Capítulo 5

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El Jueves por la mañana desperté sintiéndome lista para enfrentar el día. Opté por un atuendo cómodo y básico: unos pantalones vaqueros y una camiseta blanca, combinados con unos botines militares que siempre me han definido. Frente al espejo, decidí recoger mi cabello en una coleta desenfadada, dejando suelto mi flequillo desfilado. Tras coger mi bolso, me dirigí a la universidad, lista para sumergirme en las actividades del día.

Al llegar a la universidad, pasé las primeras clases sin mayores sobresaltos. Sin embargo, al disponerme a volver a casa, decidí detenerme en la cafetería donde había conocido a Nash. Para mi sorpresa, lo encontré allí, y aunque había algo diferente en él, acepté su invitación a tomar un café largo tendido. Nos sentamos y comenzamos a hablar de nuestras vidas, compartiendo historias y risas mientras el tiempo parecía detenerse a nuestro alrededor. Era como si nuestros caminos estuvieran destinados a cruzarse una y otra vez, creando momentos especiales en medio de la rutina diaria.

Mientras disfrutábamos de nuestro café largo tendido, la conversación se tornó íntima y profunda. Nash se mostraba genuinamente interesado en mi trabajo como escritora, lo que me llenó de alegría y satisfacción.

—Tu novela "A un kilómetro de ti" suena fascinante, Laila. Me encanta cómo exploras las complejidades del amor a través de tus personajes —comentó Nash, con una expresión de admiración en su rostro.

Su elogio me hizo sonreír con gratitud.

—Gracias, Nash. Trato de plasmar las emociones humanas de la manera más auténtica posible en mis escritos. ¿Y tú? ¿Qué tipo de poesía sueles escribir? —inquirí, deseosa de conocer más sobre su arte.

Nash tomó un sorbo de su café antes de responder, sus ojos brillando con pasión por su obra.

—Mi poesía suele ser una exploración profunda de los sentimientos y las relaciones humanas. Intento capturar la esencia del amor, el dolor y la esperanza en cada verso. Una de mis obras favoritas es un poema titulado "Hilo rojo", inspirado en la antigua leyenda del hilo rojo del destino. —explicó, con una mezcla de humildad y determinación.

Intrigada por su proceso creativo, decidí indagar más.

—¿Podrías recitarme el poema "Hilo rojo"? Estoy segura de que sería una experiencia hermosa escucharlo de tu propia voz —sugerí, emocionada por la idea de sumergirme en su mundo poético.

Nash asintió con una sonrisa, como si estuviera recordando un momento especial.

—Claro, me encantaría. —dijo con calma, antes de comenzar a recitar con una voz suave pero llena de emoción:

"Hilo rojo, en tono clásico bordado, Tú, que a este rebelde corazón has domado. Rosa roja, de color eterno y fuerte, Tú, que uniste almas con amor y suerte. El amor y el dolor, en danza entrelazados, Nacen pasión y temor, en vínculos entrelazados."

Cada palabra resonaba en el aire, cargada de significado y belleza. Era evidente que Nash había plasmado su corazón y su alma en cada verso, y me sentí profundamente conmovida por su talento literario.

—Eso fue increíble, Nash. Realmente has capturado la esencia del amor y la conexión humana de una manera hermosa y conmovedora. —expresé sinceramente, con una sonrisa cálida en los labios.

Nash asintió con humildad, agradecido por mis palabras.

—Gracias, Laila. Significa mucho para mí saber que mi poesía resuena contigo. —respondió, con una expresión de gratitud en su rostro.

Después de nuestra conversación sobre nuestras obras y experiencias como escritores, Nash me miró con una chispa de emoción en los ojos.

—Laila, ¿Qué te parecería escribir un libro sobre nosotros? —preguntó, con una sonrisa nerviosa pero ilusionada.

a un suicidio de la famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora