Entre Mí Camino

CAPÍTULO

(28)

Dos Meses Después (Septiembre)...

Flor:

Dejo de escribir en mí laptop al verme interrumpida por una llamada entrante en mí móvil, sonrío cuándo veo de quién se trata.

—Jerarca de Asia a la disposición de él guapo Jacobo, ¿Qué necesita?.

—Te necesito a mí lado para echarte tremendo chisme.

—¿¡Qué pasó!? —Escucho su risa ronca—. ¡No me jodas tío, dímelo de una!.

—Sabes cuándo un hombre y una mujer sienten algo entonces el hombre se vé en la disposición de ver qué hacer y no le…

—¡Ya basta tío, suéltalo! —Me llego a desesperar—. No me digas qué…

—¡ROXANA ES MÍ NOVIA! —Su grito hace que mí oído empiece a pitar, pero la emoción es más grande y por eso no me quejo—.

—¡Nojoda que vaina pa’ buena! —Me tapo la boca evitando soltar un grito—. Te juro que sí no estuviera en la empresa lo gritara a los cuatro vientos.

Se ríe. Entonces me voy al gran balcón de mí oficina para poder gritar cómo debe ser, su risa se engrandece aún más.

—¿Ya mí papá lo sabe, mí abuelo? —Pregunto sin dejar de sonreír, es que Jacobo De Mayo con pareja es algo que no he visto nunca—.

—Ahora me reúno con ellos para decirles —Pausa—. Gracias por todo, mí princesa.

—Siempre tío, te amo…

—Yo mucho más.

Hablamos por un rato más y cortamos la llamada, entro de nuevo a la oficina sin dejar de ver mí teléfono un carraspeo de garganta hace que eleve mí cabeza.

—¿¡Arnaldo!?.

—¿Así es cómo recibes a tú rayo de sol? —Me río en mí lugar, él abre sus brazos para que lo abrace y así lo hago cuándo llego a su lado—.

—Aún no entiendo cómo eres un Nobéli.

—¿Por qué?.

—No eres tan idiota cómo los otros —Se lleva una mano al pecho haciéndose el ofendido—.

—Auch. Bueno, yo soy así con las personas que adoro y con las que no es mejor que no me conozcas.

—¿Me adoras? —Me hago la boba, se acerca a mí pinchando mí mejilla con sus dedos—.

—Obvio, querida. Somos una pareja bombastic en éste mundo.

—Es mí pareja no la tuya —Esa voz hace que me dé la vuelta cómo palo rígido—. ¿Qué, no me vas abrazar?.

No dudo en acercarme para envolverlo en un abrazo que él me corresponde, tantas semanas sin verlo, un mes sin verlo, el otro anterior fui a visitar a todos incluyéndolo obviamente, ahora él vino hasta acá. Toma mí rostro acunándolo con sus manos para dejar un beso.

—Vas a tener que montarte en una silla Flor, el pobre se vá a partir el cuello —Me río encima de los labios de Taylor, al separarnos me doy la vuelta encontrándome con Farrell—.

El hombre de cabello rubio y ojos negros se acerca hasta mí dándome un abrazo y beso en la mejilla a modo de saludo. Arnaldo y Farrell salen de la oficina dándonos privacidad, él sé queda viendo mí gigantesca oficina, nunca había estado aquí.

—Y ya el negocio de nuestros apellidos acabó —Asiente—. Sé acabó lo que hizo que algo empezara en nuestras vidas.

Sus ojos caen de golpe en los míos, un escalofrío se hace presente por todo mí cuerpo, nunca en la vida me cansaré de sus hermosos ojos, ese amarillo que te advierte que muchas cosas en tú vida pasarán.