CAPÍTULO

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(10)

Una hora antes de las cuatro...

Taylor:


Me estaciono en la gran casa que visualizo, salgo del auto en busca de acercarme a la puerta, cuándo ya estoy más cerca antes de tocar el timbre escucho una voz a mí espalda.

—Hola —Saluda—. ¿Qué hace por aquí?.

—Venía hablar contigo —Respondo—.

Ella abre la puerta invitándome a pasar, es un buen lugar en dónde vivir, no voy a mentir.

—¿Estás sola? —Asiente ante mí pregunta—.

Ambos tomamos asiento quedando cara a cara.

—Ya puede hablar —Dice—.

Escucho la puerta abrirse es por ello que no objeto ninguna palabra, se deja a ver una chica, cabello marrón, ojos del mismo color, altura promedio. Se queda un poco paralizada al verme, el bolso que tiene en manos lo coloca en otro sofá que están en la sala.

—Tía, te presento a Taylor Nobéli...

—Sí, ya sé quién es —Habla—. Selene, puedes ir un momento afuera que una compañera tuya te está esperando.

La chica de ojos amarillos no dice nada, solo se vá hasta dónde le dijo su tía, me levanto de mí sitio viendo cómo se siente acorralada por mí tamaño.

—Hola, Saray —La saludo con ironía—.

—¿Qué haces aquí? —Pregunta a la defensiva—.

—Visitando a mí hermana —Su cara es de asombro—. ¿No tengo el derecho?.

—La verdad es que no, después de dieciséis años te apareces así.

—¿Por qué será? —Pregunto con ironía—. ¿Será porque Denzel y tú me lo han ocultado por todos éstos años?.

—No vengas, apenas y te estoy conociendo bien —Habla—. Además no es mí culpa que no lo sepas, Denzel me advirtió a que no dijera nada.

—¿¡Por qué no lo podía saber!? —Elevo el tono de voz—.

—¡No sé, capaz para que no le tomaras más odio del que ya le tienes! —Me responde igual—. Hace unos meses atrás le empezó a pagar los estudios, con la razón de poder acercarse más a ella.

—¿Ya se han visto?.

—No, aún no, está esperando no se qué. Pero oye, no es nada fácil que un día para otro le salga un papá y hermano cuándo ella piensa que solo me tiene a mí —Continúa—. Le he querido comentar algo de todo ésto, pero Denzel prácticamente me amenazó con que no le dijera.

—¿Qué tipo de amenaza?.

—Quitármela —Responde sin más—. Quitármela y llevársela él, pero no puede hacer eso, venir así cómo sí nada y llevársela, que conste que también me estoy enterando de todo ésto —La veo—. Mí hermana nunca me contó de su amorío con él.

Este tema me da jaqueca, suspiro pensando en algo.

—Ya es hora de que lo sepa —Habla—. No me interesa una puta mierda de Denzel, y tú quieta que nadie te la vá a quitar, pero te recuerdo que al fin y al cabo tenemos la misma sangre, por ende tenemos derechos de algunas cosas.

Camino hacia la puerta, me sigue... Salgo de la casa viendo a Selene sentada en la escalera con su mirada perdida, ella se levanta al vernos.

—Selene, acompáñame a hacer algo —Le ordeno, ella vé su tía esperando que ésta le diga algo, solo asiente—.

Entre Mí CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora