Capítulo 40

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Lekai estaba sudando, pero no podía importarle menos, Mako y Ren estaban tomando agua y Silver frente a él parecía que se iba a morir.

– ¿Podrías darme cinco minutos de descanso? – Preguntó con sus rodillas doblándose cada tanto.

– ¿Qué hay del movimiento? – Exigió Lekai – ¿ya pudiste hacerlo bien?

– No

– Cuando lo hagas descansaras.

Silver quería morirse en ese momento, no solo porque Ren y Mako habían logrado los movimientos de forma perfecta y el no, sino también porque Lekai no lo dejaría en paz hasta que lo lograra.

Era una técnica antigua de maestro tierra, una donde hundías tu pie y lograbas sacar un bloque justo por detrás de tu contrincante. Ren y Mako habían logrado hacerlo con sus respectivos elementos, pero Silver, al ser una técnica que Lekai modificó, se encontró con problemas.

– Deja de pensar en cómo lo hacías antes y concéntrate en como la haces ahora – le explicó Lekai haciendo el movimiento por milésima vez.

Los 3 sabían que Lekai era exigente, pero también era muy paciente, si tenía que explicarte mil veces, las mil veces lo hacía de buena forma.

Supusieron que quería ser el tipo de maestro que él nunca tuvo.

– Tú puedes Silver – lo animó Mako.

– Si hermano, confía en ti – secundo Ren.

Lekai volteo a verlos con una ceja alzada – ¿están desocupados?

Mako y Ren rápidamente comenzaron a practicar el otro movimiento como si su mamá los hubiera pillado jugando en lugar de hacer sus tareas.

Después de unas rondas más donde Silver dio lo mejor de él, pero seguía sin salirle la técnica, Lekai sugirió salir a comer al área común, donde podrían relajarse un poco.

– No te desanimes – le dijo Lekai a Silver dándole unas pequeñas palmaditas en el hombro – lo lograras.

Silver sonrió algo cansado y aceptó almorzar fuera para recibir un poco de aire, aun cuando la decepción y frustración bailaban un poco en su cabeza.

Después de ducharse todos y de preparar los aperitivos, salieron juntos.

En el área común había unas cuantas mesas con bancos de madera, todos eran libres de usar esa área, pero realmente solo lo hacían cuando el staff les prestaba armas para entrenar. En ese momento la soledad del lugar ayudó a Lekai a relajarse y comer con sus pupilos.

El ambiente era bastante armonioso, riendo y charlando de cosas triviales, dejando de lado hablar del entrenamiento porque estaban en un descanso mental de él.

No fue hasta la mitad de la comida que se escucharon unos pasos por detrás de ellos.

Lekai frunció el ceño cuando vio a sus 3 amigos abrir los ojos completamente sorprendidos. Al voltear vio que Gustaf y su equipo estaban ahí.

– Te nos pierdes una semana entera y ya estas holgazaneando – habló el líder de los legionarios – tendré que decirle al maestro Tatum, el realmente cree que sigues entrenando aquí encerrado.

Lekai sonrió de medio lado y rápidamente hizo las presentaciones. Sus pupilos estaban entusiasmados, ver al grupo de Gustaf con sus uniformes de legionarios les daba toques de envidia, pero también los motivaba bastante.

– Así que estos son los numero 1 de las demás facciones – dijo Tai viéndolos como si fueran un cuadro de pintura exótico que apreciar.

Después de mirar apuntó a Mako – ¿Tú eres el del aire?

Legionarios: El Nacer Del Fénix (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora