NO.NO.NO.NO.NO.NO.NO.NO.NO.NO.
Que me lleve el diablo.... ¿¡POR QUÉ TENÍA QUE SER ÉL!?
De todas las personas que hay en el mundo, ¿¡Por que diablo tenía que ser él!? ¿¡Qué pecados cometí en mi vida pasada para ser castigado de esta forma!?
La sorpresa le dura medio segundo, y aparta su mirada de la mía con indiferencia, volviendo a tener ese semblante serio. Yo regreso también a mi semblante normal, pero por dentro sigo sintiendo ese nudo en el pecho. Hago un esfuerzo por tragar sin que eso me genere nauseas. Y el olor a incienso no ayuda mucho, solo hace que se me revuelva aún más el estómago.
- Chiquillos... - nos dice Pedro con una sonrisa cuando quedan frente a nosotros. Yo evito mirarlo. - Les presento a nuestro nuevo director... el señor Rhett Kang.
- Buenos días, señor Kang.
- ¿Como esta?
- Bienvenido.
Dicen mis compañeros, pero no consigo que las palabras salgan de mi boca. Apenas si puedo respirar. Me encuentro totalmente paralizado. Quisiera salir corriendo y esconderme.
El subconsciente se rinde y no puedo evitar mirarlo. Por suerte él no tiene su atención puesta en mi. Al observar su rostro con más detenimiento me cercioro que en es real. Es él.
¿Por qué tenía que ser él?
- Samuel Saeli. - se presenta esté, extendiéndole la mano, animado.
Pero se queda observando su mano, incómodo y algo tenso. En lugar de devolverle el apretón hace una leve inclinación de cabeza.
- Es un placer conocerlos. - dice con una mueca que intenta parecer una sonrisa, pero se ve bastante forzada.
Mi amigo baja lentamente su brazo, algo anonadado y borrándosele la sonrisa que llevaba. Pedro carraspea y le dedica una mirada a Uma, en señal para que salve la situación. Ella es experta en ser cordialmente distante, pero a la vez amable. Es por lo que suele ser quien lidia con los clientes "complicados".
Da un paso al frente. - Señor Kang, bienvenido. Soy Umarani Kumar, la supervisora de los proyectos. - habla con su tono neutro. - ¿Le gustaría que le de un recorrido?
- Claro, muchas gracias. - responde este.
Los dos se disponen a recorrer nuestro piso, entre tanto Uma le explica brevemente el funcionamiento de nuestro equipo de trabajo y la ubicación de las cosas. Al ver a Sam, este sigue todavía desorientado. Al igual que nuestro querido jefe, quien observa al recién llegado como si fuera un alien.
Me acerco a Pedro por detrás.
- Ey... - le hablo en voz baja al oído. Él da un leve respingo, como saliendo del transe. - Recuerdas eso que dijiste sobre la primera impresión es la que queda a lo largo de tu vida laboral...
- ¿Por que me susurras? Pareces un espectro siniestro de una película de terror. - menciona entre dientes. - Sí, ¿Qué pasa con eso?
- Pues... creo que... que ya la he liado. - comento. - Y a fondo. Bien estancado en un pantano.
- ¿¡Qué rayos has hecho!? - se da la media vuelta con ímpetu. - ¡Apenas si lleva aquí 5 minutos! Eso es rápido incluso para ti.
- Eh...
- ¿Señor Silva? - lo llama él, haciendo que Pedro se gire hacia él algo sobresaltado.
- ¿Si, Señor Kang? - se dirige hacia ellos, no sin antes volver a darme un vistazo. - Cierra la boca si no quieres que tu cabeza termine arriba de mi chimenea. Hablamos luego.
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Tenía que ser él
RomanceAtticus Lee es feliz. Esta en sus 30s. Trabaja de lo que ama, tiene unos compañeros a los que adora, puede costearse todos sus caprichos y las citas no le faltan. Siente que no le falta nada. Pero todo se da vuelta cuando llega un nuevo jefe a la e...