A la hora que acordamos Rhett me pasó a buscar junto con su chofer. Al bajar lo encontré aguardando por mí afuera, y cuando sus ojos se posaron en los míos se le formó una gran sonrisa.
- Que guapo te ves. - es lo primero que dice cuando quedo frente suyo. Y por la expresión que se le forma al terminar de decirlo me doy cuenta de que lo dijo inconscientemente. - Bueno, siempre te ves guapo. No solo ahora. - agrega con nerviosismo.
Sonrío. - Yo también pienso que te ves guapo todo el tiempo.
Alza sus cejas con sorpresa. - ¿Ah sí? - inquiere sorprendido y con un brillo inocente en sus ojos.
- Si. - afirmo. - Eres tan pero tan sexy y tan guapo que en lo único que puedo pensar en todo el día es en ti. Hasta podría decirse que vives en mi cabeza, ¿que acaso no tienes casa?
Sonrío al conseguir que a Rhett se le escape una carcajada.
- Anda, vamos.
- ¿Me dirás donde?
- Prefiero hacerme el misterioso por un rato más. - agrega divertido mientras nos subimos al auto.
Unos 20 minutos después llegamos.
Vincent van Gogh: la muestra de arte inmersiva. - es lo que leo en el cartel cuando nos detenemos en la entrada.
- No sé si te gusta van Gogh, pero me pareció interesante la experiencia. - comenta Rhett. - He leído muy buenas críticas.
- ¡Oh, me encanta! - exclamo entusiasmado sonriente.
- ¡Si! - habla victorioso. Río. - Entremos.
Rhett ya tenía las entradas, así que solo tuvimos que hacer la fila para ingresar a dónde era la exposición.
Y quedo completamente maravillado al ver lo que hay detrás.
Entramos a un enorme galpón en penumbra el cual se encuentra rodeado de grandes pantallas tanto en las paredes como en el piso, las cuales proyectan las pinturas en movimiento. Nunca había presenciado algo así. Realmente te sientes dentro. Hay personas paradas e incluso algunas que se encuentran sentadas, observando lo que los rodea. El ambiente es muy tranquilo y agradable.
Con Rhett caminamos por todo el lugar, el cual es aún más grande de lo que parece, pasando por todas las zonas que proyectan los diferentes estilos y etapas de su vida, como así también se lee algunas de sus frases y su biografía.
Nos detenemos y quedamos uno al lado otro, en silencio y mirando la exposición. Estamos tan cerca que nuestros nudillos se rozan. Lentamente muevo mi meñique y acaricio el suyo, y cuando me devuelve el gesto, lo tomo como una señal. Enlazamos mi dedo con el de él. Giramos levemente nuestras cabezas y nos sonreímos.
- ¿Podemos dar otra vuelta? - le pregunto a Rhett cuando regresamos al principio. Y al volverme hacia él, me percato de que me esta observando. - ¿Qué? - inquiero extrañado.
Me dedica una dulce sonrisa y pese a las luces tenues distingo el brillo en sus ojos.
- Es que.... me fascina ver esa expresión de entusiasmo cuando algo te apasiona.
- El arte me salvó, me trajo a la vida. - esas palabras tan solo salen de mi boca. Continúo observando las pinturas, las cuales me generan un sentimiento alegre en mi interior. - Desde pequeño fue mi escape, lo que me permitía exteriorizar todo lo que sentía dentro. Ya sea dolor, o incluso felicidad. Dibujar me hace sentir que todo estará bien. Dibujo y todo lo demás desaparece. Mi mente guarda silencio, y es como si mi corazón empezara a sentir y mi alma es la que hablara. Soy feliz.
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Tenía que ser él
RomanceAtticus Lee es feliz. Esta en sus 30s. Trabaja de lo que ama, tiene unos compañeros a los que adora, puede costearse todos sus caprichos y las citas no le faltan. Siente que no le falta nada. Pero todo se da vuelta cuando llega un nuevo jefe a la e...