La chica de largos cabellos blancos con mechones azules corrió hacia Lekai y lo abrazo fuertemente antes de depositar un beso en sus labios.
El chico que normalmente no tenía expresión, y evitaba a todos como la peste, sonrió ligeramente y le regreso el beso. Después, a pesar de haber cientos de mirada en ellos, el chico la llevó lejos del bullicio y habló con ella
– ¿Qué haces aquí? Se supone que no puedes entrar a esta área.
– ¿Y quién dice? – Dijo la niña levantando una ceja en desafío – ahora soy una estudiante de la academia, así que puedo estar aquí.
Lekai le peinó la coronilla y negó con la cabeza ante su atrevimiento.
– Sigues siendo imprudente como siempre. Esta es una fiesta de competidores legionarios, así que no se puede entrar, aunque seas parte de la academia.
– Oh ¿enserio? – Preguntó sonriente – el guardia no me dijo eso
– No lo sobornaste ¿verdad?
– Por los dioses de los que sobornan y engañan ¿me crees capaz?
Luna parecía ofendida, pero Lekai ya había aprendido que entre más pareciera ofendida, mas culpable era. Con esa cara ya había delatado que realmente había sobornado al guardia.
Aun con eso Lekai sabía que no era de extrañar, la chica tenía el don de encantar a la gente a donde quiera que fuera. Incluso el había caído en ese río cuando ni siquiera había considerado entrar a nadar.
Esa pequeña mujer era un torbellino lleno de colores y emociones del que nadie podía escapar. Y Lekai hacía tiempo que había dejado de buscar una salida.
Si la encontraba probablemente tiraría la llave.
– Cariño, por cierto ¿Cómo te está yendo? ¿Ya hiciste amiguitos? Has de saber que en la ciudad están haciendo apuestas por quien tomara el primer lugar de la facción del fuego, todo mundo apostó a Mica y Toreto ¡Pero yo aposté por ti!
– Dime que no gastaste el dinero que habías ahorrado para comprar el colchón de la nueva casa – dijo Lekai, pero cuando vio la carita ofendida de la chica solo le quedo suspirar.
Esta mocosa y su impulsividad.
– No te enfades, haremos dinero fácil – aseguró la chica tomándolo del hombro juguetonamente – tu solo tienes que ganar y ya. Pan comido ¿no?
La cara de Lekai cambio ligeramente y Luna se puso seria.
Conocía las mini expresiones de Kai mejor que cualquier otra persona, a veces incluso más que él mismo. Con ese gesto ya se había delatado y ella, buena para leer a las personas, sabía que algo había pasado.
Ahora que lo pensaba mejor, parecía que la gente ya estaba observando mucho a Kai cuando ella había entrado a buscarlo. Sabía que las chicas se acercarían por lo guapo que era, pero ¿incluso los organizadores? Aquello sobrepasaba la lógica de Luna.
– ¿Me estoy perdiendo algo?
El silencio que siguió no le dio buena espina, pero aun así le dio tiempo para que contestará. Normalmente Kai no era de los que contestaba rápido si la respuesta era importante.
– Lo mostré – dijo Lekai sin más.
Luna abrió los ojos sorprendida. De todo lo que se le podía ocurrir que dijera, aquella era de sus últimas opciones.
Oh dioses de los que muestran demás ¿realmente lo hizo?
– Dijiste que no lo harías
– Lo sé, fue en un momento de tensión.
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Legionarios: El Nacer Del Fénix (Libro 1)
Ciencia FicciónEn un mundo donde los elementales existen, hay una fuerza élite llamada los legionarios, solo los más fuertes y valientes pueden pertenecer a ella. Y eso se decide en "El Concurso Bianual de Legionarios". Lekai es un elemental del fuego que nunca...