ACLARACIÓN: esta es la versión editada (más info en la primera parte).
Peter Parker, un adolescente de 15 años, no puede creer su suerte el día que el multimillonario Tony Stark, también conocido como Iron Man, se presenta en su casa para ofrecerle...
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✨CAPÍTULO 5: TE PROTEGERÉ.
El viento golpeaba el rostro de Peter y le sacudía el pelo en todas direcciones, era una sensación similar a cuando se columpiaba de una casa a otra con sus telarañas, si Peter tenía que describirla, era una sensación placentera y agradable.
El castaño apoyó un brazo arriba de la goma de la ventanilla de la puerta y miró hacia un costado, apreciando las diferentes tonalidades de las hojas de los árboles.
Tony y él iban en la Ferrari roja del magnate, rumbo a la casa de Ned, se suponía que hablarían de lo sucedido minutos atrás en la casa de Peter, Tony se había ofrecido a explicarle al mocoso el motivo por el cual sus padres le habían mentido durante tantos años.
Sin embargo aún no habían podido conversar y el problema era Peter, Tony había intentado repetidamente sacar el tema a colación pero el chico no le prestaba la debida atención, Peter estaba preocupado de llamar la atención, el castaño se mostraba un tanto inquieto por la posibilidad de que algún peatón o alguien manejando otros automóviles lo viera yendo en el mismo auto que Tony Stark.
Peter no dejaba de moverse en el asiento, a pesar de tener el cinturón de seguridad puesto, miraba hacia atrás, hacia los costados y hacia el frente para comprobar que nadie le estuviera sacando una foto o señalándolo con el dedo.
—Relájate Peter.—Le pidió Tony echándole una rápida mirada y luego volviendo su atención a la carretera, el negro pelo del magnate se sacudía de un lado a otro debido al viento.—Me estás poniendo nervioso, no puedo concentrarme en manejar si todo el tiempo te estás moviendo, quédate quieto, hasta ahora nadie nos prestó atención, no seas tan paranoico.
Peter soltó un suspiro, se sentó correctamente en su asiento y trató de no mirar más los autos pero a los pocos segundos la ansiedad le ganó así que miró por el espejito del lado de su ventana el camino.
Habían autos detrás de la Ferrari pero no eran muchos, eso se debía a que Tony estaba haciendo todos sus esfuerzos por esquivar las calles muy transitadas y pasar por calles secundarias con menos cantidad de vehículos, lo cual hacía que el camino a la casa de Ned fuera más largo porque había que pasar por muchos recovecos que el magnate esquivaría si no fuera porque Peter no quería que los vieran.
—Tienes razón y lo siento señor Stark, no quería distraerte.—Se disculpó Peter mientras se rascaba la nuca, luego bajó su brazo y se encogió de hombros.—Supongo que nadie nos prestó atención todavía porque están más ocupados apreciando el brillo del auto que mirando a las personas que están subidas.—Dijo, a pesar de sus palabras no se sentía tranquilo así que se hundió un poco en el lujoso asiento de cuero, intentando pasar desapercibido.—Aún así no puedo quedarme tranquilo.—Admitió preocupado.
Tony rodó los ojos y giró el volante, doblando en una esquina.
—A este ritmo llegaremos a la casa de tu amigo y no hablaremos.—Se quejó porque ya llevaba un buen rato manejando y no había conseguido hablar con Peter.
