Luna acababa de terminar las tareas del hogar de acogida donde vivía en ese momento, ya que siempre terminaban cambiándola, cuando vio pasar no muy lejos de ahí a Kai.
A pesar de que el chico era alto, desgarbado y le faltaba un corte de cabello, a Luna le pareció muy atractivo. Tenía unos ojos del color del atardecer y una cara que con un poco más de carne en quijada y pómulos, sería la de un súper modelo.
No necesitaba saber su estado de ánimo porque ella, como ya había mencionado, era muy observadora, desde el momento en el que lo conoció se dio cuenta que vivía en una perpetua melancolía. Si fuera caricatura animada estaría con una nube negra sobre su cabeza todo el tiempo.
Terminó de estirar las sabanas con un propósito en mente.
– Saldré a dar un paseo – gritó a su tutora.
– ¿Lavaste mis sabanas y mis almohadas? – se oyó el grito ronco de la mujer.
– Lo hice
– Entonces te puedes ir.
Cerrando la puerta con llave caminó por donde había visto a Kai y comenzó a perseguirlo, a pesar de que él tenía piernas mucho más largas, y se movía a una gran velocidad, ella logró alcanzarlo.
Continúo caminando sin ánimo de detenerse hasta que llegó a un enorme tronco de árbol, ahí Kai se paró de golpe y tiro su mochila con fuerza a la tierra
– ¡Maldición! – Gritó fuerte y algunos pájaros alzaron el vuelo por el estruendo – joder, maldición, me odio, me odio, me odio, joder, maldita sea, ¡Soy un inútil!
Continúo despotricando y golpeando el tronco con fuerza hasta que Luna pudo ver sus nudillos sangrando. ¿Qué le había pasado para que estuviera así? Ella no sabía mucho del chico, pero parecía haberse roto completamente.
Oh dioses de las personas con rabia, ayúdenme. Suplicó Luna en silencio.
Una vez paró con la batalla unilateral al tronco, y sus gritos amainaron, se arrodilló y sus hombros comenzaron a temblar ¿Estaba llorando? ¿Qué pudo haberle pasado a Kai para que se pusiera a llorar de esa manera? sus hombros temblaban con fuerza y se escuchaba su respiración entrecortada. El chico parecía realmente deshecho.
Viendo la situación, a Luna no le pareció prudente interrumpirlo mientras tenía su momento de debilidad, así que dio media vuelta para irse en total silencio, pero una ardilla la asustó en el camino y no le quedó otra más que gritar.
¡Oh demonios! Pensó cerrando los ojos ¿Acaso habrá escuchado mi grito?
Cuando volteó con cierta vergüenza para ver si Kai la había visto, el chico ya no estaba arrodillado y la mochila tampoco estaba ahí.
¡oh, de la que me salve! pensó Luna.
Sin embargo, al darse la vuelta para marcharse, Kai estaba ahí con los ojos entrecerrados y asustándola más de lo que lo había hecho la ardilla.
– Dioses de los que no hacen ruido, Kai, me asustaste
– ¿Te asusté? – Frunció el ceño – eres tú la que da miedo ¿Por qué me sigues?
– ¿Cuándo te seguí? – fingió demencia – resulta que venía caminando por aquí y casualmente te vi.
La cara de Kai era una de incredulidad, alzo una ceja y vio a su alrededor – y exactamente... ¿De dónde venías?
Luna muy tarde notó que estaban casi en mitad del bosque, lo había seguido por tanto tiempo que no se había puesto a pensar donde estaba, si se hubiera ido por su cuenta podría haberse perdido.
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Legionarios: El Nacer Del Fénix (Libro 1)
Ciencia FicciónEn un mundo donde los elementales existen, hay una fuerza élite llamada los legionarios, solo los más fuertes y valientes pueden pertenecer a ella. Y eso se decide en "El Concurso Bianual de Legionarios". Lekai es un elemental del fuego que nunca...