Mis cinco días en Tokio se pasaron demasiado rápidos. Haber viajado con Pedro me ayudó a estuviera más tranquilo con respecto a la presentación, y que no tuviera todo el rato mi mente en Rhett. Tuvimos bastante tiempo libre, lo que nos permitió conocer bastante de la ciudad, la cual nos dejó maravillados.
Fue un viaje increíble. Aunque quisiera poder decir lo mismo de mi presentación. No diría que me fue mal, es más parecía bastante conformes con las ideas que expuse, sin embargo sentí que fue mediocre. Siento que no di lo mejor de mí, y que no estuve a la altura de lo que era el proyecto. Me percate de ello al ver la magnitud de la empresa. Según Pedro estuve estupendo, pero se que solo lo dice porque le pone demasiado valor a mi trabajo, o porque quería levantarme el animo. Y no se cual es peor.
Por suerte fue el último día la presentación, así que no arruinó lo demás. De todos modos en el viaje de avión de regreso no podía parar de pensar en lo mucho que quería estar en casa, con mi ropa cómoda, acurrucado bajo mis sábanas, y con mi novio consintiéndome. Eso sí me habría hecho sentir mejor. Pero no fue así.
Cuando llegamos me llegó un mensaje de Rhett diciendo que debía quedarse unos días más en Seúl, que tenía mucho trabajo pendiente que debía hacer él.
Han pasado dos semana desde entonces. Y desde que me fui, no hemos hablado, solo por mensaje. Puede que esté un poco paranoico, pero lo siento cortante y distante cuando me responde. Eso ha elevado mi ansiedad, y angustia. Sin mencionar que me desvelo todas las noches pensando escenarios imaginarios, y en la mayoría de ellos veo como Rhett se casa con una mujer.
Solo quiero que regresé a casa. Que vuelvan nuestras noches juntos, nuestras salidas, quiero besarlo y abrazarlo, y verlo reír cuando le cuente todas las locuras que mi cabeza creo, y que él me tranquilice diciendo que solo tenía trabajo que hacer, que me extraño, y que soy el único con el que quiere estar. Y con el que va a estar.
Pero él no vuelve. Y cada día que pasa se me hace más difícil, porque no puedo dejar de lado la sensación de que algo está mal.
Como soy alguien que no sirve para fingir, mi estado de ánimo se refleja en la cantidad de palabras que digo por día. Y últimamente en la oficina apenas tengo las ganas de pronunciar monosílabos. Claro que me han interrogado hasta el cansancio, preguntándome qué me sucede, y yo mentí diciendo que otra relación a la que había apostado, y que salió mal. Saben bien cómo me ponen mis fallos amorosos, así que dejaron de insistir y me dieron mi espacio.
No he dejado de preguntarme a mí mismo qué tan mentira es lo que dije...
Otra mañana que empieza. Si hay algo que puedo sacar provecho de mi estado lamentable es que todos estos días me han estado dejando escoger a mi la música, que es lo único que me mantiene estable.
Estoy tarareando en voz baja, cuando Uma entra a la oficina como una rafaga.
- ¡Chicos! ¡Tengo chisme! - es lo primero que dice cuando se sienta en su silla, con un tono infantil y una sonrisa juguetona.
- Oh vaya... debe ser muy jugoso, tu no eres chismosa. - comenta Sam asombrado.
- Es verdad. Eso ha despertado mi interés. - agrego dejando de lado lo que estoy haciendo. Me vendrá bien la distracción.
- Es muy grande, y los va a sorprender. A mí me dejó helada.
- Anda, corta el suspenso. Dinos. - dice Liam con algo de fastidio. - Tienes toda nuestra atención.
Uma hace una larga pausa dramática. - ¡El director Kang está comprometido! - suelta.
- ¿¡QUÉ!? - exclamamos con Sam. Él lo hace con sorpresa, yo más bien alarmado.
![](https://img.wattpad.com/cover/341153857-288-k484940.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Tenía que ser él
RomanceAtticus Lee es feliz. Esta en sus 30s. Trabaja de lo que ama, tiene unos compañeros a los que adora, puede costearse todos sus caprichos y las citas no le faltan. Siente que no le falta nada. Pero todo se da vuelta cuando llega un nuevo jefe a la e...