Capítulo 42

14 3 0
                                    

La mañana llego con unas cuantas nubes, lo cual era normal en el capitolio.

Los chicos junto al staff esperaban en la entrada de la academia con sus trajes de combate, hablando sobre lo que les deparaba y los nervios que tenían. Era demasiado temprano y los jóvenes de la academia aun no entraban, a muchos les parecía raro ver las puertas cerradas con llave.

Persea llegó recogiéndose el cabello y viendo hacia donde estaba el equipo de Lekai, con indiferencia se acercó a Mica y Arista que estaban en completo silencio lejos de la multitud.

– ¿Han tenido noticias del maestro Toro? ¿Realmente se fue a entrenar a las montañas como muchos dicen?

– ¿No crees que es muy temprano para empezar a tirar veneno Persea? – preguntó Arista.

Persea negó con la cabeza y sonrió, feliz de haber irritado a la princesita del trio fantástico.

Unos minutos después llegaron dos camiones lujosos junto a un carro más pequeño, pero que no envidiaba nada del lujo de los camiones. De este último bajo el presentador y uno de los jueces

– Buenos días jóvenes, felicidades por haber llegado hasta aquí, siéntanse orgullosos que de 100 participantes que comenzaron este concurso, hoy solo quedan ustedes

El presentador pidió una ronda de plausos. Aunque era muy temprano todos se animaron con ello mejorando el ambiente.

Una vez los jóvenes más despiertos, el presentador pudo continuar

– A donde vamos está un poco retirado, así que les pedimos que nos apresuremos a ingresar a los camiones, en uno se irán los de las facciones del fuego y la tierra y en el otro se irán los de las facciones del agua y el aire. Son libres de sentarse donde quieran, pero antes dejaran que los 3 primeros lugares de cada facción entren primero a elegir sus asientos ¡Una recompensa por haber trabajado tan duro!

Lekai dejó que Silver subiera primero y eligiera él los asientos para ambos, pero como por los pasillos pasaba mucho la gente y lo odiaba, Silver le cedió el lugar de la ventana.

Después de ellos subieron Mica y Arista que se sentaron hasta la parte de atrás, lo más alejado de los asientos de Lekai y Silver.

En el otro camión Ren y Mako se pelaron por la ventana, pero al final Mako ganó el juego de piedra, papel o tijera.

Aun cuando Persea subió justo detrás de Ren, se sintió irritada. Sus peores escenarios se habían hecho realidad, él pupilo de Lekai la había superado en las clasificaciones reduciéndola como a Mica al bochornoso segundo lugar.

Los competidores subieron y, una vez todos acomodados, los camiones partieron de la academia

– ¿A dónde crees que nos llevaran? – preguntó Silver, viendo por la ventana sobre Lekai como el paisaje se movía rápidamente.

– Con suerte a un lugar lejos.

– ¿Con suerte? – Preguntó Silver curioso.

– Si, es que quiero dormir – respondió Lekai y Silver se rio.

En el otro camión Mako quiso dormir también, pero Ren le decía a cada rato "ya llegamos" y entonces Mako se despabilaba solo para ver que era una broma.

Después de lo que parecieron dos horas, los camiones y el carro se pararon en la entrada del Bosque Kamakhuo, uno de los bosques más significativos de la nación que se encontraba como división natural de la ciudad D con el capitolio. Sus terrenos eran hectáreas tras hectáreas de grandes árboles y vegetación extravagante, además que por ahí corría el rio Kama, llamado así en honor al nombre del bosque.

Legionarios: El Nacer Del Fénix (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora