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Al abrir los ojos, se encontró envuelto en su cama, con las sábanas revueltas a su alrededor. La habitación estaba iluminada por la luz artificial y se fijo que ya era de noche.  Frotó sus ojos somnolientos y observó el caos que reinaba en su escritorio. Libros y papeles estaban esparcidos por todas partes

— Dazai, ¿dónde estás? — llamó, su voz aún ronca por el sueño.

Justo en ese momento, la figura de Dazai apareció en la puerta, sosteniendo una bandeja de aperitivos Chuuya se incorporó en la cama,

— ¿Dónde estabas? — preguntó Chuuya, aun somnoliento

Dazai se encogió de hombros con despreocupación y depositó la bandeja de aperitivos en el escritorio de Chuuya.

— Fui a buscar algo de comida. 

Chuuya asintió y Sin previo aviso, Dazai se inclinó hacia adelante y depositó un suave beso en los labios de Chuuya. El contacto fue breve pero cargado de ternura, lo suficiente para hacer que el corazón de Chuuya diera un vuelco en su pecho.

— Deberías levantarte y empezar a hacer la tarea — sugirió Dazai, apartándose con una sonrisa juguetona.

Chuuya soltó un suspiro dramático y se dejó caer de nuevo en la cama, fingiendo una protesta exagerada.

— ¡Pero aun tengo mucho sueño! — se quejó, aunque sabía que no podía resistirse por mucho tiempo a las órdenes de Dazai.

Dazai rió suavemente ante la actuación de Chuuya, antes de tenderle una mano para ayudarlo a levantarse de la cama.

— Vamos, Chuuya. 

Chuuya se dejó arrastrar por  Dazai, guiandolo hacia el escritorio se sento en la silla. viendo la montaña de deberes escolares

Dazai se volvió hacia Chuuya, sosteniendo un montón de libros en sus manos.

— Aquí tienes, para tu tarea de matemáticas — dijo Dazai, ofreciendo los libros a Chuuya con una sonrisa.

Chuuya tomó los libros  examinando las páginas con una mezcla de aburrimiento y resignación.

— ¿Ya terminaste tu tarea? — preguntó Chuuya, levantando la mirada hacia Dazai.

— Sí, la terminé hace un rato .

Chuuya frunció el ceño, deseando poder decir lo mismo sobre su propia tarea. Miró los problemas matemáticos con desdén, sabiendo que le tomaría horas terminarlos por sí mismo.

— ¿Puedo ver tus respuestas? — preguntó Chuuya, mirando a Dazai con ojos suplicantes.

Dazai negó con la cabeza,

— No, Chuuya. Tienes que hacerlos por tu cuenta. No aprenderás nada si te doy las respuestas 

Chuuya hizo un puchero, tratando de usar su mirada más tierna para convencer a Dazai.

— Pero me llevaría mucho menos tiempo si me dieras las respuestas — insistió Chuuya, con un tono de súplica en su voz.

Dazai sostuvo la mirada de Chuuya por un momento,

— Lo siento, Chuuya. pero te ayudare para que termines mas rapido — dijo Dazai, 

Chuuya suspiró resignado, sabiendo que no le podría hacer cambiar de opinión . Sabía que Dazai no le pasaba las repuestas de la tarea a nadie ni siquiera a Chuuya lo único que podía hacer era enseñarle.

—Está bien.

Dazai se inclino sobre la mesa, explicando pacientemente un concepto complicado de física a Chuuya. Las páginas del libro de texto estaban desplegadas frente a ellos, y Chuuya asentía ocasionalmente mientras hacía el esfuerzo de retener la información y no dormirse.

All my life (Soukoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora