(22)
Cinco Días Después...
Flor:
Ya tengo que dejarme de pensamientos, de estresarme por personas que no se dan la molestia ni tan siquiera ahora de mirarme. Sí, hablo de él, desde que me fuí de su apartamento no habló más conmigo, hizo de todo para ignorarme, cómo sí yo no existiera.
Claro, muy en el fondo estoy devastada por eso, por más que diga que tengo que dejarme de sentir mal por él.
No lo entiendo. Él un día me demuestra cosas que de verdad me hacen pensar que soy más para él, pero de pronto viene a ser otro más indiferente contigo.
Respiro hondo bajándome del avión, ahora oficialmente estoy en el continente asiático, para ser más específica estoy en Japón.
Ayer se hizo oficial la noticia de que soy la nueva jerarca empresarial de éste continente, un revuelo se hizo y todavía es que sigue, al parecer soy tendencia número uno en todas las redes sociales, noticieros, revistas y no sé qué más.
Bajo la capucha de mí suéter cuándo los flashes de las cámaras me molestan, hay una algarabía, siento cómo ponen una mano en mí espalda, es uno de los tantos guardaespaldas que me guía a la camioneta que nos espera.
Sí mí papá me hacía guerra para yo aceptar que me colocara un anillo de seguridad a mí alrededor cuándo era solo una empresaria sin ningún puesto pesado ahora imagínense cuándo lanzaron la noticia, tuve que aceptar a regañadientes además que no era el único que me lo pedía, también estaba Alejandro y Jacobo.
Suspiro cuándo entro a la camioneta seguido de mí viene mí abuelo que también se sube a ella.
—En marcha —Ordena sumamente serio—.
Nosotros tenemos dos vidas diferentes, o dos caretas, nos mostramos diferentes en el trabajo y en lo personal, aún sigo trabajando en eso, a veces se revuelve las dos cosas.
Mis ojos me arden por la irritación que ambos tienen, y es que sí, éstos cinco días he estado mal. Son tantas las cosas que me he guardado que cuándo lloro ya no sé porqué tema lo hago.
Veo a mí abuelo cuándo siento su mano sobre la mía, se me es difícil disimular mí malestar.
Ordena que suban la ventana para que ambos tengamos privacidad, se acomoda mejor para verme, analizándome con su mirada azul oscuro.
—Siento que después de todo de lo que te ha pasado lo que tienes es por un hombre —Habla—. ¿Todo es por él, cierto?.
—Tengo la teoría de que cuándo uno llora, nunca llora por lo que llora, sino por todas las cosas que no lloró en su debido momento —Conectamos miradas—. Mario Benedetti.
Finalizo la frase del nombrado autor, él suspira cómo sí estuviera pensando mis palabras y después de eso empieza asentir.
—Claro, es verdad, pero; ¿Cuándo dejarás de llorar por todo?.
—Cuando me deje de doler.
—Flor…
—Abuelo, ya no quiero hablar más de eso ¿Sí? —Me altero un poco sintiendo otra vez el nudo en mí garganta—. Yo hago todo lo posible para avanzar, pero no es mí culpa que la vida ponga cosas entre mí camino para retroceder.
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Entre Mí Camino
RomanceEn un mundo donde el poder y los negocios se entrelazan, Taylor Nobéli, un joven empresario de 26 años, se enfrenta a la presión de ser el heredero de un imperio empresarial que abarca toda Europa. A pesar de su éxito, Taylor lleva consigo las cicat...