CAPÍTULO

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Denzel:

—Mira al contrincante sin objetar ninguna palabra y hazle saber quién manda en ésta mierda —Asiento firmemente ante las palabras de mí abuelo—.

Quizás esas palabras de mí abuelo Massimo pasan por mí mente al ver la mirada profunda de Flor hacía algunos de la sala, más que todo hacía cierta colombiana. Me quedaré siempre tranquilo porque ella se sabe defender más que nadie.

Dejo de prestarle atención a Octavio quién habla en la reunión para quedarme pensando en el porqué se fué ésta mañana cómo sí nada, dirijo mí mirada hacía Taylor y él solo se encuentra con una cara llena de alegría (nótese el sarcasmo).

Cuándo Ellison habla Flor se le queda viendo, analizando cada detalle de él y a veces puedo sentir cómo el italiano se remueve en su sitio disimuladamente por la mirada de la venezolana.

Cuándo todos dejan de hablar la mujer me vé asintiendo, abro mí agenda yéndome a la página de los dúos armados por ella y yo. Al empezar a informar nadie objeta ninguna palabra solo asienten acatando la orden.

—Holland y Paredes… Meley y Pérez —Anuncio y ya puedo sentir la mala vibra de esas dos mujeres, Clara siempre ha querido trabajar con Taylor—. De Mayo estará de equipo con las empresarias aquí presentes —Señalo a las mujeres—. Y por mí parte estaré con Shuyin Kang.

Veo al coreano y él asiente levemente sin dejar su cara de seriedad, los que son Mario y él se portan de otra manera cuándo de dirigirse hacía Flor se trata. Espero porque alguien diga algo hasta que Meley abre la boca.

—¿Y Taylor estará solo? —Qué problema con tutear a las personas así sea dentro del trabajo—. Todos tienen a alguien menos él.

—Estará solo, pero sí llegase a necesitar una persona a su lado que lo más probable es que sí, pues… Ahí tenemos a Flor De Mayo —Se queda quieta sin decir nada—. Ya no queda más nada por decir así que la reunión finaliza.

Todos se levantan de su sitio y él primero en irse es mí karma, Flor se vá intercambiando palabras con Ellison y el resto sale de una forma ordenada menos cierta persona que ya me está obstinando, elevo ambas cejas esperando sus palabras.

—Habla, Meley…

—¿Por qué nunca me pones con Taylor? —La veo ladeando mí cabeza—.

Mí acción la hace removerse en su lugar sacándome una sonrisa sin ninguna emoción en ella.

—Será porque no quiero que trabajes con él —Le hablo más que obvio haciendo montoncito con la mano costumbre de mis raíces italianas—. Pensé que ya te habías dando cuenta, Meley.

—¿Te estás dejando doblegar por ellas? —Pregunta seriamente—. Por Flor y Selene, tienes muy en claro cómo son ellas conmigo, no tenemos buena comunicación.

Levanto mí mano callándola, me pongo de pie apoyando mis manos en la mesa para inclinarme y verla.

—Meley… —Suelto una risita grave nada bonita preparándome para soltar un poco de mí veneno—. Primeramente, ¿Quién eres tú para venirme a preguntar cosas cómo esas? Además, en toda mí vida no he dejado que nadie me doblegue, ellas no lo han hecho, ¿Pero sabes algo? Sí algún día me vienen a decir algo les acato sus palabras, ¿Sabes por qué? —Medio niega nerviosa—. Porque Flor es la mamá de mí nieta y Selene es mí hija, tienes que tener en cuenta que en la vida hay niveles, querida.

—Yo soy la novia de tú hijo —Me encojo de hombros—.

—Muy querida por él no se llega a ver —Tomo mí agenda y teléfono—. Por más pareja que seas de mí hijo cómo tú dices, por eso no te vas a ganar el respeto cómo un integrante nuevo en la familia se lo merece.

Entre Mí CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora