Capítulo 22

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Dos años y medio atrás en San Calafia.

Luna partió el pedazo de tronco que le lanzó Lekai y ahí terminó su entrenamiento. Entre jadeos toma su botella de agua y le dio un gran trago, su cuerpo fatigado y el sudor perlándole la cara

– Eres fenomenal Luna – dice Tony que le pasó su toalla – has avanzado mucho en unos pocos meses

– Gracias, tengo un gran maestro así que estoy intentándolo lo mejor que puedo

– Y lo haces fenomenal – le dijo Kai mientras tomaba sus apuntes – iré a la biblioteca a sacar una copia, vuelvo en un rato.

Cuando Kai se fue Luna se metió a bañar y Tony le ayudó a hacer un refrigerio para recargar pilas.

En la comodidad de la sala ambos comían y se relajaban, a pesar de que él no había entrenado sus exámenes finales estaban cerca y había pasado casi toda la mañana estudiando

– Entonces... – dijo este con un pedazo de comida en la boca – ¿Cuándo empezamos la operación "gustarle a Lekai"?

Luna se rio de eso y tomó un trago de su bebida – tal vez nunca Tony, él ya me dijo varias veces que no podíamos ser más que amigos.

Trataba con todas sus fuerzas de no pensar en ese día que Kai había podido hacer el rayo. Le confesó, de una manera tonta, sus sentimientos y él los aplastó. Aun podía recordar la frase "yo no puedo corresponderte" que la hería enormemente en el pecho, sabía que Kai solo estaba siendo honesto, pero no por eso dolía menos.

Cuando entrenaban era otro, como si bajara las defensas y pudiera ver sus sentimientos, que la quería, que realmente podrían construir una relación, pero luego terminaba el entrenamiento y volvió a ser el comedido amigo Kai

– Sigo pensando que ambos son la pareja perfecta, él es retraído y cero sociable tu eres extrovertida y amable – desglosó Tony – lo que no tiene uno lo tiene el otro, se llama "com-ple-men-to" y no todas las parejas lo tienen

– Kai y yo no somos una pareja.

– No aun – insistió –solo tenemos que demostrarle a Lekai lo buena que es la idea de convertirte en su novia. Lo llamaremos "arregla el desperfecto", que es arreglar a Lekai y su obvia falta de tacto.

Tony seguía parloteando y comiendo hasta que su madre habló a la casa exigiendo que se fuera.

Luna limpió la cocina y dobló un poco de ropa, cuando vio la hora notó que ya pasaban de las 11 de la noche, frunció el ceño porque ella sabía que la biblioteca la cerraban a las 9:30 ¿Dónde demonios estaba Kai?

Salió de la casa solo para ver su figura caminar a paso lento, traía unas hojas y las venía estudiando mientras caminaba ¿Qué acaso no debía fijarse por dónde iba?

Al llegar cerca de ella, tal y como Luna sospechaba, estaba tan absorto que no la notó y chocaron

– Por los dioses de los despistados ¡no te diste cuenta que estaba aquí por venir leyendo!

Kai parpadeó un poco y después le pidió disculpas, pero pasó por su lado y se sentó en la mesa de la cocina

– ¿Dónde estabas? Empezaba a preocuparme por ti

– Biblioteca – dijo él sin levantar la mirada

– Son las 11, la biblioteca cerro hace hora y media

–A fuera de la biblioteca – respondió más conciso, pero no la miró.

Luna se acercó y notó que eran copias de un libro que narraba con detalle el fenómeno de los rayos y cuáles eran sus estructuras, el otro era sobre técnicas espirituales

Legionarios: El Nacer Del Fénix (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora