Capítulo 8

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Lekai terminó de limpiarse las manos que le temblaban y volvió a su asiento cuando había una pelea. Eran de las últimas que quedaban, pero casi nadie le estaba prestando real atención.

Incluso los jueces y la directora veían de reojo a la puerta esperando que el chico del rayo apareciera de nuevo ante ellos.

El reloj sonó justo cuando Lekai se sentaba en su lugar y tomaba su libro para seguir leyendo. Ahora la gente se fijo detenidamente en la portada "El arte de las auras espirituales" y no se atrevieron a burlarse de ello.

Si por leer esas cosas el chico había logrado vencer a alguien como Toro e incluso había hecho un rayo ¡Todo mundo querría comprarlos!

Lekai sentía las miradas de prácticamente todo el mundo, pero fingió no darse cuenta y esperó pacientemente a que algún maestro o incluso la directora pidieran hablar con él e incluso expulsarlo. No sabía si los rayos estaban catalogados como golpes bajos, pero tampoco sabía si algún maestro fuego, además de él, había hecho un rayo en toda su vida. Hasta donde él sabía era imposible, y por las reacciones de todos en esos momentos parecía que ellos lo creían igual.

El día se estaba acabando y las peleas llegaron a su fin. Para alivio de Lekai nadie vino a buscarlo ni a decirle que estaba expulsado. Nadie lo había perturbado a pesar de que dicho escenario estaba dentro de sus expectativas.

Una vez los jueces terminaron las anotaciones de la última pelea, el presentador tomó de nuevo el micrófono y los invitó.

– Sé que todos están cansados y han comido poco en el día, así que ¡vayan y descansen! Mañana se celebrará una pequeña fiesta en el área de piscinas para que todos asistan, y el domingo será su primer día de ocio así que disfrútenlo.

La gente aplaudió y agradeció el gesto, aun cuando sabían que esa fiesta marcaría la bienvenida y la salida de por lo menos 20 de ellos.

El presentador luego de que se acabaran los aplausos dio por terminado el día de eliminación y despidió a los jueces y a la directora, todos comenzaron a moverse, pero nadie realmente se estaba yendo del coliseo, incluso el jurado, los maestros y la directora se quedaron ahí.

Todos pendientes del chico sentado leyendo un libro en la sección de la facción de fuego, aparentemente ajeno a la gran conmoción que estaba causando en las mentes y corazones de todos.

Lekai, pese a su calmado exterior, era muy consciente de lo que pasaba a su alrededor, tomó su libro y se levantó con su cara habitual de póquer para salir del coliseo directo a bañarse.

Una vez el chico del momento salió del coliseo, las pláticas pasaron de moderadas a escandalosas, de pronto todo el lugar se llenó de ruido porque la mayoría de los estudiantes comenzó a hablar.

– Oh dios mío, no sabía que los maestros fuego pudieran hacer rayos – dijo uno de la facción del aire.

– Yo tampoco ¿Cómo demonios lo logró? – decían los de la tierra.

– ¿No se fijaron? Incluso los profesores quedaron sorprendidos – argumentó uno del agua

– Sí, la directora tenía los ojos abiertos de par en par – comentaron otros del fuego.

Era verdad, las reacciones de los maestros y el jurado habían sido de lo más reveladoras, muchos sabían que si esta técnica hubiera sido conocida todos la hubieran implementado en sus clases, todos los estudiantes la conocerían.

Y eso parecía ser la cuestión en la pequeña reunión que estaban teniendo los del jurado y la directora Jules en esos momentos dentro del coliseo.

Legionarios: El Nacer Del Fénix (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora