El sonido del balón resonaba en la cancha, mientras Dazai intentaba seguir el ritmo del juego. Chuuya observaba desde la línea lateral, contento de ver a su novio hacer algun deporte como lo era el baloncesto, aunque fuera a regañadientes y solo porque él se lo había pedido.
De repente, la voz de Fyodor interrumpió sus pensamientos. — ¿Qué no daría yo para que me acorralara contra la pared? — dijo, llamando la atención de Chuuya quien voltio a ver a su compañero y amigo cercano de Dazai.
Chuuya frunció el ceño, preguntándose a qué se refería Fyodor. — ¿Qué? — respondió, volviendo la cabeza hacia su compañero de clases.
Fyodor sonrió burlonamente mientras continuaba, — Estaba hablando de Dazai. Tengo que admitir que es bastante apuesto.— Lanzó una mirada juguetona a Chuuya, claramente disfrutando de su incomodidad.
Chuuya se sintió molesto por las palabras de Fyodor y lo miró con furia. — Cállate, anémico. Deja de hablar así de mi novio — le espetó, dejando claro que no toleraría ninguna falta de respeto hacia Dazai.
Fyodor se encogió de hombros con indiferencia. — Pero es la verdad — provocó, con una sonrisa burlona en los labios.
Chuuya apretó los puños con rabia, sintiendo una oleada de celos y frustración.— ¡Tonto! Dazai solo me ama a mí — exclamó, defendiendo su relación con su novio.
— ¿De qué están hablando? — preguntó Dazai, y Chuuya al verlo cerca le ofreció la botella de agua. El ejercicio no era precisamente el fuerte de Dazai, pero lo había hecho por Chuuya, quien lo miraba con una dulce sonrisa en los labios y le palmeó el hombro con cariño. — Solo hablábamos sobre el juego. Has hecho un buen trabajo allí — elogió.
Sin embargo, la conversación tomó un giro inesperado cuando Fyodor intervino con un comentario provocativo. — Estábamos hablando de cómo Chuuya quiere que lo acorrales contra la pared y lo beses de manera intensa hasta dejarlo sin aliento, con las piernas temblando de nerviosismo — dijo, con una sonrisa maliciosa.
Dazai se quedó boquiabierto por las palabras de su amigo, sintiendo cómo el rubor subía por su rostro. Chuuya por su parte estaba sonrojado, no podía negar que tan solo imaginar ese escenario hacia su corazón latir.
Dazai solo guardo silencio y se sento al lado de Chuuya quien le tomó la mano y comenzó a darle pequeñas caricias con dulzura.
— ¿Ya termino el juego? — preguntó Chuuya, tratando de desviar la atención de Dazai.
Dazai trató de recuperar la compostura, nego levemente. — No, pero ya me canse de jugar.
Chuuya sonrió y sugirió — ¿Qué tal si vamos por un helado entonces?
— ¡Sí, me encantaría!
Ambos comenzaron a recoger sus cosas cuando Dazai se giró hacia Fyodor, quien estaba cerca. — ¿Quieres acompañarnos, Fyodor?
Fyodor, con su característica sonrisa burlona, negó con la cabeza. — Gracias por la oferta, pero tengo que ir a la biblioteca.
Mientras Fyodor se alejaba, pasó junto a Nikolai, quien casi se cae por mantener la mirada fija en Fyodor, lo que provocó algunas risas entre los presentes.
[...]
Chuuya y Dazai caminaban tomados de la mano hacia la heladería, disfrutando del cálido día de verano. El sol brillaba en lo alto mientras se dirigían al local. Al llegar, entraron y se dirigieron al mostrador, donde cada uno pidió su sabor favorito.
Con los helados en mano, salieron de la heladería y decidieron dar un paseo por el cercano parque. Buscaron una banca bajo la sombra de un frondoso árbol y se sentaron cómodamente, disfrutando del fresco aire mientras saboreaban sus helados.
Chuuya terminó su helado rápidamente y se le quedo viendo a Dazai debatiendo si acercarse o no, y en un impulso repentino, se acercó a Dazai, quien también había terminado el suyo. Quería besarlo pero se detuvo abruptamente al recordar que estaban en un lugar público.
Dazai notó la repentina timidez de Chuuya y lo miró con curiosidad. — ¿Qué pasa, Chuuya? — preguntó, preocupado por el cambio de ánimo de su novio.
Chuuya desvió la mirada, sintiendo el rubor subir por sus mejillas. — N-nada, solo pensaba... — murmuró, sin terminar la frase.
Dazai sonrió con ternura y colocó una mano en la mejilla de Chuuya, obligándolo a mirarlo. — ¿Solo pensando en qué? — preguntó suavemente, acercándose más.
Chuuya se sintió abrumado por la cercanía de Dazai y su corazón comenzó a latir con fuerza en su pecho. Antes de que pudiera responder, Dazai lo interrumpió con un suave beso en los labios.
Al separarse, Dazai le dedicó una sonrisa traviesa a Chuuya. — Tienes un buen sabor — bromeó, haciendo que las mejillas de Chuuya ardieran aún más.
Chuuya no pudo evitar sentirse avergonzado por el beso, pero también se sintió feliz por el gesto cariñoso. Sus piernas comenzaron a temblar ligeramente, sintiéndose abrumado por las emociones del momento.
Dazai era muy lindo con el. . . . .
Maldicion no es momento para recordar los delirios de Fyodor.
.... Pero tal vez...
— Samu...
Dazai frunció el ceño ligeramente, preocupado por la expresión seria de Chuuya. — ¿Qué pasa, Chuuya? — preguntó con curiosidad.
— Vamos a un callejón, quiero que me empujes contra la pared y me beses hasta dejarme sin aliento.
Dazai se quedó boquiabierto, sus mejillas encendiéndose con un rubor repentino. Antes de que pudiera formular una respuesta, Chuuya le tomó de la mano mientras se dirigia a un callejón cercano.
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