El sábado en la noche Matt me envió un mensaje al grupo que tenemos los cuatro diciendo que le había propuesto matrimonio a su novia de toda la vida, y que harían una pequeña fiesta para celebrar en su departamento. Puse que iría, pero a eso me respondieron de que no me dejarían entrar si no llevaba a mi novio.
Obviamente la idea de que Rhett conociera a mis amigos me entusiasmaba, pero no estaba seguro de que él pensara igual. Se bien que no le gusta socializar, por lo que no lo iba a forzar a ir.
Me lleve una gratificante sorpresa cuando él accedió. Aunque una parte de mí sabe que no es porque le guste la idea, sino más bien porque las cosas entre nosotros están algo tensas y esta es su forma de demostrar su "compromiso". Quería decirle que no había necesidad de que lo hiciera, pero decidí darle la oportunidad de que lo intentara.
Así fue como terminamos los dos yendo juntos a la fiesta de compromiso.
Apenas entramos el departamento el lugar ya se encontraba bastante concurrido. Las personas están paradas charlando entre ellas, mientras tienen bebidas en sus manos o comen la comida que está encima de la alargada mesa, la cual está llena de diferentes platos. La música suena suave, y por más que es mucha gente hablando a la par, el ambiente es relajado y no ese bullicio que aturde.
A medida que nos vamos adentrando, me van saludando los demás invitados con quienes intercambio algunas palabras al pasar y que me dedican unas sonrisas animadas.
"¡Ey Atti!", "¡Atticus! ¿Cómo estás?", "Hola Atti, tanto tiempo.", "Estabas desaparecido Atti."
- Hablando del rey de Roma... - dice Matt divertido cuando quedo frente a él y nos fundimos en un fuerte abrazo.
- ¿Qué pacto hiciste con el diablo para que Kara te dijera que sí?
- He tenido que sacrificar uno de mis dos amigos de allá abajo.
Lanzo una carcajada. - Pues teniendo en cuenta de que ella es un 20 y tú un 6, deberían haber sido los dos.
Me empuja riendo. - Según Harry tu también estás con un 20. - dice y mira a Rhett, quien está a mi lado. - Hola, soy Matt. - se presenta y lo saluda alzando la mano.
Parecería un idiota, sino fuera que por el chat grupal haya mencionado que a Rhett lo incomoda un poco el contacto físico, que no se lo tomaran personal.
Rhett parece apreciar el haberse evitado el momento incómodo, por lo que le dedica una sonrisa, y una genuina no de compromiso.
- Atticus me ha hablado mucho de ustedes. - menciona. - Soy Rhett.
- Un gusto, Rhett. - sigue. - Oh, y ella es mi prometida, Kara. - agrega cuando ella se para junto a él.
- Hola chicos. - nos saluda la morena sonriendo. Posa sus ojos oscuros en mí. - Que bueno que ya llegaste, los tres parecían unos perritos ansiosos junto a la ventana espiando para verte llegar con tu cita.
Río. - No es mi cita, es mi novio Rhett. - digo y mi pecho de infla del orgullo que siento al decirle eso en voz alta.
- Es lindo. - dice Kara con una sonrisa picara.
- Si, totalmente un es un 20. - agrega Matt.
- Si, pero a diferencia de tí yo soy un 10. - miro a Kara. - Por fin se te declaró- bromeo. Vuelvo la vista a mi amigo. - Sabía que eras lento, pero no tanto.
- Idiota. - me golpea en el brazo. - ¿Necesitas tapones para oidos? Aun me quedan algunos. - le habla a Rhett. - Porque tu novio no se calla ni debajo del agua. - Rhett ríe. - ¿Te ha contado cómo nos conocimos? Se me acercó el primer día de clases en la universidad y empezó a hablarme en coreano, yo no le entendí una maldita palabra. Recién después de 10 minutos tuve un espacio entre tanto parloteo para decirle que era estadounidense y que no sabía nada de coreano.
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Tenía que ser él
RomanceAtticus Lee es feliz. Esta en sus 30s. Trabaja de lo que ama, tiene unos compañeros a los que adora, puede costearse todos sus caprichos y las citas no le faltan. Siente que no le falta nada. Pero todo se da vuelta cuando llega un nuevo jefe a la e...