Capitulo 22

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Rayan Slogan.

   Continuo observándo el hospital dentro de mí auto. No he dejado de temblar y sudar frío desde que me estacioné. Mi corazón quiere algo y mi mente me impide dárselo. Entro en un especie de pánico cada vez que vengo al hospital y termino por irme...como ahora.

     Mi hermano me envía una foto por WhatsApp donde están Irene, Lisseth y el sonriendo...se me parte el corazón al verla, está delgada y pálida, sus ojos no llevan ese brillo de la vida y me aterra que un día...

     Ni siquiera pensar en eso...

   Raymond si fue a verla al momento que se despertó...tuvo el apoyo de Lisseth en todo momento y tuvo el valor de hacer las pases, pero yo no lo consigo, es una cosa que no me deja , nunca había sido tan cobarde como hoy.

    El móvil suena anunciando una llamada de Jules...

   — Dime que ya saliste de tu habitación...

   — ¿Donde estás?— Pregunta agitada...parece haber corrido una maratón.

   — Camino a la playa — Termino por responder...sin quererlo la playa se ha vuelto mi rincón favorito. Está cayendo la noche y es lunes por lo que estará tranquilo el ambiente hoy.

     Ideal para pensar....

  — Nos vemos allá.

  — Quiero estar sol....

    Cuelga la llamada antes de terminar la frase y aprieto el volante . Nunca he conocido a una chica tan malcriada, obstinada y caprichosa como esa mocosa de los infiernos. Siempre se las arregla para obtener lo que desea.

     Después de treinta minutos llego a la playa y como lo pensé, está prácticamente vacía. Me estaciono, voy a comprar una botella...la chica me sonríe con coqueteos y ruedo los ojos internamente...

    Odio a las fáciles...

   Cuando tengo el dinero una mano conocida  con uñas azules en forma de garritas me tiende un tarro de helado. Frunzo el seño y recorro su delgado brazo hasta llegar a sus ojos verdes.

   La sirena de playa...

    — Nada de alcohol — Dice arrebatándome la botella de tequila y devolviéndola a la chica con un movimiento brusco y reviron de ojos.
 

    Sonrió internamente...

    Amo cuando está celosa...

   Me toma del brazo y me arrastra entre las mesas para llegar a una palmera con una hamaca que antes no estaba allí .

   — ¿Qué estás haciendo?— Pregunto al ver que llevamos media hora sentados columpiandonos mientras escuchamos las olas del mar...

  — Dándote espacio... dijiste que querías estar solo.

     Levanto una ceja...

  — ¿Eres un fantasma ahora?, porque no me veo solo.

  — Exactamente...no lo estás ni lo estarás nunca porque siempre voy a estar contigo, ya sea peleando la mayor parte del tiempo, teniendo sexo o como ahora...fantasma pero a tu lado. Quiero que entiendas que no tienes porqué afrontar las cosas solo.

    El corazón se me calienta ante sus palabras y acciones ,me hace sentir mal ya que solo he sabido ser un imbécil con ella y tratarla como un pedazo de carne.

  — Gracias...

    Respondo sin poder evitar lo seco. Recuesta si cabeza en mi hombro y encarama los pies en la hamaca...aprecio sus  pies pequeños y delicados pero sobretodo su pequeño tatuaje del proceso de oruga a mariposa. Sin poder evitarlo lo toco suavemente y sonríe dejando ver los hoyuelos en sus mejillas y ojos achinados.

    Es una ninfa cargada de belleza...

   — Sabes...me hice ese tatuaje en un momento difícil donde no sabía cómo sentirme. No sabía que mierdas hacia la vida conmigo y cuando lo vi en una pared... entendí que todo en la vida son procesos. Unos buenos u otros insoportables que nos ayudan a renacer...a descubrirnos y disfrutar de una versión mejorada de nostros mismos. Ahora mismo eres una mariposa encerrada en su capullo con miedo de salir y hacer lo que dicta su naturaleza. Porque no sabes con qué te encontrarás afuera...

     Mis ojos se humedecen ante sus palabras tan verídicas que son como golpes destructivos a mí escudo de protección o capullo...

  — Porque cuando eras oruga y viviste en el mundo te dañaron demasiado y tienes miedo a volver a revivir ese mal tiempo...¿Pero quién sabe si al volar descubras nuevos mundos lejos de lo malo?— Me observa y sin poder evitarlo dejo las lágrimas salir y las limpia con sus finos y suaves pulgares— No te empeñes a quedarte con los malos recuerdos y vuela.

    Me siento un completo estúpido al llorar como niño desconsolado frente a ella...no soporto perder el control de mis emociones. Mientras que ella solo se dedica a acariciar mi cabello . Me empuja quedando acostado en la hamaca mientras que se acuesta apoyando su cabeza en mi hombro...

  — Quiero que entiendas lo importante que es olvidar y hacer las pases con tu madre. No se que tanto pasaste a su lado...pero deberías reconsiderar aunque te duela la opción de que no sabes cuando vas a dejar de tenerla presente en vida. Créeme que es muy doloroso que te quedes con cosas por decir y sentimentos por mostrar por culpa del maldito orgullo— Dice mientas entierra la nariz en mi cuello y acaricio su brazo...

  — Tienes razón en todo lo que has dicho— Admito inclinando mi cabeza para ver a sus ojos — Quiero...pedirte perdón por las veces en que me he comportado contigo como un imbécil — Niega repetidas veces...

  — No es necesario...

  — Si lo es. Te lastimé y te trate como un pedazo de carne sin sentimientos y no estuvo bien. Pero quiero que te quede claro que en esto me he convertido Jules. Soy una persona egoísta que solo piensa en su salud emocional sin importar los demás y me odio por eso...no quiero que pases por el dolor de enamorarte de la persona equivocada y dañina. No te mereces a alguien como yo.

    Dejo un beso en su frente y me coloco de pie poniéndome los zapatos. Me odio mil veces más al ver sus ojos cristalizarse...

   — Rayan...yo ya te quiero muchísimo y tal como eres— Dice con voz temblorosa — No sé cómo me llegaste a importar tan rápido pero sucedió. Nunca he esperado un príncipe azul y amoroso de ti. Yo te quiero así y estoy dispuesta a arriesgarme y hacer que salgas del capullo y vueles.

     Me dan ganas de abrazarla y engañarme a mí mismo prometiéndome no lastimarla...pero sé que sería completamente inútil.

 
  — Te mereces a alguien que sepa quererte sin limitaciones. Donde te sientas completamente segura y no vivas con el miedo de que te lastime o se vaya. Y esa persona no soy yo— Llora — Yo también te quiero muchísimo....como nunca antes he querido a una mujer — atrapo sus mejillas y beso su cien — Y por ello me niego a contagiarte de toda mi mierda.

    Tomo mis pertenencias y sin mirar atrás me marcho hacia mi coche. Entro y a través del cristal la veo de pie mirando hacia acá con el rostro rojo y comprimido de dolor. Pero algo me dice que estoy haciendo lo mejor para ambos. Se aproximan tiempos oscuros en mi vida...y me niego apagar su luz.

     Arranco el coche en dirección al hospital de mi padre con manos temblorosas...el ataque de pánico amenazando con comenzar y solo pienso en los buenos momentos vividos con mi madre. Me estaciono y tomo una respiración bien profunda antes de bajarme y entrar. Saludo a la recepcionista y entró al elevador. Mi pies izquierdo no deja de moverse en desespero...el elevador abre sus puertas en el piso seis sala dos. Camino por el corredor de paredes marfil y me detengo frente a la puerta número cuatro.

   Limpio mis lágrimas antes de tocar...

  — Adelante — Se escucha su hermosa y dulce voz aunque un poco frágil...

     Tomo el pomo de la puerta y respiro nuevamente antes de girar y abrir. Me la encuentro escribiendo en un computador con su ahora melena corta a la altura del mentón suelta en ondas.

  — Irene..

    Abre sus ojos grises en asombro y al momento comienza a llorar....

  —¡ Hijo!...

     Regálame tu voto ❤️ Feliz martes.
 

Sirena de Playa.[En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora