Legionarios: El Nacer Del Fénix (Libro 1)

Capítulo 47

El coliseo estaba de fiesta.

Las rejas de la universidad legendaria estaban abiertas de par en par, el lugar adornado con flores de época que oscilaban entre los tenues colores de perla y oro.

Dentro del lugar las 3 gradas que antes estaban sosas y sin vida, se habían adornado con telares perlados y dorados para que las familias de los graduados pudieran sentarse. La cuarta grada contenía adornos más llamativos y elegantes, ya que era donde se sentarían los festejados.

El lugar poco a poco se fue poniendo concurrido con las familias y los estudiantes que llegaban. Mako, Ren y Silver ya estaban dentro, los tres con sus uniformes de legionarios oficiales, cada uno con el logo de su facción.

Se veían realmente impresionantes.

Estaban hablando cerca de sus asientos en las gradas cuando alguien les llamo. Era una chica pequeña de ojos azules y cabellos blancos, su sonrisa alegre dominando por completo su humor.

– ¿Acaso no les dije que los volvería a ver en la graduación? – preguntó la chica de forma cómplice.

Los tres le sonrieron a Luna mientras la saludaban y le preguntaban cómo se sentía y si su herida estaba curándose.

Ella le restó importancia diciendo que se encontraba mucho mejor ahora y que no se preocuparan mucho.

– Concentrémonos en que es su graduación. Y en que yo tuve razón.

– ¿Eres adivina o algo así? – preguntó Silver con fingida curiosidad.

– No, seria increíble poder serlo, pero no en esta ocasión. El final era predecible, ustedes con su potencial me espoilearon completamente.

Los cuatro rieron con su ingenio y estaban por iniciar con otro tema cuando alguien que no había sido notado se aclaró la garganta.

– Oh claro, chicos les presento a Tony, es muy amigo de Kai y mío, Tony ellos son los legionarios números unos de sus facciones, Ren, Mako y Silver

– Un gusto poder conocerlos ¿Podrían firmarme este cuaderno? – dijo el entusiasta chico que sacó de su bolsillo un pequeño cuaderno que decía "autógrafos"

Los tres chicos se sorprendieron, pero aceptaron y lo firmaron

– Tony es un entusiasta de los legionarios, se hizo amigo de Kai cuando vivíamos en San Calafia – explicó Luna

– Estoy muy entusiasmado de estar en la graduación de legionarios – sonrió este con sus ojos brillantes – no tienen una idea de lo mucho que rogué a mi madre para que me dejara venir ¡Es la graduación de mi amigo! Por supuesto debía estar aquí

– Es lo mismo que le dije a nuestro líder – se escuchó una voz detrás de ellos y voltearon para ver a Dory y su equipo ahí – dijo que lo festejaríamos después, pero ¿No venir a la graduación de un amigo? ¡Teníamos que hacerlo!

– Hola amigos de Lekai – dijo Luna sonriente – que bueno que vinieron.

De repente el grupo se hizo más grande y todos comenzaron a saludarse y charlar. El equipo de Gustaf también le firmó a Tony su cuaderno, y el chico parecía querer desmayarse. Tuvieron que dejar que se sentara unos momentos y que solo se concentrara en respirar.

Luego la plática continúo, preguntándole a Luna como llevaba lo del reposo y ella asegurando que se encontraba bien y que en pocos meses más volvería a entrenar.

– Por cierto – dijo Luna sobando la espalda del entusiasmado Tony – ¿Y sus familias?

– Mi madre está junto al padre de Silver – dijo Ren señalando unas gradas donde una mujer, vestida de forma sofisticada y sentada de forma recta, estaba al lado de un hombre que tenía las facciones muy parecidas a las de su hijo.