ACLARACIÓN: esta es la versión editada (más info en la primera parte).
Peter Parker, un adolescente de 15 años, no puede creer su suerte el día que el multimillonario Tony Stark, también conocido como Iron Man, se presenta en su casa para ofrecerle...
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✨CAPÍTULO 41: TONY PRESIENTE QUE PEPPER LE OCULTA ALGO.
Un gran ventanal que ofrecía una majestuosa vista a la ciudad era lo que se hallaba frente a Tony, Pepper y Rhodes, quienes se encontraban de pie en una de las numerosas salas que había en la Torre.
Se habían ido a ese lugar después que salieron del ala médica, dejando a Steve y a May a solas con Peter para que pudieran conversar con tranquilidad y probablemente... para que también pudieran hacer las paces, lo que sería genial en opinión de Tony porque ya era hora de que volvieran a llevarse bien.
—Hey Tony.—Lo llamó Rhodes dándole un golpecito en el brazo.
Su amigo lo miró con una ceja arqueada.
—¿Quieres que vayamos al bar del piso 47 mientras Steve y May hablan con Peter? podríamos tomar unos cuantos tragos.—Sugirió el coronel, se encogió de hombros y aclaró con una mirada burlona.—Tampoco muchos porque después no quiero ser tu niñero, siempre tuve más aguante que tú.—Dijo tanto en broma como en serio.
En broma porque quería agregarle un poco de humor al ambiente dado que hacía unos minutos que habían llegado a la sala y nadie había dicho nada hasta el momento y en serio porque no quería que Tony recayera en el alcohol.
Tony lo miró con cara de pocos amigos.
—Ja, ja, muy gracioso Rhodey.—Dijo el millonario con sarcasmo.
Rhodes rió, Tony miró unos segundos a Pepper y después volvió a mirar a su mejor amigo, si bien antes de salir del ala médica le había dicho que una de las cosas que estaba pensando hacer era tomar un trago... ya se había arrepentido porque no quería dejar sola a Pepper, se había puesto muy mal cuando trajo a Peter a la Torre.
Lo mejor era que la acompañara, quizás ella lo necesitaba.
—Pero te voy a tener que decir que no...
—Que sí.—Lo interrumpió Pepper abruptamente.
Por la mirada que le había dirigido Tony se dio cuenta que quería acompañarla pero le venía bien que no lo hiciera y se fuera con Rhodes al bar, era la oportunidad perfecta para que estuviera sola y pudiera irse a un laboratorio a dejar las muestras para los análisis de ADN.
Tony la miró con una ceja arqueada, Pepper esbozó una sonrisa y le palmeó suavemente el pecho.
—Ve Tony, no te preocupes por mí, ya estoy mucho mejor así que me voy a mi oficina a seguir trabajando.—Mintió la rubia usando el trabajo como excusa, señaló con su dedo pulgar hacia atrás e hizo una mueca.—Se me acumuló una pila de papeles que tengo que ver de manera urgente, ya perdí mucho tiempo hoy decorando la habitación de Peter.
—Pero...—Empezó a decir Tony, no tan convencido puesto que frecuentemente Pepper se hacía la fuerte, quizás no estaba del todo bien.
—Tranquilo.—Lo calmó Pepper con tono apaciguador, le apoyó una mano en el brazo y lo empujó un poquito.—Ve con Rhodes.—Lo instó, le sacó la mano del brazo, las colocó en su pequeña cintura y aclaró con naturalidad.—Yo estoy bien porque lo vi bien a Peter, no sé tú.
