capítulo para que disfruten. También los invito a pasarse por mi nueva historia " Retina" es un policiaco mezclado con ficción y romance. Los espero...

   Regálame tu voto ❤️ y coméntame un corazón si te ha gustado el capítulo de hoy.

                 Besos.
  

 

Sirena de Playa.[En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora