42. Espresso +18

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Advertencia: contenido sexual, no es necesario leer este capítulo

I'm working late 'cause I'm a singer
Oh, he looks so cute wrapped 'round my finger
My twisted humor make him laugh so often
My honeybee, come and get this pollen
—SC

I'm working late 'cause I'm a singerOh, he looks so cute wrapped 'round my fingerMy twisted humor make him laugh so oftenMy honeybee, come and get this pollen—SC

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Maddy se despertó lentamente, sintiendo el calor del sol que se filtraba a través de las cortinas y el brazo fuerte de Pablo rodeándola.

El recuerdo de la noche anterior la hizo sonreír y, a la vez, sentir un cosquilleo de anticipación en su estómago. Su cuerpo todavía resonaba con el placer que habían compartido, pero había algo más, una chispa de deseo que no se había apagado.

Se giró lentamente, observando a Pablo mientras dormía. Su respiración era tranquila, su rostro relajado. Maddy no pudo evitar sentir una ola de amor y deseo al verlo así, tan vulnerable y hermoso.

Con cuidado, pasó sus dedos por su cabello, disfrutando de la suavidad entre sus dedos.

Pablo comenzó a despertarse, sintiendo el toque delicado de Maddy.

Abrió los ojos lentamente y la miró, su expresión pasando de la somnolencia a la adoración en un instante.

—Buenos días, hermosa —dijo, su voz ronca por el sueño.

—Buenos días —respondió Maddy, inclinándose para darle un beso suave en los labios.

El beso se profundizó rápidamente, sus lenguas encontrándose en una danza lenta y sensual.

Pablo dejó escapar un gemido bajo, sintiendo el deseo despertarse en su interior. Sus manos comenzaron a explorar el cuerpo de Maddy, redescubriendo cada curva y cada línea.

—No puedo creer lo afortunado que soy de tenerte aquí conmigo —murmuró Pablo contra sus labios.

—Y yo a ti —respondió Maddy, su voz cargada de emoción.

Sin previo aviso Gavi, la volteó sobre su espalda, quedando él encima. Sus ojos brillaban con un deseo intenso que hizo que el corazón de Maddy se acelerara.

No he terminado contigo—susurró antes de besarla profundamente, su lengua explorando cada rincón de su boca.

Pablo se movió lentamente, inclinándose sobre Maddy mientras sus besos descendían por su cuello y hacia su pecho.

Sus manos se deslizaron por su cintura, acariciando su piel con una ternura que hacía que Maddy se estremeciera de placer.

—Quiero hacerte sentir bien, cariño —susurró Pablo, sus labios rozando el borde de su oreja.

—Pablo...—susurró Maddy, su voz un jadeo suave.

Confía en mí—respondió él, sus labios rozando su piel.

The alchemy | Pablo Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora