(62)
Taylor:
Mis párpados pesan a éstas alturas, no dormí una mierda y ya el reloj marca las siete de la mañana. Mí teléfono empieza a sonar y veo de quién se trata la llamada, no contesto cuándo sé que es Clara.
Aún tirado en el sofá escucho cómo él ascensor abre sus puertas, lo último que quiero es que alguien venga a joderme la vida. Unos pacitos se hacen presentes y mí hija se posa en mí campo visual.
—Hola, papá —Besa mí frente para luego empezar a escanearme—. ¿Qué te sucedió?
Pasa sus pequeños dedos por mis ojeras.
—Nada —Hace una mueca por no decirle—. ¿Con quién viniste?.
—Conmigo, venía a buscar algunas cosas que se me quedaron aquí —Selene me mira indiferente, veo que en sus manos tiene unos cuántos libros—. ¿Nos vamos ya, mí amor?.
—Sí, tía —Se encamina hacía ella—.
Yo me levanto del sofá para ir a prepararme, tengo que estar en la empresa cómo todos los días, antes de hacerlo veo a unas de mis mujeres.
—¿A dónde van? —Les pregunto—.
—¿Ahora te interesa, hermanito? —Selene no me mira y eso me jode tanto—.
—Siempre me ha interesado, mí tortolita —Pincho su mejilla para irme a la habitación—.
Me doy una ducha rápida para ponerme unos de los tantos trajes negros que tengo en mí guardarropa, me coloco el perfume y así estoy listo. Por el pasillo hacía la sala en dónde siguen Selene y Eileen las escucho hablar.
Me poso en un lugar dónde no se den cuenta que las estoy viendo, mí hermana le habla sobre un libro a mí hija. Eileen dice algo que la hace reír y eso me saca una jodida sonrisa.
Finalmente carraspeo la garganta para que me presten atención, Eileen viene hasta mí y yo la cargo… Selene no me mira con la misma seguridad de antes, sé que la he cagado con ella cómo también con mis ojos esmeralda.
—¿Ahora sí me dices a dónde van?
—A la empresa, quiero pasar el día con papá y todos sí es posible porque ya regreso a Venezuela —Escondo una mueca de disgusto por eso—.
Asiento solamente y así los tres nos adentramos al ascensor. Eileen cómo siempre con su habladuría y Selene callada con su mirada perdida, es así cómo se basa todo el camino hacía la empresa.
Antes de salir de mí Bugatti me coloco los lentes de sol, me mentalizo de lo que viene ahora en adelante… ¿Y eso es culpa mía? Pues sí, al parecer siempre es culpa mía.
Eileen se adelanta un poco más que nosotros, pero aún así sin desaparecer de nuestras vistas, veo mí mano cuándo Selene la toma, sus ojos amarillos me muestran un sentimiento que no logro descifrar bien.
—¿Te casarás con Clara? —Pregunta—. Escuché hablar a Nila Jones sobre eso, mientras más avance la candidatura tú relación amorosa también lo hará.
—Eso no está en mis planes —Afirmo nuestras manos entrelazadas—. Cómo también no está en mis planes ser novio de Clara.
—Me tienes muy confundida, Taylor.
—Sé que es jodido utilizar a alguien para esto, pero es ella quién se ha visto conmigo y por eso supuestamente es mí vida amorosa, pero no —Niego alzando mis cejas—. Cuándo todo esto acabe le dejaré las cosas claras, mí verdadera pareja es Flor.
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Entre Mí Camino
عاطفيةEn un mundo donde el poder y los negocios se entrelazan, Taylor Nobéli, un joven empresario de 26 años, se enfrenta a la presión de ser el heredero de un imperio empresarial que abarca toda Europa. A pesar de su éxito, Taylor lleva consigo las cicat...