CAPÍTULO

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Denzel:



Tocan la puerta de mí oficina y alzo la voz para que la persona pase. Me quedo confundido cuándo la mujer entra con algunos papeles en las manos los cuáles deja encima del escritorio.

-¿Qué no deberías estar en Jamaica? -Niega sin verme-.

<<Yo a ese lo mato>>.

-Yo no, pero tú hijo y nieta siguen allá -Parpadeo varias veces-. Ten éstos papeles, me vuelvo a reincorporar al trabajo...

-Deberías estar descansando -Cuándo me vé sonríe sin gracia-.

-Ni descansando dejo de tener problemas. Bueno, nos estamos viendo.

Se da la vuelta para irse dejándome fuera de contexto. Salgo de mí mundo cuándo el teléfono empieza a sonar, al ver de quién se trata hago oídos sordos, pero insiste tanto que termino aceptando la llamada.

-¿En dónde carajos está Flor? -Me río-.

-Sí no sabes tú qué es la mamá de tú hija qué voy a saber yo -Escucho cómo gruñe-.

-¡No estoy para juegos! ¿¡En dónde mierda está!? -Suspiro-.

-Está en la empresa, la acabo de ver...

Refunfuña en un "carajo" para luego cortar la llamada. ¿Qué me pasó en ese entonces que no me puse protección? Aún no lo entiendo.

-Señor -Aranza medio asoma su cabeza por la puerta-. La Sra. Aurora. Está aquí...

Alzo ambas cejas.

-Dale el paso siempre -Asiente para luego irse-.

Me han llegado rumores de que la Sra. Lennox. Cómo las demás mujeres andan histéricas por la situación de Aranza y el arrastrado de Octavio... Mismo hombre que ha estado alejado de la empresa por dos días ya que la pareja de Farrell lo amenazó hasta con navaja.

<<Esa muchacha siempre ha sido muy hiperactiva>>.

Unos tacones retumban por todo el lugar, elevo mí vista para verla a ella, siento un estúpido cosquilleo dentro de mí cuándo me llega a sonreír. Toma asiento frente a mí y puedo jurar que parezco un completo idiota por la forma en cómo la miro.

-¿Qué vas hacer horita? -Veo el reloj de la pared-.

-¿Primeramente no se saluda? -Ríe dejando a mí vista sus ojos brillosos-. ¿Qué te trae por acá, Dolcezza?.

-Quería ver sí podía almorzar con él padre de mí hijo -Paso mí mano por el pelo-. ¿Algún problema con eso?

-Repítelo -Suelta la carcajada-. No me jodas Aurora, repítelo.

Pudo haber pasado ya veintinueve años ya de eso, pero sabe que por más años que pasen ese título siempre me prende. Se termina levantando para venir hasta mí y sentarse en mí regazo, pongo mis manos en su cintura mientras ella rodea mí cuello con sus brazos.

-Que quiero almorzar con el padre de mí hijo -Llego apretar su cintura de modo de no lastimarla mientras ella me tira esa mirada lasciva que me deja al borde del abismo-.

-¿Pero de qué comida se trata? Porque lo que quiero comerme horita es otra cosa -Me mira divertida y luego clavar sus labios contra los míos, aprisiono el beso para profundizar más el beso-. Dolcezza, me estás matando.

Sus manos llegan a bajar hasta mí cinturón haciendo que trague saliva duramente. La muy mujer hace todo con calma para que yo caiga en demencia.

-Mí amor -Tomo sus manos para que pare lo que está por hacer-.

Entre Mí CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora