CAPÍTULO

35 2 0
                                    

(42)

¡FELIZ CUMPLEAÑOS, DENZEL!.

Flor:

Es la noche de un 26 de Octubre. En dónde todos estamos en un bar pasando un rato con el cumpleañero, a veces puedo notar cómo Clara se enoja al saber que se está haciendo tarde por la cena familiar que ella se creó.

Lo más irónico de todo es que estamos aquí por el cumpleañero, pero es él quién no está. Aunque eso cambia cuándo llega sintiéndose atrapado por el cuerpo de Clara encima de él rodeándolo en un abrazo, y cómo siempre el hombre la termina apartando sin que se dé cuenta, así hace con todos, no es de abrazos cómo buen Nobéli que es.

Carolina se posa a mí lado viendo la escena en dónde la morena no se le despega del cumpleañero con una gran sonrisa.

Qué hermosa relación de suegro y nuera, ¿No crees? —En la barra tomo un cóctel para empinármelo—.

Muy buena —Carraspeo sutilmente mí garganta—.

A veces pienso sí Denzel tendrá pareja, andan diciendo que tiene una amante —La llego a ver y conectamos miradas—. Mierda…

¿Disculpa?.

Nada, tus ojos son candentes —Elevo ambas cejas volviendo a mí cóctel—. ¿Sabes quién será la amante de él?.

Carolina, yo solo estoy aquí por las elecciones, además no es problema mío sí tiene una amante o no, total, es su vida —Me canso terminándome de tomar el líquido pidiendo otro—.

Ay ya, no finjas... tengo muy en claro que eres tú.

La encaro por completo al escucharla, pero me frena una presencia que me deja atontada por un rato al verse muy sexy ésta noche, épicamente la colombiana se vá de nuestros lados para huir de lo que le iba a decir, tomo un respiro profundo volviendo a mí puesto sin objetar ninguna palabra.

—¿Por qué estás enojada? —Niego ante su pregunta—. ¿Qué te dijo?.

Vuelvo a negar sin ni tan siquiera mirarlo.

—Conmigo nunca harás la ley del hielo, Flor —Toma mí mentón y rápidamente quito su mano de ahí porque hay muchas personas conocidas cómo desconocidas en el lugar—.

En eso me extiende su mano para que la tome, yo solo me quedo viéndola con mí entrecejo fruncido, ¿Ahora qué quiere?.

—Es de mala educación dejar a las personas con la mano extendida —Me dice tomando una postura seria—.

Termino bufando tomando su mano, me estoy sintiendo tan extraña últimamente que ya ni me importa sí alguien empieza a hablar por vernos tomados de la mano. Cuándo acuerde estamos a las afueras del bar.

Veo cómo él hombre saca una cigarrillo haciendo que sienta enojo por eso, le arrebato el cigarro para botarlo, se queda viendo mí acción, pero hace caso omiso volviendo a tomar otro cómo sí nada.

—No lo hagas, Taylor —Quiero tomarlo, pero no me deja empezando una guerra entre nosotros dos por eso—. ¡Bota eso!.

—¡Quiero bajarme el estrés!.

—¡Hay más formas de quitarse el estrés! —Logro por fin tomarlo y botar el palillo de nicotina—. Tatuajes, cigarros, una carácter de porquería volumen dos, ¿Qué más sigue?.

Me termino hastiando y más cuándo él se cruza de brazos mientras se me queda viendo. Se inclina acercando su rostro al mío, veo cómo vé mis labios para subir su mirada suavemente hasta mis ojos.

Entre Mí CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora