ACLARACIÓN: esta es la versión editada (más info en la primera parte).
Peter Parker, un adolescente de 15 años, no puede creer su suerte el día que el multimillonario Tony Stark, también conocido como Iron Man, se presenta en su casa para ofrecerle...
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✨CAPÍTULO 26: LOS CELOS DE STEVE.
Steve se encontraba sentado en el asiento de cuero de su moto que usaba para las misiones, tenía a su esposa May sentada a sus espaldas, sujeta a su cintura gracias al agarre que le proporcionaba con los brazos.
El matrimonio Rogers acababa de llegar a su hogar, no les había llevado mucho tiempo ya que luego de recibir la llamada de Tony Stark y de enterarse que Peter ya había aparecido, Steve pisó a fondo el acelerador de su moto y manejó lo más rápido posible hasta su casa, pasando algunos semáforos que le tocaron en rojo en el camino y ganándose bocinazos de los autos y motos que circulaban por las calles.
Steve jamás hubiera sido capaz de hacer algo así en condiciones normales, siempre había respetado las leyes de tránsito y no sólo eso, siempre había manejado despacio.
De hecho demasiado despacio ya que a veces Peter se quejaba diciéndole que manejara un poco más rápido porque los autos que iban atrás de ellos siempre los pasaban debido a lo lento que iban, Steve se reía y le decía a su hijo que manejar lento era más prudente, en cambio manejar rápido era peligroso y era algo usual en la gente que se creía la gran cosa y se hacía la canchera.
El rubio también le advirtió a Peter que cuando aprendiera a manejar y obtuviera el permiso para conducir, sólo le prestaría el auto si manejaba a menos de 60, Peter no puso objeciones porque prefería manejar a esa velocidad súper lenta que no manejar, así de simple.
El problema era que ahora Steve no estaba siendo fiel a sus principios, estaba violando muchas leyes de tránsito y el motivo que lo impulsaba a actuar de manera tan imprudente era que necesitaba ver con urgencia a su hijo, tenía que aclararle unas cuantas cosas de suma importancia cuando lo tuviera en frente.
Steve había sacado muchas conclusiones luego de esa larga noche de discusiones con Peter pero lo definitivo era que su hijo no podía volver a hacer lo que había hecho, no podía volver a escapar, menos de noche.
No debía andar solo por calles desoladas, inclusive siendo Spider-Man, definitivamente no, no tenía permiso y se lo haría saber, en otras palabras... Peter no podía volver a preocuparlo de esa manera.
Steve estuvo al borde de sufrir un ataque de pánico, algo que nunca le había sucedido, sin embargo ahora que Peter ya había aparecido y estaba sano y salvo, el miedo del rubio se había convertido en enojo y también... en determinación.
Educaría a Peter para que aprendiera a comportarse correctamente, costara lo que costara.
Steve estacionó la motocicleta en la calle, frente a la vereda de su casa, inmediatamente un movimiento captó su atención y descubrió que provenía del techo.
El rubio dirigió sus azules ojos en esa dirección y se dio cuenta que se trataba de Peter y Tony que estaban de pie sobre las tejas francesas, sin embargo fue grande su sorpresa al verlos abrazados, esa sorpresa se transformó en unos irrefrenables celos en cuestión de segundos.