Madelaine González, la estrella en ascenso de Hollywood y hermana del famoso futbolista Pedri González, se muda a Barcelona. Allí conocerá a Pablo Gavi, la joven promesa del Barça y mejor amigo de su hermano.
¿Qué pasará cuando Madelaine intente ad...
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Las últimas dos semanas habían sido un infierno para todos en la casa. Madelaine y Pablo no habían dejado de pelear ni un solo día, y sus constantes disputas empezaban a afectar a todos a su alrededor, especialmente a Pedri y sus amigos Ansu, Eric, y Ferran. No había un tema demasiado trivial ni un momento inapropiado para que surgiera una nueva pelea entre ellos.
Por ejemplo esta mañana cuando Pedri, Gavi y Madelaine se disponían a salir de casa. Pedri tenía que recoger unas cosas en el centro de Barcelona y les había pedido que lo acompañaran. Al llegar al coche, surgió la primera pelea del día.
—Yo voy de copiloto —dijo Gavi, abriendo la puerta del asiento delantero.
—¡Ni hablar! —replicó Madelaine, empujándolo ligeramente. —Hoy me toca a mí.
—No, siempre te toca a ti. Hoy es mi turno.
Pedri, exasperado, se metió en el coche y dejó que discutieran.
—Resolvamos esto como los adultos que somos, okey?— dijo maddy
—Adulto yo, tú sigues siendo una chiquilla malcriada — dijo Gavi
—Tienen 40 segundos para subirse o los dejo, lo juro - dijo Pedri
Madelaine y Pablo se miraron. Se colocaron frente a frente y, con un ritmo coordinado, empezaron el juego.
—Piedra, papel o tijeras... ¡ya!
Madelaine mostró piedra y Pablo, tijeras.
—¡Gané! —exclamó Madelaine, sonriendo con satisfacción. — La buena piedra nada le gana
Durante el trayecto, la tensión no hizo más que aumentar. Madelaine conectó su teléfono al coche y comenzó a reproducir su playlist favorita.
—¿Otra vez Taylor Swift? —protestó Gavi, frunciendo el ceño. —¿No tienes otra cosa que poner?
—A mí me gusta Taylor Swift —respondió Madelaine, sin molestarse en mirarlo.
—Pues a mí no. Pon algo decente, por favor.
—Hey, con Taylor no, Gavi — dijo Pedro —Pero Mads no estaría mal que escucharamos otra cosa, Quevedo por ejemplo.
Madelaine simplemente aumentar el volumen de la música. — Eres un mentiroso el otro dia te vi cantando All Too Well, eres swiftie de closet Pablito.
Pablito. Era un apodo que Gavi detestaba, especialmente cuando salía de los labios de Madelaine. Sin embargo, su corazón no podía evitar acelerarse cada vez que ella lo llamaba "Pablo" o "Pablito". Si no se odiaran tanto, tal vez su sonido favorito en el mundo sería la melodía de su nombre en la voz de Maddy.
Pedri trató de concentrarse en la carretera, pero la discusión constante de sus dos acompañantes lo estaba volviendo loco. Llegaron al centro de Barcelona y, después de hacer las compras, decidieron buscar un lugar para comer. Allí, se encontraron con Ansu, Eric y Ferran, quienes se unieron a ellos.
—Vayamos a McDonald's —sugirió Pablo.
—¡No! —respondió Madelaine automáticamente. —McDonald's siempre. Quiero algo diferente, vayamos a esa nueva pizzería que abrió cerca de aquí.
—¿En serio? No puedes decidir por todos. Además, a mí no me gusta la pizza.
—Pues a mí no me gusta McDonald's —replicó Madelaine, cruzando los brazos.
Pedri intervino, tratando de mantener la paz. —Podemos ir a un lugar que tenga ambos menús. Así pueden pedir lo que quieran.
—Perfecto —dijo Pablo con sarcasmo. —Pero la próxima vez elegimos lo que yo quiero.
La tregua duró poco. Mientras esperaban la comida, Pablo y Madelaine comenzaron a discutir sobre a qué mesa sentarse, si poner ketchup en las papas fritas o no, e incluso sobre quién debía pagar la cuenta.
—¿Siempre tienes que ser tan complicada? —bufó Pablo, irritado.
—¿Y tú siempre tienes que ser tan terco? —respondió Madelaine, mirándolo desafiante.
Pedri no pudo más. Al regresar a casa, después de otro viaje lleno de peleas sobre la música, el tráfico y cualquier otra cosa que se les ocurriera, Pedri detuvo el coche bruscamente frente a su casa.
—¡Ya basta! —gritó, girándose para mirar a ambos. —¡Estoy harto de sus peleas constantes! ¿No pueden pasar un solo día sin discutir? Me tienen al borde de un ataque de nervios. O arreglan sus diferencias o se las arreglan para no estar juntos cuando yo esté presente. ¡Es insoportable!
Maddy, decidida a suavizar la situación, decidió utilizar sus dotes actorales. Puso una expresión de falsa inocencia y suavidad, sus ojos llenándose de lágrimas teatrales.
—Pepi, yo... solo quiero que todos estemos felices. No quería causar problemas —dijo, su voz temblando.
Pedri la miró con incredulidad, sacudiendo la cabeza.
—No intentes tus trucos conmigo, Madelaine Gonzalez . Sé cuándo estás actuando. Basta de esto. Ambos deben aprender a llevarse bien o quedarse en casa la próxima vez.
Pablo, sorprendido por la intervención de Pedri, no pudo evitar una sonrisa satisfecha por el regaño hacia Maddy.
Esa noche, en la casa, todos intentaban relajarse un poco. Ansu, Eric, y Ferran se habían quedado a pasar el rato, pero incluso ellos estaban hartos de las peleas.
—Tienen que resolver esto de alguna manera —dijo Ansu, mirando a Madelaine mientras jugaban al FIFA. —No podemos seguir así.
—Lo sabemos —respondió Madelaine con un suspiro. —Solo que... no sé cómo.
—Podrían intentar no estar juntos tanto tiempo —sugirió Eric, tratando de mediar. —Al menos por un tiempo, hasta que se calmen las cosas.
—O al menos, fingir que se llevan bien cuando estamos todos juntos —añadió Ferran. —Es agotador verlos pelear por todo.
—Lo intentaremos —dijo Pablo, aunque su voz no sonaba muy convencida. —Pero no prometo nada.
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