CAPÍTULO

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(17)

Peter:



-Amor, respira -Habla mí esposa al verme desesperado-.

-¿Por qué a mí? -Susurro con los ojos encharcados-.

-Ay, Peter -Empieza a llorar en mí hombro-. Tenemos que salir de ésto juntos, ¿Sí?.

-Sí -Digo casi imperceptible-.

-Tengo que ir a la empresa, quiero hablar bien con Taylor -Asiente limpiándose las lágrimas-. Ayer se fué con Flor, creo que en algo andan esos dos.

-Quién sabe, Taylor es tan difícil de entender -Asiento dejando un beso en sus labios para irme-.

-Te amo, Beli.

-Te amo, Peter.

Después de una hora digamos llego a la empresa estacionando el auto en el estacionamiento subterráneo. La mayoría me saludan al verme, llego a la oficina del cabrón, pero primeramente pasando por su secretaria.

-¿Se encuentra?.

-Sí, señor, puede pasar -Me da la indicación-.

-Gracias.

Está de espalda viendo al más allá de la ventana, sin su chaqueta puesta, solo la camisa de vestir blanca. Se gira a verme de arriba hacía abajo, sí, se que no estoy en mí buen momento.

-¿Podemos hablar bien? -Medio asiente indicando la silla para que tome asiento-.

-¿Qué ocurre? -Intenta buscar mis ojos-. Peter, te ocurre algo, ¿Qué pasa?.

Grito en mis adentros al sentir mis ojos cristalizarse.

-¿Problemas con Belinda? -Niego-.

Jamás he tenido problemas con ella, jamás.

-La verdad es que no me voy a trabajar con nadie -Empiezo-. Solo no quiero seguir.

-¿Por qué? -Pregunta con su tono duro que tiene de costumbre-.

-Estoy mal, Taylor.

-¡Habla! -Exclama desesperado por no escuchar la historia completa de una sola vez-.

-¡Tengo cáncer!.

Lo suelto al fin, se queda inmóvil en su asiento pensando sí mis palabras son ciertas, se empieza a reír. Durante todos éstos años a su lado he notado que cuándo se ríe en situaciones así es porque está nervioso, asustado, entre otras.

-Mira, Peter -Habla mirando al techo-. Sí es una maldita broma de los muchachos y tú dímelo de un vez antes que yo los mate.

Niego.

-Taylor, yo jamás jugaría con eso -Se me escapa una lágrima traicionera-. En mí chequeo de cada mes salió eso, tengo cáncer de hígado.

Sus manos se vuelven puños golpeándolos en su escritorio haciendo un estruendo por todo el lugar.

-¡Maldición, Peter! -Se levanta sin saber qué hacer-. ¡Una cosa tienes que hacer en la vida, estar vivo para que estés a mí lado, eres mí amigo, el cabrón que sale conmigo a beber cuándo estoy mal!.

-Taylor.

-¡No te puedes morir! -Alza su voz-. ¡Tienes que superar eso y ya!.

-Estoy en eso, Taylor -Me acerco un poco a él-. Necesito son personas optimistas a mí lado para poder avanzar mejor.

-¿Qué me estás tratando de decir? -Achina sus ojos-.

-Nada, solamente que cuándo tú te enojas dices barbaridades y así la recuperación vá ser más difícil -Hablo manteniendo la calma-. Nunca les he pedido nada en la vida, ahora les pido de todo corazón que necesito su apoyo en ésto.

Entre Mí CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora