Legionarios: El Nacer Del Fénix (Libro 1)

Capítulo 43

Mientras el equipo 8 ya había comenzado a llevarse bien, el equipo 5 tuvo un pequeño problema.

Habían corrido tanto y estaban tan acelerados en su intento por ser los primeros que olvidaron cubrir sus necesidades

– Tenemos una bandera – sentenció Persea entre jadeos – pero necesitamos agua

– Eres maestra agua – dijo Cora quitándose el sudor de la frente – ¿Dónde podemos conseguir?

– En los árboles, pero no veo un buen árbol con agua por aquí.

En ese momento se encontraban en el llano que estaba en el lado oeste del área designada, a lo lejos se veían los árboles y se sentían muy cansados como para caminar hacia allá

– ¿Qué hay del subsuelo? – Preguntó Mica

– Si quieres agua con lodo te la puedo dar – sonrió, encantada con la idea de ver a Mica tomarla

– ¿No puedes filtrarla? – Dijo molesto al ver su sonrisa

– ¿Quién te crees que soy? ¿Un mago?

– Podrías – explicó Mako recordando como lo había hecho Ren una vez – solo tienes que limpiarla con el movimiento de la muñeca, es como un circulo inacabado.

Mako mostró la técnica usando sus dos manos asemejando a un maestro agua sacando el agua de un pozo, entonces una ráfaga de viento fuerte azotó el pasto dejando pelón esa parte del llano

– Bueno, tú lo harías con el agua – se encogió algo avergonzado.

Mica vio con interés la técnica, pero no dijo nada, consciente que seguro era una enseñanza que le había dado Lekai.

– Bien, lo intentaré.

Persea falló dos veces, pero Mako le explicó pacientemente de nuevo y logró filtrar el agua, pareciendo completamente fresca.

Los 4 bebieron ansiosos, Persea parecía querer agradecer a Mako por su ayuda, pero debió pensarlo mejor y se abstuvo de volverse amable con su enemigo.

Aun cuando fuera su equipo en ese momento.

– Bien, rellenen la cantimplora y continuemos – ordenó Mica – aun debemos buscar terreno que nos sirva para protegernos de la lluvia.

– Como usted guste, mi gran líder – Persea cargo su comentario con mucho sarcasmo.

Después de rellenar la cantimplora, y de sonreírse mutuamente con fingido compañerismo, siguieron su camino buscando su segunda bandera.

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El equipo de Ren también tuvo un ligero problema al comenzar.

Él decía algo y rápidamente los otros tres compañeros decían "si maestro" irritándole un poco que solo lo siguieran ciegamente.

– ¿Deberíamos ir por allá?

– Si maestro

– ¿Estaría bien buscar por acá?

– Si maestro

– ¿Acaso solo me dirán que si siempre?

– Si maestro.

Pronto Ren los reunió a todos debajo de un árbol e intento explicarles.

– Escuchen, entiendo que para el equipo se necesite un líder y que este sea quien deba dirigir, pero no por ello se me debe dejar toda la responsabilidad a mi ¿entienden? Un equipo es mucho más que eso, es entrega y compromiso de parte de todos los integrantes. Si me dejan solo fallaremos miserablemente este desafío.