ACLARACIÓN: esta es la versión editada (más info en la primera parte).
Peter Parker, un adolescente de 15 años, no puede creer su suerte el día que el multimillonario Tony Stark, también conocido como Iron Man, se presenta en su casa para ofrecerle...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
✨CAPÍTULO 2: SECRETOS REVELADOS PARTE 1/2.
La luz del sol iluminaba el barrio de Queens, ya era mediodía, Peter regresaba a su hogar luego de una mañana en la escuela, iba con felicidad columpiándose con sus telarañas de un techo a otro de las casas.
De vez en cuando echaba un vistazo a las lindas flores de los árboles y luego volvía a mirar al frente, por las dudas, aún estaba aprendiendo a usar sus poderes, no quería estrellarse con algo, sabía que sanaría rápidamente pero eso no significaba que no doliera, "mejor ser precavido" pensó Peter.
Peter se bajó del techo de una casa que quedaba a dos casas de la suya, corrió y se escondió detrás de un arbusto para cambiar su traje de Spider-Man por la ropa que se había puesto en la mañana.
Peter dejó la mochila en el pasto, se sacó el traje, quedando en ropa interior, guardó el traje dentro de la mochila y sacó su ropa, la cual consistía en una camiseta blanca estampada, un jean azul claro, unas medias blancas y unas zapatillas converse azules.
Se puso las prendas, terminó de atarse el cordón de una de sus zapatillas, agarró su mochila, le cerró el cierre, se la colgó en los hombros y caminó hasta su casa.
Antes de ser Spider-Man, Peter iba a la escuela en su bici así que para que sus padres no sospecharan nada, la había escondido en el garage, así creerían que había usado ese medio de transporte para trasladarse a la escuela y no telarañas artificiales fabricadas por él.
Peter esbozó una sonrisa nerviosa, si sus padres se enteraban estaría frito, lo mejor era mantener su identidad en secreto, además quería empezar a salvar a la gente que necesitara su ayuda, aún no había tenido tiempo pero estaba dispuesto a hacerlo y sabía que sus padres no estarían felices con la idea si lo supieran.
Le dirían que es trabajo de la policía y que dejara de molestar, que él era un adolescente de 15 años, que se concentrara en su vida y no en el bienestar de los demás, obviamente se preocuparían mucho por él, tendrían miedo que le pasase algo malo.
Peter sabía que era peligroso ser un héroe, lo había visto con los Vengadores cuando intentaron proteger la ciudad de Nueva York de los alienígenas pero estaba dispuesto a correr el riesgo, lógicamente él no era un Vengador pero bueno, era... era Peter Parker, Spider-Man.
Cuando Peter llegó a su casa, vio en la entrada un lujoso auto estacionado, era una Ferrari roja, Peter se sorprendió.
—Wow, que autazo.—Comentó acercándose al auto para verlo más de cerca, pasó una mano por arriba del capó, estaba brillante y reluciente, Peter sonrió, podía ver su reflejo de lo limpio que estaba el vehículo.—Sea quien sea el dueño, lo tiene bien cuidado.—Sacó la mano del auto, sujetó la correa de su mochila y miró la entrada de su casa con el ceño fruncido.—Que extraño... ¿qué hace este auto estacionado justo frente a mi casa? no entiendo por qué alguien tan millonario lo dejaría ahí.—Se encogió de hombros y empezó a caminar hasta el porche de entrada, le parecía raro pero no le dio mayor importancia.—Que más da.
